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G.P. de Malasia. El circuito de Sepang

A escasos 40 km. al sur de Kuala Lumpur, capital de Malasia, encontramos el Circuito Internacional de Sepang (Sepang International Circuit), el primer trazado completo que firmó el alemán Hermann Tilke en su etapa como diseñador para la F1 (1998), tras haber intervenido anteriormente en la remodelación de la tribuna Mercedes-Benz en el Nürburgring (Alemania), y la cuerda, zona de tribunas y torre de control del A1-Ring (Austria), ambos trabajos realizados en 1995.

Inaugurado en 1999, Sepang se sitúa sobre una antigua zona pantanosa, convenientemente adecuada y asentada para alojarlo —muy cercana a un aeródromo, ambos sitos en la parte meridional de la llamada Malasia Peninsular—, lo que ha originado algunos movimientos en su firme a lo largo de su historia reciente, que sin embargo no han tenido graves consecuencias.

Moderno y bien cuidado, Sepang es un trazado permanente que da cobijo además de al Gran Premio de Malasia de F1, a diferentes eventos automovilísticos asiáticos, así como a la prueba correspondiente del Campeonato Mundial de Motociclismo, en cuyo seno falleció en octubre de 2011 el piloto italiano Marco Simoncelli. Por todo ello, el asfalto malasio dispone de un grip de características muy idóneas para la disputa de carreras, adquiriendo el grado de muy abrasivo por las elevadas temperaturas que soporta.

Además, el carácter tropical del clima de Malasia, la enorme humedad reinante, cercana al 80%, dotan a Gran Premio de Malasia de unas peculiaridades sin parangón en el calendario de F1, lo que sin duda supone un aliciente extra para disfrutar de la segunda carrera de la temporada.

Como todos o casi todos los circuitos firmados por Tilke (tilkódromos), Sepang es un trazado donde prima la aerodinámica, y por ello es muy exigente con esta disciplina.

Su primer sector, que comienza en la recta de tribunas, está marcado por un inicio rápido y una profunda deceleración a la llegada a los primeros virajes, de velocidad lenta, que anteceden a una zona rápida donde destaca una curva amplia (la número 3) que permite alcanzar buena velocidad. El segundo, está definido por una consecución de giros amplios y enlazadas en las que la rapidez, la tracción y la estabilidad imponen su norma, que termina en dos curvas lentas (7 y 8) que desembocan en una de las zonas más lentas del circuito (curva 9) a través de una intesección recta de mediana longitud. A partir de ahí, se suceden una serie de enlazadas donde vuelven a primar la tracción y la estabilidad, que desaguan en la larga recta posterior y casi paralela a la de tribunas.

Inteligente y de velocidad media, Sepang es a priori un trazado de coches más que de pilotos, porque un buen equilibrio dinámico asegura siempre un buen resultado. Tiene una longitud de 5.543 metros y en todo caso, el circuito malasio es amplio y ofrece generosos espacios para los adelantamientos, fundamentalmente en sus dos grandes rectas. Al hilo, cabe resaltar que este año dispondrá de doble zona de DRS, que en el fondo, suponen una sola, muy golosa pero dividida en dos sectores, el primero de ellos situado en la larga recta posterior a la de tribunas, y el segundo, en la misma recta de salida y meta.

No obstante, la meteorología manda en Malasia, y desde que en 2009 Bernie Ecclestone se inclinara por proponer el restraso de la salida para hacer coincidir el inicio de la prueba con las horas punta de share, y Kimi terminara comiéndose un helado mientras se tomaba la decisión de cancelarla, la lluvia ha sido puntual protagonista salvo en 2010 y 2011, años en que faltó a su cita durante la carrera en sí. No ocurrió tamaña circunstancia en 2012, cuando se celebró una bonita prueba pero muy pasada por agua, que ganó Fernando Alonso, pero acosado por un soberbio Sergio Pérez que tuvo que declinar sólo cuando una fortuita salida terminó con sus opciones de arrebatar al asturiano de Ferrari el primer cajón del podio.

Sea como fuere, para este próximo Gran Premio de Malasia que se abrirá en unas horas, la lluvia ha comprado de nuevo boletos de primera fila para el fin de semana y especialmente para el domingo, lo que promete y en cierto modo asegura, tanto espectáculo como entretenimiento, en un circuito como Sepang, que en vez de desmerecer bajo la lluvia, se crece y permite que los pilotos tomen el relevo de sus máquinas sobre el asfalto, mientras dan las 56 vueltas necesarias para completar los 309,184 kilómetros que componen la prueba.

 

En Diariomotor: G.P. de Malasia. Los neumáticos y la lectura de la carrera

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