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El todoterreno de Mercedes: un 4x4 con una fórmula tan sencilla y con tanto éxito que BMW y Audi quieren tener su propio Clase G

Son pocas las ocasiones en las que un coche de culto representa una gran baza económica para su fabricante y, menos aún, las veces que este tipo de coches tiene un posicionamiento en el mercado tan acertado que obliga, prácticamente, a los fabricantes rivales a desarrollar alternativas similares para poder atacar directamente a la misma parcela de mercado, pero eso es lo que parece que está pasando con el Mercedes Clase G.

Y es que cuando nos referimos a un modelo como un coche de culto significa que milita en su propia categoría: es un coche de personalidad muy definida con raíces históricas que tiene que ser exactamente como es, ya que de lo contrario no tendría sentido su comercialización. Es decir, el Mercedes Clase G es un icono global, igual que muchos otros coches lo son a su forma y manera. Por esto mismo, resulta raro que tanto Audi como BMW quieran adentrarse en el segmento de los todoterreno para intentar robarle ventas, pero todo tiene un motivo.

Vista lateral del Mercedes Clase G AMG 2018 en terreno rocoso.
149.925 €

Imágenes del Mercedes Clase G

Es evidente que detrás de estas intenciones hay motivos económicos, pues se trata de coches que si aciertan en mercados como Estados Unidos, Japón, China o Alemania, a un gran margen de ganancia por cada unidad vendida se le suma un volumen de ventas muy significativo que redunda en facturaciones millonarias, y el más claro ejemplo de ello es el Mercedes Clase G.

El todoterreno alemán comercializó en 2024 casi 40.000 unidades a nivel global. Concretamente, según los datos de Jato Dynamics, publicados por Felipe Muñoz, Mercedes puso el pasado año un total de 39.800 Clase G en las calles de todo el mundo, con los mercados de Estados Unidos, China, Alemania y Japón siendo los más importantes para el modelo con 8.816, 7.146, 6.091 y 5.573 matriculaciones en cada uno, respectivamente.

Aunque no se vende al mismo precio en todos los mercados, teniendo en cuenta que el precio de la versión más básica del Clase G parte de 150.000 euros, estamos ante una facturación mínima estimada de 5.970 millones de euros gracias a un coche del que se producen menos de 40.000 unidades al año, lo que capta de manera mayúscula la atención del resto del mundo y algo que Audi y BMW no quieren dejar escapar.

Bien es cierto que ninguna de las dos marcas ha hecho oficiales todavía sus planes, pero con base en cómo están trascendiendo los hechos en el Grupo Volkswagen y a la confirmación por parte de dos fuentes anónimas internas de BMW de un proyecto al que ya se refieren con el código de modelo G74, parece que ambas marcas acabarán teniendo sus propios «Clase G» en torno a 2029, aunque cada una deberá de hacerlo de una manera muy distinta para, de alguna manera, acabar siendo un rival directo del Geländewagen.

El todoterreno de Audi llevará, casi con toda probablidad, el logo de Quattro a lo más alto.

Gracias a su asociación con Rivian, ya sabemos qué camino ha tomado el Grupo Volkswagen para el todoterreno de Audi. Con la electrificación como eje principal del proyecto y la tecnología de Rivian para ejecutarlo, todo indica que la firma alemana hará uso de las bases diseñadas para Scout para tener su propio Audi A10, o como quiera que se acabe llamando.

BMW, por su parte, si la información filtrada por las fuentes es cierta, tomará un camino muy distinto, ya que aprovechará una base existente para lanzarlo. Puede diseñar ese todoterreno ssobre una estructura de turismo convencional en lugar de un chasis de largueros y travesaños como el que se encuentra desarrollando el Grupo Volkswagen. Y es que las intenciones de los de Múnich pasan por recuperarse de las menores ventas que está resultando tener el BMW XM y aprovechar parte de su desarrollo para, sobre su base, dibujar un 4×4 más cercano a un todoterreno que a un SUV, algo que sabemos que es del todo posible, como demuestra el Land Rover Defender, aunque también se baraja la posibilidad de que se base, finalmente, sobre el Ineos Grenadier.

El todoterreno de BMW podría ser una versión a la alemana del Ineos Grenadier.

Se trata, por tanto y para acabar, de dos maneras muy distintas entre sí de concebir coches de tipo todoterreno que quieren atacar al mercado de lujo, y más aún si se compara con el origen del Mercedes Clase G, que fue ideado en un principio como un vehículo militar y más tarde pasó a ser comercializado como un coche civil, de ahí su fama y que se trate de un coche de culto. Es más, dadas sus peculiaridades técnicas no es la propia Mercedes-Benz quien lo produce en una de sus fábricas, sino que corre a cargo de Magna Steyr, un fabricante especializado en la producción de coches que, por los motivos que sean (industriales relacionados con el volumen, normalmente), sus fabricantes no pueden o no quieren producir.

Imágenes del Mercedes Clase G

Vídeo destacado del Mercedes Clase G

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Alejandro González

Alejandro empezó su carrera en periodismo del motor co-fundando su propio sitio web en 2015 y acabó desarrollándose profesionalmente en Híbridos y Eléctricos, donde ha ejercido como redactor y probador desde 2019 hasta su incorporación a Diariomotor a finales de 2024. Seguir leyendo...

Vista lateral del Mercedes Clase G AMG 2018 en terreno rocoso.

El Mercedes Clase G es lo que parece: un gigantesco todoterreno puro, construido y diseñado desde cero para resultar 100% eficaz fuera del asfalto aunque, tras una profunda renovación, ahora también resulta apto para circular a altas velocidades en carretera sin que parezca que viajas en un fueraborda.

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