Una vez comenzada la comercialización de la nueva generación del Volkswagen Polo con la versión cinco puertas, el próximo paso es la llegada al mercado de la versión de tres puertas, que está presente en el Salón de Frankfurt. No será la más demandada ya que el plus de funcionalidad que ofrecen las puertas traseras es incuestionable, pero gracias a su estética ligeramente más lograda y dinámica tendrá su aceptación.
El cambio en todos los sentidos con la pasada generación (de código 9N y 9N3), que estuvo a la venta desde finales del 2001 hasta el presente 2009, es radical. Algo muy lógico, ya que se estaba quedando estancado ante la aparición de rivales más modernos. Con el nuevo VW Polo, la marca de Wolfsburg pretende volver al liderato del segmento de los utilitarios polivalentes de cuatro metros, no sólo en lo relativo a las ventas, sino también en cuestiones de imagen y calidad.
Las estrellas del Volkswagen Polo en cuanto a motores serán los 1.6 TDI en sus diferentes variantes (incluyendo la versión Bluemotion) y el 1.2 TSI. Por el momento no están disponibles motores de más de 105 CV, algo que en no demasiado tiempo se corregirá con la aparición de los 1.4 TSI y el acabado GTI. Tanto en seguridad pasiva como en seguridad activa es destacable en su segmento, ya que ha conseguido cinco estrellas EuroNCAP en las pruebas de choque y cuenta con ESP de serie, por ejemplo, cosas que cada vez vemos más habitualmente en la mayoría de segmentos y modelos.
El diseño destaca por su sobriedad y seriedad, como es habitual en la marca. A pesar de esta apariencia clásica, se hace sin duda atractivo y atemporal, sobre todo en los acabados más altos de gama y más si cabe en esta versión de tres puertas. Es innegable la influencia que ha recibido de su hermano mayor, hasta el punto de que algunos lo califican como mini-Golf, lo cual puede verse como una virtud o un defecto, aunque yo quizás me inclinaría más por lo primero.
Con las dimensiones actuales de la mayoría de utilitarios, hace tan sólo una década estaríamos hablando más bien de compactos, por lo que pueden servir en muchos casos como coche único para todo uso. El Polo no es una excepción con sus cerca de cuatro metros de longitud, y dentro encontramos acomodo holgado para cuatro adultos y un maletero bastante interesante.
El interior una vez más vuelve a recordarnos al VW Golf, tanto por sus formas y diseño como por sus materiales o ajustes, teniendo en cuenta las lógicas diferencias entre ambos. Uno de sus principales enemigos lo tiene en casa, dentro del mismo Grupo VW, con el Seat Ibiza.
El Polo, precisamente, se desmarca con un interior de mucha mejor apariencia visual que su pariente español, dando una sensación de calidad hasta ahora pocas veces vista en el segmento. ¿Serán suficientes todos estos atributos para aupar al Polo al podio de triunfadores en ventas, a pesar de su ligero mayor precio respecto a la competencia?
Volkswagen Polo de tres puertas en Frankfurt
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