Cinco de la tarde. Finales de julio, casi agosto y Juanma y yo estamos parados a los pies de un pequeño cañón almeriense. Ante nosotros una estampa digna del Valle de la Muerte, en California, pero no, estamos en el desierto de Tabernas, en Almeria. Si ya has leído la prueba del BMW M4 Cabrio tenemos un bonus track en forma de pequeña selección de imágenes.
Un 6 cilindros sobrealimentado de 431 caballos, la posibilidad de disfrutar de su conducción sin techo y una genial puesta a punto de su chasis sumado a una bonita configuración donde el cuero rojo contrastado por la fibra de carbono reclama nuestra atención sobre una pintura azulada que se mueve a mitad de camino entre un tono mate y un tono perlado. Perfecto.
Por delante un día para ir de Madrid a Córdoba, de Córdoba a Almería y de Almería a Granada antes de volver a la capital. El desierto de Tabernas, las carreteras secundarias cercanas al Guadalquivir de Villa del Rio, los atardeceres del Cabo de Gata, Rodalquilar, la espectacular carretera de Sierra Nevada… todo para buscar las mejores tomas, para conocer a fondo al BMW M4 Cabrio.
¿El precio de este vitaminado pecado? Poco más de 100.000 euros que nos llevan a pensar maldades con el Porsche 911, que no será cabrio, pero es un 911, mientras esperamos la llegada de un nuevo Audi RS5 Cabrio y de, por primera vez, el Mercedes-AMG C 63 Cabrio.
Ahora sí, un vistazo a la trastienda de la prueba del BMW M4 Cabrio:
Villa del Río. Córdoba. Primera parada en nuestro viaje y primeras fotos.
No hombre, no es para tanto. Su consumo medio está entre los 10 y 11 litros a los 100 km.
Desde Córdoba nuestra intención era bajar directamente a Rodalquilar para hacer una sesión en su mina abandonada. Por el camino decidimos cambiar de destino y parar en el desierto de Tabernas:
Espectaculares los paisajes del desierto de Tabernas:
Las «chicharras» conseguían ensordecer el sonido del 6 cilindros:
¿Nos estaba afectando demasiado el sol del desierto… o era de verdad un vaquero eso que aparecía en el horizonte?
Resultó que el vaquero era fiel seguidor de la marca. Un quemado, uno de los nuestros:
Hora de poner rumbo al Cabo de Gata, ¡capota fuera!
El Cabo de Gata nos recibe con un atardecer espectacular:
La hora de la cena se nos echa encima. Un arroz caldoso nos espera en la Isleta del Moro:
No, no nos fuimos hasta Nürburgring con el M4… pero lo tenemos en nuestra lista de roadtrips pendientes:
Y de ahí directos a Sierra Nevada. Juanma ha pensado en una foto con la Vía Láctea de fondo:
Vuelta a casa y últimas fotos de detalles para terminar…
¿Cómo suena un BMW M4? Dale al play:
Sólo unos pocos días después, tras despedirnos del M4… llegaba un M3 a nuestro garaje. Pero esa es otra historia.