La despedida de Maserati al motor V8 en los Alpes italianos
No es justo. De hecho, que una marca tenga que renunciar a una parte cardinal de su esencia para sobrevivir y satisfacer una serie de medidas de índole político (aunque haya quien las camufle de medioambientales), es hasta triste. Al final, este es el signo de nuestros tiempos y todas las compañías automovilísticas, en mayor o menor medida, han de pasar por el aro que algunos han aceptado pese a no estar exentos del lastre y de la presión q