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La UE endurece el protocolo WLTP para evitar que las marcas homologuen emisiones demasiado altas

Dicen que quien hizo la ley, hizo la trampa. Desde que se introdujera el nuevo protocolo de emisiones WLTP, la Comisión Europea ha seguido cuidadosamente el trabajo de los fabricantes, para asegurar su cumplimiento, y tratar de evitar de alguna forma que existiera cualquier resquicio, que adulterara unos datos que, a priori, debían ser muy realistas. Lo sorprendente es que la Comisión Europea se percató de que algunas marcas de coches podían estar homologando emisiones demasiado altas a propósito. Un hecho un tanto llamativo que, como veremos a continuación, tiene su explicación. De manera que la Unión Europea tuvo que intervenir, añadiendo algunas clarificaciones, para endurecer el protocolo WLTP, curiosamente para evitar que los fabricantes trataran de homologar emisiones demasiado altas.

¿Qué interés tiene una marca de coches en homologar emisiones demasiado altas?

La razón por la cual algunas marcas de coches estarían tratando de homologar emisiones más altas de las que podrían conseguir siguiendo los protocolos aplicables hasta hace poco, es la de evitar que en el futuro se introduzcan umbrales de emisiones más duros y exigentes, que exigirán cuantiosas inversiones para ser alcanzados. Homologando unas emisiones más altas ahora, algunos fabricantes esperan que las normativas de emisiones sean menos exigentes en los próximos años.

La Comisión Europea no ha dado nombres, y no ha reconocido qué fabricantes podrían haber incurrido en estas prácticas.

Entre las estrategias que seguirían algunos fabricantes para hacer que en este proceso de homologación las emisiones de sus coches sean más altas estarían desconectar el sistema de parada y arranque automático del motor, o utilizar modos de conducción y de transmisión – en el caso de las automáticas – deportivos, con una lógica de funcionamiento del motor y la caja de cambios que prima unas mejores prestaciones, a costa de un consumo, y por ende unas emisiones más altas.

La asociación Transport & Environment ya había alertado de esta situación, analizando los datos homologados en los últimos meses. Mientras que ACEA, que en la práctica trabaja como lobby de la industria, reconocía que el hecho de que la Comisión Europea revisara los protocolos para evitar esta pillería garantizaría que la homologación WLTP fuera «más robusta y evitara cualquier manipulación de las pruebas». Ver noticia en Automotive News.

En diciembre de 2018, la Comisión Europea emitía una clarificación sobre las condiciones de homologación bajo el protocolo WLTP, para que a partir del 1 de febrero de 2019 los fabricantes de coches ya tuvieran en cuenta el uso de «tecnologías que influyen en las emisiones de CO2» para asegurarse de que, tal y como debía conseguirse con este protocolo, las emisiones homologadas fueran realistas.

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