El Lexus UX 300e no es un eléctrico como otros. Es la versión eléctrica del Lexus UX, un coche cuya plataforma no fue diseñada para albergar baterías de tanto tamaño. Esto presenta una serie de desafíos, como por ejemplo, no poder equipar una batería de gran capacidad. Este es un coche eléctrico caro, con menos autonomía que sus rivales y con una potencia de carga inferior a la media del segmento. Es un coche difícil de entender, y en esta vídeo prueba vamos a explicaros a quién puede ir dirigido, y por qué deberías ver nuestro vídeo antes de descartar su compra.
Como os decía, sobre el papel este es un coche eléctrico que no está a la altura de rivales como el Mercedes EQA o el Volvo C40. Su batería de 50 kWh le da una autonomía homologada de 315 km según el ciclo WLTP, que se convierten en 200 km a velocidades sostenidas en autovía. Además, su potencia de carga máxima es de solo 50 kW y por tanto, en corriente continua demora una hora recargar su batería al 80% de su capacidad. Además, emplea un conector de tipo CHAdeMO que ha sido superado por el sistema CCS como estándar futuro de recarga en los coches eléctricos.
Lexus UX
El habitáculo se ve mermado en sus plazas traseras por la localización de la batería, que minimiza el espacio para las piernas en un espacio que era ya muy mediocre en los Lexus UX más comunes. Por fortuna, sí recuperamos algo de espacio en el maletero, que aumenta hasta los 367 litros de volumen máximo – una cifra modesta, pero correcta. También debemos tener en cuenta que este es un coche caro: la versión más barata arranca en 48.500 euros, y una versión con un equipamiento amplio se adentra con firmeza en los 60.000 euros.
Entonces, ¿tiene justificación este coche? ¿Es una compra recomendable? Entre sus argumentos positivos hay varios puntos fuertes. El primero, que es un coche relativamente ligero a causa del tamaño de su batería. Con un peso inferior a los 1.800 kilos, tiene un comportamiento dinámico idéntico al de otros Lexus UX. No se percibe más torpe, o con más inercias. Eso sí, es un coche con una personalidad dinámica marcada: no es un coche de reacciones deportivas, es un coche que apuesta firmemente por el confort, con un gran aislamiento acústico.
Otro detalle curioso es que no cuenta con niveles variables de regeneración para su batería, y más allá de tres modos de conducción, el coche se comporta como cualquier híbrido de la marca. De hecho, su sistema de frenado by-wire está muy bien puesto a punto: no se percibe la transición entre frenada regenerativa y frenada física. El motor eléctrico empuja con fuerza y tiene prestaciones suficientes para resolver con solvencia adelantamientos, incorporaciones y recuperaciones. Se conduce como si fuera un coche de lo más convencional.
Pero en mi opinión, uno de sus puntos mas fuertes es un habitáculo de excelentes ajustes. Tanto los materiales como su terminación son idénticos a los de otros Lexus UX, y esto es una gran noticia al tratarse de un coche excelente en este aspecto – otros eléctricos escatiman en acabados para aquilatar la factura final, al contrario que aquí. En resumen, podríamos decir que este es el coche eléctrico más normal que nos podemos comprar, y puede ser una buena compra si entendemos sus limitaciones de autonomía.
Es un gran segundo coche para una familia con posibles, pero sus limitaciones hacen que no sea un gran primer coche. También hay que tener en cuenta que muy pronto llegará al mercado el Lexus RZ, el primer eléctrico dedicado de la marca, que solucionará gran parte de los inconvenientes de este UX, aunque venga acompañado de una factura aun superior.
