Este coche no tiene puertas laterales, debes entrar por el frontal. Eso supone que el volante y la columna de dirección se desplacen hacia un lado. Si esto ya te parece llamativo, prepárate para escuchar su historia completa. ¡Mira cada detalle en las fotos de la galería!
Dodge Deora, una vista al pasado que alecciona al presente
Si el volante «tipo yugo» de Tesla te llama la atención, este coche ya lo utilizó hace 60 años. No obstante, pocas personas saben de este vehículo que revolucionó la manera de hacer las cosas en materia de diseño.
Con toneladas de entusiasmo, 2 años de trabajo y 10.000 dólares, crearon un coche que se convirtió uno de los modelos personalizados más emblemáticos jamás construidos. Veamos cómo.
El equipo a por todas
Este diseño fue fruto de la amistad entre un tipo al que le gustaba dibujar coches «de otro mundo» llamado Harry Bentley y los constructores de coches personalizados Mike y Larry Alexander. Eran los años 60 y los hermanos querían hacer una personalización de la recién estrenada Dodge A100. Una furgo con concepto similar a las Volkswagen Type 2.
Harry se puso a dibujar y lo que sacó de su inventiva gustó tanto, que se pusieron manos a la obra. La propia marca les cedió un chasis, una carrocería y un tren motriz de una A100 para que trabajasen.
Los siguientes 2 años, trabajaron a conciencia para pasar de una versión pickup de la A100 a algo completamente distinto. Algo que se convertiría en uno de los modelos personalizados más importantes de todos.
Cambios sustanciales
Ni un panel de serie de la camioneta quedó sin remodelar. La altura total se redujo de 1,82m a 1,44m. También modificaron el chasis para lograr el aspecto bajo. Se elevaron los rieles delanteros de la estructura y la suspensión se cambió por otra con muelles y amortiguadores más cortos.
El motor original, un Slant-6 de 2.8 litros y unos 100cv, no se modificó, pero sí se trasladó de entre los asientos delanteros a la parte trasera de la caja. Así que ahora era técnicamente un Porsche 911 (vale, no lo era).
El radiador también se trasladó al interior de la caja, que se cubrió con una lona rígida tapizada con vinilo y adornada con un inserto central de madera. El aire llegaba al motor mediante dos tomas en los laterales, ayudadas por dos ventiladores eléctricos.
Detalles complejos y partes de la competencia
Inicialmente, la intención era poner una escotilla que se abriese hacia delante en el morro del coche. Esta habría estado articulada en el techo, pero los delgados pilares del A100 no podían con tanto peso, así que improvisaron un complejo sistema de dos piezas que incluía un parabrisas que se abría motorizado hacia arriba y un panel inferior que giraba sobre un pivote central.
El sistema de dirección se hizo a medida para poder ser desplazado y que el conductor entrase a la cabina. Igualmente, los relojes indicadores quedaban a ambos lados del conductor, dejando lo que sería el salpicadero, completamente despejado.
El Deora estaba basado en el Dodge (perteneciente a Chrysler), pero el equipo usó muchos componentes de la competencia: Ford. Ventana trasera, volante, biseles de luces, rejas de ventilación, intermintentes, etc.
Detalles que marcan la diferencia, prototipo oficial y una carta de amor
Detalles como las luces traseras, que quedaban ocultas tras un panel de madera fijo que adornaba todo el portón, pero reflejaban su luz en una incrustación cromada en ángulo ubicada debajo, marcaron la diferencia.
Esto hizo que Chrysler (Dodge) tomara el coche como un prototipo oficial y representativo de la marca. Cosa que se traducía en que el coche iría por todas las expos posibles haciendo gala.
El coche se iba a llamar XTAB (eXperimental Truck Alexander Brothers), pero poco después de su primera expo debut, los hermanos llegaron a un acuerdo con el fabricante de juguetes AMT para que se produjese a escala 1/25. La empresa orquestó un concurso de nombres y el ganador fue un niño de 13 años que propuso «Deora». Según la leyenda, este nombre surgió de su amor platónico, Debra.
Primera línea de Hot Wheels y cómo acabó
En 1968, el diseñador Harry, se unió a Mattel para crear su nueva línea de modelos de fundición a presión denominada Hot Wheels. De esta forma, el Deora se convirtió en uno de los «Sweet Sixteen», la línea inicial de Hot Wheels.
El vehículo en sí estuvo guardado un tiempo desde 1970, hasta 1998, momento en que se restauró y se volvió a exhibir. Finalmente, en 2009 pasó de manos mediante subasta en RM Sotheby’s, por 324.500 dólares nada menos.
El Dodge Deora tuvo una gran relevancia en la manera en que se diseña un coche. Fue además, popular e innovador. En definitiva, una obra de arte fruto del esfuerzo y la pasión.