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Jaguar XJR-15 (1990): el antecesor olvidado del Jaguar XJ220 era un coche de carreras matriculable

A finales de los años 80, la industria del automóvil y las economías desarrolladas vivían una burbuja de extravagancia y opulencia económica, fruto de entre otras cosas, un mercado de valores boyante. Esta burbuja permitió el desarrollo de deportivos como el Jaguar XJ220 o el Bugatti EB110, alimentados por esperanzas de alta rentabilidad nunca materializadas. En Reino Unido, Jaguar llevaba a cabo un programa de competición en carreras de resistencia, de la mano de Tom Walkinshaw Racing: el punto álgido de esta colaboración fue la victoria de su XJR-9 en las 24 Horas de Le Mans del año 1988.

La historia del desconocido Jaguar XJR-15

Los sucesores del XJR-9 no fueron tan exitosos, pero lo importante en esta historia no son estos coches. Son el coche de calle de ellos derivado, el prácticamente desconocido Jaguar XJR-15. Un superdeportivo de producción limitada – prácticamente un coche de carreras matriculable – que sucumbió frente a la popularidad del Jaguar XJ220, lanzado al mercado sólamente dos años después. Sin embargo, el XJ220 le debe mucho al Jaguar XJR-15, que además puede presumir de ser el primer coche de calle construido íntegramente en fibra de carbono: tanto su chasis monocasco como su carrocería estaban construidos en este material.

Sin la experiencia de Jaguar Sport (Jaguar con Tom Walkinshaw Racing) con el XJR-15, el Jaguar XJ220 nunca habría visto la luz del día.

Tras el inicio de su programa de competición de resistencia del Grupo C, se generó un gran interés en la marca, que entonces no disponía de ningún verdadero deportivo en su gama. Muchos –
entre ellos el Sultán de Brunei – eran los que pedían un rápido deportivo de calle, basado en uno de los vehículos de competición de la marca. Para competir, Jaguar se había asociado con Tom Walkinshaw Racing – un constructor de coches de carreras – formando una empresa llamada Jaguar Sport. Fue la misma Jaguar Sport la encargada de desarrollar el XJR-15, tomando como base el chasis, motor y tecnología del Jaguar XJR-9.

La base del XJR-15 era el chasis monocasco de fibra de carbono y kevlar del Jaguar XJR-9, idéntico material en el que después se moldearía su carrocería. Un detalle que quizá no supieras es que su carrocería – que a duras penas disimula el coche de carreras que esconde – fue diseñada por Peter Stevens. Muy poco tiempo después pergeñaría el diseño final del McLaren F1 – cuya carrocería también estaba moldeada en fibra de carbono. Es posible ver ligeras similitudes entre ambos diseños: comparten un aspecto extremadamente aerodinámico y un habitáculo adelantado, casi situado sobre el eje delantero del coche.

Sólo 53 unidades fueron fabricadas entre 1990 y 1992. Su precio nuevo rondaba el medio millón de libras. En términos relativos, era casi tan caro como un Bugatti Veyron.

Fue casi imprescindible para convertir el coche de carreras en un vehículo mas o menos apto para las calles: Stevens tuvo que ensanchar su habitáculo en 75 mm y aumentar la altura del techo en 40 mm. Con todo, era un coche que aún siendo apto para circular en carretera, cumplía las normas del Grupo C de la FIA. Media 4,80 metros de largo, 1,90 metros de ancho y sólo 1,10 metros de ancho. Su suspensión delantera era tipo push-rod, usando suspensión independiente en un tren trasero calzado con unos gigantescos neumáticos. Su fondo plano estaba directamente derivado del coche de carreras.

En el interior, la fibra de carbono de su chasis era completamente visible. Su única similitud con otros coches de calle era el volante: los ocupantes de este biplaza estricto iban sentados en baquets, la instrumentación tenía multitud de relojes y el proceso de arranque es similar al de un avión, activando de forma independiente las bombas de combustible o el sistema de inyección. Pero sin duda un detalle llamativo era que Jaguar Sport incluía en cada XJR-15 un sistema de comunicación con cascos y micrófono para los ocupantes. El motivo era la total falta de aislamiento acústico del habitáculo.

Aunque todos los XJR-15 tenían el volante a la derecha, la posición de conducción era casi central y la palanca de cambios estaba a la derecha del piloto, no a la izquierda.

Y es que a centímetros de los ocupantes latía frenéticamente un motor de carreras. Un V12 atmosférico de 6,0 litros, con una potencia de 450 CV. Puede no parecer una potencia elevada, pero hemos de tener en cuenta que era un motor diseñado para ser fiable en carreras de resistencia, y también que el peso del coche era de apenas 1.050 kilos. Su caja de cambios era manual, y no estaba sincronizada – aunque se ofrecía sincronizada de forma opcional. Sobre el papel, el Jaguar XJR-15 era capaz de acelerar de 0 a 96 km/h en 3,9 segundos, alcanzando una punta de 307 km/h, limitada por los desarrollos de su caja de cambios.

De las 53 unidades producidas por la marca, 27 fueron destinadas a su uso en circuito. Jaguar creó una copa monomarca llamada Intercontinental Challenge, un espectáculo de apoyo a la Fórmula 1 consistente en tres carreras (Spa, Mónaco y Silverstone). Pilotos profesionales eran los encargados de conducir estos XJR-15, recibiendo el ganador de las tres carreras un premio especial de un millón de dólares – segundo y tercer clasificados tenían que «conformarse» con un Jaguar XJR-S. Algunas unidades usadas en carrera fueron después modificadas y usadas como carreras-cliente en diversas competiciones.

La palanca de cambios del Jaguar XJR-15 estaba situada a sólo 76 mm del volante, pensando en cambios lo más rápidos posibles.

Jaguar Sport fabricó cinco unidades apellidadas LM, equipadas con un motor 7.4 V12 de 712 CV y una aerodinámica más evolucionada – se cree que estas unidades fueron vendidas en su mayor parte en Japón, bajo estricto encargo. La experiencia del Jaguar XJR-15 sirvió a Jaguar y Tom Walkinshaw Racing como excelente punto de partida para el desarrollo del Jaguar XK220. En un principio iba a emplear una evolución del 6.0 V12 del XJR-15, pero terminaría usando un V6 biturbo debido a restricciones presupuestarias en el complejo proceso de desarrollo. Nos hemos guardado posiblemente lo mejor para el final.

Petrolicious ha grabado un maravilloso vídeo de este superdeportivo, en el que su dueño nos habla de su historia, de su unidad… Está grabado con una calidad espectacular y es la mejor forma de disfrutar de uno de los superdeportivos más desconocidos de la historia. El final del vídeo pone los pelos de punta, en el mejor de los sentidos.

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Sergio Álvarez

Aunque es técnico en comercio internacional de formación, los coches han sido su pasión (incluso obsesión) desde que apenas levantaba un metro del suelo y sus padres le regalaron un Ferrari rojo a pedales. Su afición se ha profesionalizado en Diariomotor, donde está presente desde 2008. Seguir leyendo...

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