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Los secretos del Audi con el que Carlos Sainz ganó el Dakar 2024

No es lo mismo un coche eléctrico, que un coche electrificado, siendo esto la clave para entender por qué este revolucionario 4×4 es uno de los coches más avanzados y eficaces que ha conocido el mundo del todoterrenoen los últimos años. Los motores eléctricos son el futuro dentro y fuera de las calles, sin embargo el gran desafío sigue estando en cómo almacenar la energía que necesitan para funcionar, y es ahí donde entra en escena este peculiar e interesante prototipo que ha demostrado no tener rival para hacer off-road.

El 4×4 del futuro usa electricidad y gasolina sintética

El Dakar estrenó en 2022 la categoría T1-Ultimate, una categoría diseñada para experimentar con nuevos sistemas de propulsión. Audi fue el primer fabricante en apostar por esta reglamentación, y dentro de las muchas opciones posibles para crear un coche bajo esta clase, la marca alemana decidió confiar en un sistema de propulsión eléctrica a baterías, aunque apoyado por un motor gasolina a modo de generador. Habiendo conseguido ya la victoria del Dakar 2024 en su tercera evolución y con Carlos Sainz al volante, descubramos cómo funciona este todoterreno realmente único.

Lo primero que debemos tener claro es que la propulsión del RS Q e-tron es totalmente eléctrica, pues sus cuatro ruedas motrices de 37″ son movidas por un motor eléctrico instalado en cada eje, motores que trabajan de forma independiente y que son gobernados por una sofisticada electrónica para conseguir un sistema de tracción total virtual. Esta configuración es capaz de desarrollar una potencia máxima de 392 CV en 2024 (aunque sin limitaciones del reglamento podría llegar a los 670 CV). Estos motores son los mismos empleados por Audi en la Fórmula E, estando alimentados por una batería de iones de litio con 52 kWh cuyo peso es de 370 Kg y trabaja a 800 voltios.

El futuro del 4×4 es eléctrico y cada vez más fabricantes están apostando por esta tecnología

Sin embargo, con 52 kWh de batería, el Audi RS Q e-tron es incapaz de cubrir la distancia de una etapa completa del Dakar, y descartada la idea de aumentar la batería por el enorme sobrepeso que supondría, Audi Sport decidió apostar por el uso de un motor gasolina 2.0 Turbo de origen DTM para hacer las veces de generador eléctrico, consiguiendo así el suministro de energía y potencia necesarios para poder alimentar los 2 motores eléctricos impulsores.

El motor gasolina trabaja en un régimen comprendido entre 4.500 y 6.000 rpm en pos de conseguir la mayor eficiencia, usando como combustible gasolina sintética almacenada en un depósito con hasta 340 litros de capacidad y generando una potencia máxima de 362 CV. A su vez, la batería también se recarga durante las frenadas, aprovechando el sistema de recuperación de energía y consiguiendo de este modo una mayor eficiencia y una menor carga de trabajo para el equipo de frenos.

Con esta fórmula, Audi consigue mantener la propulsión 100% eléctrica como ventaja técnica – y herramienta de marketing obviamente -, añadiendo también una mayor eficiencia enérgetica dado que el motor térmico trabaja a régimen prácticamente constante.

Y es que tal y como hemos podido constatar en Diariomotor a través de nuestras pruebas 4×4, el motor eléctrico brinda numerosas ventajas para la práctica de conducción todoterreno. A ello se suman unas prestaciones sobresalientes, pues este buggy de 2.100 Kg es capaz de hacer el 0-100 Km/h en menos de 4,5 segundos y alcanza los 170 Km/h (limitada por reglamento).

Ruedas de 37″, cotas imposibles y un sistema de propulsión peculiar, pero muy eficaz en firmes deslizantes

Curiosamente, esta configuración técnica es muy poco habitual en el mercado, y de hecho ni siquiera Audi la emplea o pretende emplear en sus coches de calle. Si echamos un vistazo al mercado actual sólo el nuevo Mazda MX-30 R-EV hace uso de este planteamiento, teniendo que irnos varios años o décadas atrás para encontrar otros pioneros de esta solución, modelos como el Opel Ampera y su hermano el Chevrolet Volt o el más reciente BMW i3 REX.

Así, pese a que los eléctricos de autonomía extendida se presentan como una interesante alternativa a híbridos enchufables y eléctricos a baterías, con ventajas como el ahorro de peso, una teórica alta eficiencia y elevadas autonomías, lo cierto es que la industria sigue sin verlo claro con esta solución y por ello está volcada con la fabricación de coches electrificados con baterías cada vez más grandes.

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