Si por algo hay que reconocer la labor del fabricante americano Tesla es por su capacidad para introducir elementos disruptivos, que de una forma u otra se pueden calificar al menos como de «poco convencionales» y que en muchos casos cambian de manera definitiva nuestra percepción sobre el automóvil. Uno de los ejemplos más claros lo encontramos en el volante tipo yugo que levantó toda una oleada de opiniones. Ahora, casi dos años después de su primera aparición, la marca decide recuperar un volante más tradicional.
Los primeros Tesla Model S que llegaron a España lo hicieron en 2013, hace ya casi una década: desde ese primer momento la firma americana no ha hecho más que expandirse y llegar a cada vez más y más público, aumentando cada año sus cifras de ventas gracias también a la aparición de nuevos modelos como el Tesla Model X y, sobre todo, los más asequibles y razonables Tesla Model 3 y Tesla Model Y.
En cualquier caso, cuando la actual generación de los nuevos Tesla Model S y Model X vio la luz por primera vez hace aproximadamente dos años todos nos fijamos irremediablemente en un detalle: la aparición de un volante tipo «yoke», tipo yugo, en el que sólo contamos con la mitad inferior del aro. Sí, los Model S y Model X parecían más que nunca «el coche fantástico». Este elemento, unido al hecho de que por primera vez la marca hacía desaparecer también las palancas para limpiaparabrisas e intermitentes, hacen que la experiencia de conducción de los modelos americanos sea de lo más futurista.
Cabe recordar que no es el único fabricante que ha iniciado la senda hacia el «volante del futuro», ya que Toyota ofrece, en su filial de lujo Lexus, un volante muy similar para el Lexus RZ. Eso sí, en el caso del fabricante japonés se modifican muchos más elementos si se escoge este volante, ya que el sistema de dirección cambia por completo para que no sea necesario cruzar las manos en caso de tener que maniobrar.
Tesla da marcha atrás y acepta al volante de siempre
Con las primeras unidades de Model S y Model X llegando al mercado europeo a finales de 2022, todo apuntaba a que Tesla no iba a cejar en su empeño de instalar este tipo de mandos en sus coches, sin posibilidad de instalar un volante tradicional. Sin embargo, con el paso del tiempo se ha puesto de relevancia el hecho de que ese volante no es para todo el mundo: si bien tiene ventajas evidentes como la imagen que aporta o la cantidad de espacio que deja para poder ver la instrumentación con total claridad, lo cierto es que también cuenta con inconvenientes que para muchos pueden ser insalvables.
El principal es la capacidad de maniobrar con seguridad: la desmultiplicación de la dirección es similar a la de cualquier vehículo con volante tradicional, de manera que es necesario dar varias vueltas para girar las ruedas de tope a tope. Con un volante de aro completo es un gesto rutinario que los conductores ni siquiera tenemos que pensar, pero con un volante al que le falta medio aro puede resultar, como mínimo, engorroso.
Ahora Tesla nos sorprende con un gesto de corrección, ya que el volante tradicional, con el aro redondo completo, ha hecho su aparición, siendo posible escogerlo como opción gratuita en el momento del pedido a fábrica, de forma que sí, ya es posible volver a comprar un Tesla Model S o un Tesla Model X con volante tradicional. No es la única novedad: aquellos propietarios que ya han recibido su coche con volante «yoke» tendrán desde marzo de 2023 la opción de instalar un volante tradicional en un servicio técnico de la marca. Eso sí, no será barato: el coste de la operación, piezas y mano de obra incluidas, asciende a 900€.
Tesla Model X 
