El Mercedes EQC es el coche más importante que ha presentado Mercedes en mucho tiempo, siendo además un importante punto de inflexión en la historia de la marca ya que materializa la apuesta total de Mercedes por el coche eléctrico. El Mercedes EQC trae muchas e importantes novedades, también nuevas soluciones, pero si nos fijamos bien, existe un punto que nos ha llamado mucho la atención. El Mercedes EQC no tiene maletero delantero, algo que dado su tamaño y su condición de coche eléctrico podría haber ocurrido tal y como demuestra el Tesla Model X.
De entre las muchas ventajas que ofrece un coche eléctrico la reducción en las necesidades de espacio es una de las más importantes. Tras integrar todo el pack de baterías bajo el suelo del habitáculo, Mercedes solo ha tenido que encontrar un mínimo espacio para alojar un motor eléctrico en el tren trasero, otro motor eléctrico en el tren delantero y un grupo electrónico encargado de gestionar todo el conjunto de propulsión y flujo de energía.
Hablamos por lo tanto de que, tras eliminar el problema que supone alojar 80 Kwh de baterías, las necesidades de espacio en un coche eléctrico son mínimas, pudiendo así aprovechar el espacio del vano delantero para incluso ofrecer un maletero delantero que complemente al maletero trasero. Pero Mercedes decidió descartar esta posiblidad diseñando el EQC de un modo más convencional, una idea que esconde una clara apuesta por reducir costes de desarrollo y simplificar su producción.
El parecido entre un Mercedes GLC y el nuevo EQC
El quid de la cuestión lo encontramos en el hecho de que el Mercedes EQC será fabricado en la planta que posee Mercedes en Bremen. En esta factoría se producen actualmente los Mercedes Clase C, Mercedes GLC y Mercedes GLC Coupé, teniendo diseñadas sus líneas de producción para estos 3 modelos. Aunque las diferencias entre un GLC y un EQC puedan ser pocas a simple vista, a nivel de fabricación dados sus diferentes sistemas de propulsión sí que existe un abismo. Para reducir el coste económico que supondría crear una línea de producción específica para el Mercedes EQC, la marca alemana optó por diseñar el conjunto de propulsión delantero y electrónica de gestión en un único bloque para hacerlo lo más similar posible a un motor gasolina o diésel convencional. De este modo, la fabricación del EQC en lo referente a grupo motopropulsor apenas difiere de la de sus hermanos de la clase GLC, permitiendo reducir sus costes de fabricación aunque para ello se vea obligado a renunciar al maletero delantero.
Fuente: Carscoops