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¿Llegó la hora de regresar a los pasos de rueda carenados?

El nuevo Volkswagen XL1 es tan innovador y sorprendente que os aseguro que a partir de ahora, tanto en Diariomotor como en nuestro spin-off más tecnológico Tecmovia, será uno de los protagonistas indiscutibles de este año. De los detalles que más ha llamado la atención cabe mencionar el de sus pasos de rueda carenados. La eficiencia manda y hoy por hoy uno de los métodos más efectivos para reducir las turbulencias y la resistencia aerodinámica de un vehículo pasa por extender la carrocería de este para cubrir los pasos de rueda.

Esta solución atípica no es ni mucho menos una innovación de Volkswagen y los ejemplos históricos que existen al respecto son muchos y no siempre están relacionados con la búsqueda de la máxima eficiencia y el mejor coeficiente aerodinámico. En cualquier caso parece que el nuevo panorama automovilístico que nos ha tocado vivir, en el que el ahorro de una décima de litro de combustible o un gramo de CO2 puede ser un éxito o una pírrica victoria, podría suponer el regreso de los pasos de rueda carenados a la actualidad.

Volkswagen XL1

No será la solución estética ideal pero sí una gran ayuda en términos aerodinámicos y por ende eficiencia.

En los últimos años nos hemos acostumbrado a conducir coches con grandes ruedas, llantas con mucho diámetro y neumáticos de bajo perfil, que si bien nos deleitan por su resultado estético, penalizan confort y eficiencia, siendo cuanto menos discutibles en este aspecto. Una llanta de poco diámetro y gran perfil, cubierta por un tapacubos carenado, es una solución cada vez más empleada por híbridos como el Toyota Prius. Pero los pasos de rueda carenados siguen siendo una aberración para aquellos que valoran mucho el apartado estético. Y, hablando con las estadísticas en la mano, hay que decir que esos siguen siendo una porción importante de los compradores españoles.

Pero últimamente hemos visto no solo la eclosión, sino también el afianzamiento, de modelos de estética “diferente”, véanse híbridos como el Toyota Prius, que han impuesto también una línea estética ecológica.

El comprador ya no solo se deleita con los cánones estéticos habituales sino que también busca mostrar al mundo su espíritu ecológico y tecnológico con automóviles que reflejen estas características desde su aspecto. ¿Por qué no elevar esta declaración de intenciones a un nuevo nivel?

Honda Insight

El Insight de primera generación o los Citroën GS y BX son buenos ejemplos de aplicaciones de pasos de rueda semi-carenados.

La estética por tanto está reñida con la eficiencia, pero cada vez menos. Los últimos ejemplos más notables de pasos de rueda carenados tenían su origen precisamente en esta búsqueda de la eficiencia. Aunque sea todo un desconocido en nuestro país, el Honda Insight de primera generación no solo se atrevió a lucir una carrocería de tipo Kammback (y mucho antes de que Toyota hiciera lo propio con el Prius), sino también a cubrir el eje trasero para mostrar algo menos de media llanta.

Esta idea también le serviría a Citroën para lograr un hito de la aerodinámica con su emblemático Citroën GS a comienzos de los años 70, con la combinación perfecta de las suspensiones hidroneumáticas. Hasta cierto punto el Citroën BX conservó estos pasos de rueda carenados y los mantuvo hasta mediados de los años 90. Hoy en día se siguen viendo bastantes BX rodando por Europa, siendo este uno de los turismos más extendidos de cuantos hayan empleado esta solución aerodinámica.

Pero también es importante para la deportividad o para la consecución de un reto. Si quisieras lograr una aerodinámica efectiva para lograr un récord de velocidad punta con tu automóvil, probablemente tendrías que empezar por carenar los pasos de rueda. Un buen ejemplo lo tenemos en la preparación Brabus E V12 “The Black Baron” que superaba los 370 km/h. Pero si Bugatti ha logrado superar con crece los 400 km/h sin carenar los bajos, y a tenor del resultado estético de estos, parece que no nos tendremos que acostumbrar a ver superdeportivos con esta solución aerodinámica.

Citroën BX

La vorágine ahorradora y la búsqueda de la máxima eficiencia conseguirá, probablemente, que el número de coches con pasos de rueda carenados aumente en los próximos años.

No me gusta hacer de adivino, ni mucho menos. Pero tras lo visto con el Volkswagen XL1 no me extrañaría que en los próximos años empecemos a ver cada vez más turismos, presumiblemente híbridos y eléctricos, que carenen los pasos de rueda para lograr la máxima eficiencia posible. El ejemplo del XL1 debería cundir y propagarse a otros modelos y marcas.

Mientras tanto las soluciones más comunes para mejorar la aerodinámica seguirán siendo la reducción de la sección delantera, los diseños de tipo Kammback y el carenado de bajos, parrilla y llantas para lograr un resultado estético acorde con los cánones más tradicionales en Europa.

PD: Aunque no quise extender mi análisis por otros derroteros, la mayoría de los automóviles con más historia y solera en Estados Unidos emplearon en alguna ocasión los pasos de rueda en mayor o menor medida carenados.

Brabus E V12 The Black Baron

En Diariomotor: Kammback y por qué son tan “feos” algunos híbridos

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