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Cruce de pura sangre: BMW M3 y Nissan Skyline GT-R

Lo que tenéis ante vuestros ojos es uno de los mejores cruces automovilísticos posibles, lejos de prostituir un Porsche o acoplarle el capó de un Subaru a un Volkswagen Escarabajo. Lo que DBM Engineering – una empresa de preparaciones afincada en Holanda – ha hecho es trasplantar el bloque RB26DETT de un Nissan Skyline GT-R a un BMW M3 cuyo destino es la competición en circuito. Esta elección fue motivada porque el 3.2 de 321 CV de serie es imposible pasarlo de unos 400 CV sin retoques de importancia.

El motor del Nissan Skyline es un 2.6 de seis cilindros en línea y doble turboalimentación. Su potencia de serie es de 280 CV, pero es una unidad afamada por tolerar potencias mucho mayores sin compromisos para la fiabilidad. DBM Engineering estima en 600 CV el límite fiable sin tener que cambiar muchas piezas internas y perder durabilidad. Al fin y al cabo es un coche diseñado para carreras de resistencia, donde se exige un cierto compromiso con la fiabilidad. Lo que no implica que no se le haya metido mano.

Cruce de pura sangre: BMW M3 y Nissan Skyline GT-R

Mediante intercooler, un nuevo escape, algún refuerzo y un completo remapeado, han situado su potencia en los 400 CV. Con un cambio en los parámetros de la ECU dicha cifra puede aumentar unos 200 CV. Pero no solo de motor vive este coche. Hay muchos cambios que casi hacen que olvidemos al BMW M3 que una vez habitaba ahí debajo. Un enorme kit de carrocería ha permitido un ensache de vías y un incremento del agarre a alta velocidad, no hay más que ver los spoiler que lleva o el difusor trasero.

En el frontal, los faros se han ocluido y el izquierdo deja su hueco directamente al filtro del aire. El interior está completamente destripado y sólo queda un pequeño salpicadero de fibra de carbono en el que hay un pequeño cuadro de instrumentos digital. Mención aparte merece toda la “cacharrería” que hay en el maletero. Además de un tanque de gasolina de 110 litros de capacidad, hay un par de bombas de combustible y una bomba de aire que envía aire a la caja de cambios transaxle y el diferencial trasero.

Cruce de pura sangre: BMW M3 y Nissan Skyline GT-R

El equipo de frenos ha sido provisto por Stoptech, con discos acanalados de 355 mm de diámetros abrazados por pinzas de seis pistones en el eje delantero. En un par de vídeos los creadores del coche nos lo explican todo a la perfección, además de que podremos escuchar su sonido. Merece la pena.

Cruce de pura sangre: BMW M3 y Nissan Skyline GT-R

Cruce de pura sangre: BMW M3 y Nissan Skyline GT-R

Cruce de pura sangre: BMW M3 y Nissan Skyline GT-R

Vía: Jonsibal, DBM, Mondecreativestudios
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