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Prueba en vídeo del Toyota GR Yaris, ¿el mejor deportivo del momento?

El momento ha llegado. Ya ha pasado por nuestras manos el utilitario deportivo más esperado del momento. No, qué demonios, el deportivo más esperado del año. Las expectativas generadas por la llegada del primer homologation special de Toyota en 20 años, y su primer deportivo de cosecha 100% propia en décadas, están por las nubes. Hemos tenido el enorme honor de ponernos a los mandos del nuevo Toyota GR Yaris, y os queremos contar todo lo que hemos vivido a su volante. Abrochaos los cinturones, y preparaos para conocer al coche más especial de este atípico 2020.

El GR Yaris es un coche que se ha desarrollado y construido contraviniendo todas las reglas de la producción automovilística moderna. Es el proyecto fetiche de Akio Toyoda y es un coche legalizado para las calles, construido a partir del coche desarrollado para la más alta competición de los rallyes: el WRC. Se construye casi artesanalmente en Japón y tarda en construirse 10 veces más tiempo que un Yaris normal. Pero realmente queréis saber cómo va, ¿verdad? Sin más dilación, pasen y vean nuestra vídeo prueba del Toyota GR Yaris.

Esperamos que hayáis disfrutado de esta prueba, creada con mucho mimo por mi parte, grabada por Juanma G. Cámara, y editada por Laura Bastón. Todo lo que tenéis que saber sobre el Toyota GR Yaris está contenido en dicha prueba, pero os haremos un pequeño resumen a continuación. El Toyota GR-Yaris combina las plataformas TNGA-B y TNGA-C, creando una especie de Frankenstein que solo comparte ópticas y retrovisores con el Yaris de vuestro vecino. Su motor, de cotas cuadradas, es un nuevo 1.6 turbo de tres cilindros y ADN de competición.

Ha sido desarrollado a partir del coche de carreras, con soluciones de competición aplicadas a las calles.

Desarrolla 261 CV y es capaz de girar a más de 7.000 rpm, una cifra salvaje para un motor turbo de tres cilindros. Está conectado a una caja de cambios manual de seis relaciones y un sistema de tracción total GR-Four, capaz de enviar hasta el 70% de la potencia al tren trasero, mediante un ingenioso acoplamiento multidisco, que hace las veces de diferencial central. Puede equipar un autoblocante Torsen por eje, convirtiéndolo en una máquina de precisión quirúrgica para trazar curvas. Su suspensión no es adaptativa, y ni siquiera tiene un tarado radical.

Su sistema de frenado consta de discos ventilados de hasta 356 mm de diámetro, y su eje trasero combina tambores y discos para que podamos cruzarlo tirando de «gancho». Estas son solo algunas de las píldoras de genialidad de este GR Yaris, un deportivo de tracción total, 1.280 kilos de peso, y una dinámica de sobresaliente. Es un coche efectivo y eficaz como pocos, con un motor rabioso y muy old-school, que brilla en la parte alta del tacómetro mientras se aproxima con furia al corte de inyección. Su cambio es preciso, mecánico y muy duro.

Su tacto de conducción es más propio de un compacto deportivo. Nos da una confianza tremenda.

Tan duro como su embrague monomasa reforzado. Es un coche hecho para ser conducido, y para ser conducido a ritmos de escándalo, en los que no rechista bajo ningún concepto. No subvira y solo el límite físico de adherencia es capaz de ponerle coto. Tiene ese intangible que pocos coches tienen, ese «envenenamiento» que hace que lo quieras pilotar cada vez más rápido. Brilla como pocos en un tramo de montaña, y en circuito, con el Circuit Pack opcional, se convierte en candidato ideal para un coche enfocado a track-days. Sí, también lo hemos probado en pista.

Aunque el Circuit Pack tenga en su nombre la palabra circuito y cueste 5.000 euros, considero imprescindible equiparlo. Incluye llantas forjadas, conductos de aireación para los frenos, una suspensión más dura y los dos diferenciales autoblocantes. No es que el GR Yaris «a secas» sea un coche melindroso, es que ya puestos a pagar más de 30.000 euros por el GR Yaris, 5.000 euros más llevan su dinámica a un plano aún superior. Aunque es un coche increíble, tremendamente especial, no es un coche perfecto. Siempre hay margen de mejora.

Dad gracias a todos los que compran híbridos de Toyota. Ellos permiten que el GR Yaris pueda llegar a las calles.

Por una parte, su sonido es mejorable: lleva un filtro de partículas en su escape y no suena a nada. Por otra parte, y esta es ya una reflexión más personal, es un coche tan perfecto, tan sobresaliente y que lo hace todo tan bien… que pienso que me divertiría algo más en un coche más imperfecto. Un coche que penalizase más mis errores, en el que tuviera que gestionar un sistema de frenado menos eficaz o un motor menos potente. Es enrevesado, lo reconozco. Pero que no es quede duda, el Toyota GR Yaris es el nuevo rey de los petrolheads.

Palabra de petrolhead.

Galería de fotos del Toyota GR Yaris

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