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Por qué siguen cayendo las ventas de coches nuevos, ¿es 2019 un buen año para cambiar de coche?

Si tuviéramos que analizar las cifras de matriculaciones del año pasado, desde la perspectiva del sector, tendríamos una noticia buena, pero también otra mala, que comunicaros. La buena es que, de nuevo, en 2018 se produjo un repunte de las matriculaciones. El año cerró con 1.321.438 coches nuevos matriculados, un crecimiento del 7% con respecto al año anterior. Pero la mala noticia sería que, por cuarto mes consecutivo, las matriculaciones siguen cayendo. El descenso de las matriculaciones en diciembre, de nuevo con respecto al mismo periodo del año anterior, ha sido del 3,5%. De manera que han sido la primera mitad del año y, sobre todo, el mes de agosto, los que han permitido que en el ejercicio pasado las matriculaciones crecieran. ¿Pero por qué siguen cayendo las ventas de coches nuevos?

El WLTP y su efecto sobre la venta de coches nuevos

La entrada en vigor del WLTP, el 1 de septiembre, hizo que muchas operaciones se adelantaran al verano. Hubo cierto temor, entre los compradores, por los posibles efectos que tuvieran en los precios los nuevos protocolos de homologación de emisiones. Pero sobre todo se generó un clima propicio para la compra de coches, con abundancia de ofertas, concesionarios volcados en cerrar operaciones y en comunicar al comprador la situación excepcional e incluso medios que, como el nuestro, intentamos contaros lo que estaba sucediendo y constatar que, efectivamente, agosto fue el mejor momento del año para adquirir un coche nuevo.

Tras el mejor mes del año para comprar un coche nuevo, que fue agosto, las ventas cayeron, por las operaciones adelantadas, y por la incertidumbre que se ha generado en el sector

Concesionario Ventas Coches 0718 04

La situación de agosto provocaría un importante repunte en las matriculaciones, que durante ese mes, que tradicionalmente no es muy relevante para la venta de coches nuevos, crecieron un 48,7% con respecto al mismo periodo del año anterior. Lo lógico, tras ese crecimiento de las matriculaciones, es que en los meses posteriores se produjera un estancamiento de las matriculaciones, o incluso una ligera caída. No era necesario aventurarse demasiado para intuir que muchas compras de coches nuevos, que iban a producirse antes de que terminase este año, se habían adelantado a agosto.

Pero la caída de las matriculaciones aún no se ha detenido. Un 17% en septiembre, un 6,6% en octubre, un 12,6% en noviembre y ahora, de nuevo, un 3,5% en diciembre.

Parece que el efecto del adelanto de las matriculaciones de agosto, provocado por el WLTP, ya debería haberse superado. Y la impresión que todos tenemos es que existe una caída de la demanda real. De hecho, el sector también apunta en esa dirección. ANFAC, en una de sus últimas notas de prensa, apuntaba a la «incertidumbre en el mercado que está retrasando las decisiones de compra».

La avalancha de información que estamos recibiendo en los últimos meses, acerca de restricciones, emisiones, el posible fin del diésel, o incluso el fin del motor de combustión interna, no están contribuyendo. A pesar de que los escenarios más catastrofistas no se plantean hasta un periodo superior al tiempo que nos debería acompañar, de media, un coche nuevo, el cliente tiene dudas, y ante la duda, y el coste que supone para una familia un coche nuevo, decide retrasar la decisión de compra.

Aunque para el cliente la situación será prácticamente la misma, y 2019 será un año tan bueno, o tan malo, como 2018 para cambiar de coche, el sector se apunta a que en 2019 las matriculaciones podrían estancarse o incluso descender levemente. Por otro lado se asume que las ventas de diésel también seguirán cayendo, a pesar de que un coche nuevo diésel tiene exactamente el mismo tratamiento – la misma etiqueta medioambiental – con un gasolina moderno.

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