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¿Por qué los cambios de doble embrague siguen sin convencer en Estados Unidos? ¿Todo por culpa del sonido?

De vez en cuando nace algún automóvil de esos que te enamoran a primera vista, hasta que te percatas de que por desgracia no llegará a Europa y entonces te lamentas de no vivir en los Estados Unidos. Algo parecido me sucedió cuando se presentó el Dodge Dart. Es por eso que lo escogimos para nuestra recopilación de cinco vehículos muy “cool” que no llegarían a España en 2012. Pero lo más sorprendente es que el Dodge Dart ni llegará a Europa ni está siendo profeta en su tierra. Las ventas no evolucionan tal y como Chrysler había previsto y la culpa la podría tener una oferta de transmisiones demasiado europeas, más concretamente un cambio de doble embrague que dista mucho de lo que acostumbran a utilizar al otro lado del Atlántico.

Precisamente hoy mismo leíamos un artículo de opinión en Automotive News, un medio de referencia sobre la industria del automóvil en los Estados Unidos, en el que se apuntaba a que el problema de los cambios de doble embrague tiene mucho que ver con el sonido del motor. Según Larry P. Vellequette, el abajo firmante, desde pequeños aprendemos que un coche acelera haciendo “brum (pausa) brum (pausa)…” y por lo tanto entendemos que así es como debería sonar un coche cuando gana velocidad. Con esto quiere decir que la rapidez en la transición entre marchas de un cambio de doble embrague no comulga con la sensación intuitiva que busca el cliente medio estadounidense.

Pero, ¿lo único que importa es el sonido?

Un vídeo vale más que mil palabras. Véase este anuncio del DSG de Volkswagen y un chaval haciendo “brum-brum-brum”.

Sergio Marchionne (CEO de Chrysler-Fiat): “He decidido montar una transmisión europea en un modelo concebido para Estados Unidos para tratar de enseñarle a los americanos cómo mejorar los consumos”

Históricamente en los Estados Unidos ha existido una presencia mayoritaria de cambios automáticos, algunos de variador continuo y la mayoría por convertidor de par. En Europa se han impuesto los cambios de doble embrague que por su concepción física minimiza el retardo en la transición entre marchas a unas milésimas de segundo, por lo que el sonido sería más parecido a un “brum-brum-brum” continuo sin pausas ni tirones, aunque con un cambio de tono e intensidad entre marcha y marcha.

Pero aún así es un hecho: los cambios de doble embrague siguen sin calar en el comprador de los Estados Unidos. Volviendo al caso del Dodge Dart basta mencionar que su arranque comercial fue un tanto decepcionante. Aquellos que se apresuraron a entrar en el concesionario para probarlo en los primeros meses de su lanzamiento, se encontraron con que lo único que tenían disponible era un cambio manual (recordemos la fobia que tienen en el país al stick, la palanca de cambios de toda la vida) y un doble embrague, para más inri asociado a un motor 1.4 Turbo (en los motores superiores también se ofrece un cambio por convertidor de par de seis relaciones y más adelante llegará uno de nueve relaciones).

Sergio Marchionne (CEO de Chrysler-Fiat) llegó a reconocer en público – con mucha guasa – que él mismo “había decidido montar una transmisión europea en un modelo concebido para Estados Unidos para tratar de enseñarle a los americanos cómo mejorar los consumos”. Ahora bien, ¿es la marca la que tiene que convencer al cliente de que necesita su producto? ¿o la marca debe adaptarse a las necesidades y gustos de sus clientes?

Dodge Dart


En el Estado de la tecnología del automóvil en Tecmovia analizamos las alternativas al convertidor de par existentes en transmisiones y cajas de cambio.

En mi experiencia personal os diré que lógicamente el sonido importa y aunque al final el tacto y las sensaciones que te transmite un cambio dependerán en gran medida del enfoque del automóvil y de cómo ha desarrollado la marca un cambio por convertidor de par o de doble embrague. Últimamente he probado cambios por convertidor de par realmente rápidos y cómodos, hasta el punto de hacerme dudar si de verdad era tan necesario desarrollar transmisiones de doble embrague (generalmente más complejas, pesadas y caras).

Incluso en un deportivo de Altas Prestaciones, como es el Audi R8, he vivido la transición de un cambio por convertidor de par a un doble embrague con su actualización. Y, ¿sabéis qué? Lo primero que hice fue echar de menos aquel cambio lento con que se lanzó este deportivo, tan criticado entonces y sustituido ahora por un cambio mucho más efectivo que no solo hacía que este deportivo sea más cómodo, sino también más rápido. Echaba de menos aquel tirón al pasar de una marcha a la superior, ahora la sensación es completamente diferente.

También he probado cambios por variador continuo, que generalmente no son nada intuitivos y sí bastante antideportivos, que han llegado incluso a convencerme de que esta puede no ser una mala alternativa en ciertos automóviles.

Pero volvemos a la cuestión anterior. ¿Tendrán que acostumbrarse los norteamericanos al doble embrague o tendrá que ceder la industria, darse por vencida y reconocer la derrota?

Fuente: Autonews | Washington Post
En Tecmovia: Transmisiones y cajas de cambio [estado de la tecnología del automóvil]

Transmisión Doble Embrague

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