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¿Cómo es posible que mantener un Ford GT durante 14 años cueste 100 euros al mes?

El Ford GT fue lanzado al mercado en el lejano año 2004, pero a día de hoy nos sigue fascinando. Este homenaje a los Ford GT40 era un superdeportivo de motor central, con un diseño cargado de detalles retro, y movido por un potente motor 5.4 V8 sobrealimentado por compresor. Es una base ideal para potenciaciones de alto calibre, y para muestra un botón: un GT con más de 2.500 CV ha superado las 300 millas por hora recientemente. Lo que no esperaba es que fuera un coche tan absurdamente barato de mantener, tal y como cuenta nuestro querido Doug DeMuro en uno de sus últimos vídeos.

Doug DeMuro, además de hacer vídeos de coches de lo más interesantes en YouTube, es el propietario de un Ford GT del año 2005 desde hace unos seis meses. Se lo compró a Karl Brauer, director de Autotrader, el «milanuncios» de Estados Unidos. Brauer adquirió el coche en 2005, y desde entonces cubrió con él unas 31.000 millas, prácticamente 50.000 km. Aunque es una cifra baja para cualquier coche convencional, es un kilometraje realmente elevado para un supercoche como el Ford GT. No es que el coche no pueda cubrir dichas distancias, es que sus propietarios apenas los mueven del garaje.

Se conservan todas las facturas de mantenimiento y reparaciones de la unidad, desde que fuera adquirida hace 14 años.

Ford Gt Mantenimiento 2

El Ford GT es un coche cuyo valor ya supera el precio original de venta del coche. Muchas unidades fueron compradas por baby-boomers entrados en años, con un gran poder adquisitivo y muchos otros coches. Propietarios cuyo comportamiento ha determinado que el precio del coche sea hoy en día muy alto, especialmente en las unidades como pocos kilómetros. Aún hoy día hay varios Ford GT a la venta con menos de 200 km en el odómetro. Por tanto, que un Ford GT haya superado las 30.000 millas es algo poco frecuente, algo que además permite determinar con precisión sus costes de mantenimiento en década y media.

En primer lugar, el coche fue adquirido por 139.995 dólares, un precio que sumando extras ascendió a 152.945 dólares. Ya que estos coches no se han depreciado, la depreciación que ocurriría en otros coches no se convierte en una pérdida económica al transmitir la propiedad del vehículo. Doug DeMuro tampoco ha tenido en cuenta el impuesto sobre ventas de EE.UU. – no existe en todos los estados y sería comparable al de cualquier otro coche de valor similar. Tampoco ha tenido en cuenta los costes de asegurarlo, ya que no cuenta con los recibos del anterior propietarios.

El coche ha devorado 18 neumáticos en poco más de 50.000 km. Su potencia y compuestos blandos contribuyen a la masacre de gomas.

En EE.UU. los seguros son mucho más caros que en España, costando entre 2.000 y 3.000 dólares anuales para un coche como el Ford GT. Aunque parezca una barbaridad, son costes comparables a los de un SUV grande o una berlina premium. Las aseguradores saben que muchos Ford GT son «reinas de garage», y a causa de ello, sus seguros no son caros. Dicho esto, pasemos a los costes de mantenimiento y reparaciones. El coche ha sido realmente fiable: en sus 14 años sólo ha necesitado reemplazar algunos elementos de la instrumentación – mal endémico del modelo – y dos parabrisas, agrietados por chinazos.

Además, el coche ha tenido una avería en su válvula EGR. Dos de estas averías han ocurrido en los últimos seis meses, en los que Doug ha cubierto más de 3.000 km a sus mandos. Por lo demás, el coche ha requerido mantenimiento rutinario, como cambios de aceite o nuevos filtros. En cierto modo, el origen humilde de su motor – un V8 de arquitectura Triton, similar al de las Ford F-150 – asegura una baja complejidad mecánica y alta fiabilidad. Ajustados a la inflación, el mantenimiento y averías del coche totalizan 18.471 dólares en 14 años. Es decir, 113 dólares mensuales, exactamente 100 euros y 60 céntimos al actual tipo de cambio.

El mantenimiento de un Ferrari o un superdeportivo europeo es muchísimo más caro. Órdenes de magnitud más caro.

Doug DeMuro afirma que un SUV como el Ford Explorer podría tener costes de mantenimiento comparables o incluso superiores. Claro está, teniendo en cuenta que son coches que cubren muchas más millas cada año, en los que la depreciación es acusada. Con todo, he quedado realmente sorprendido al conocer los bajos costes de mantenimiento de este superdeportivo. Es una pena no tener el dinero que cuesta adquirir una unidad hoy en día. No solo es relativamente «económico» de mantener, sino que es uno de los superdeportivos más bonitos de la pasada década. No os perdáis el vídeo de Doug DeMuro.

Galería de fotos del Ford GT

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