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Vídeo: aprende a abrir la puerta de tu coche a la "holandesa", un método que salva vidas, y evita accidentes

Como conductor, pero aún más como ciclista, me preocupa mucho la seguridad de los que nos movemos por la ciudad dando pedales. Me preocupa que no se respeten los límites de velocidad en carriles compartidos con ciclistas, me preocupa que no se respeten las distancias de seguridad en los adelantamientos y, sobre todo, me preocupan esos conductores que abren la puerta sin mirar, independientemente de que vaya montado en una bicicleta, o conduciendo un coche. Los accidentes que pueden producirse al abrir una puerta sin mirar pueden tener unas consecuencias terribles, se produzca contra un coche, o contra una bicicleta. Y es por eso que muchos proponen una solución excelente para evitar peligros, abrir la puerta a la «holandesa». Un método que, como su propio nombre indica, idearon en los Países Bajos, una región en el que el uso de la bicicleta está muy extendido, y no solo con fines lúdicos.

Desde la revista Outside Magazine nos explican, en un vídeo sencillo e ilustrativo, una idea que, más que un método, debería convertirse en un hábito para evitar accidentes. Antes de abrir la puerta del conductor, que es la que más riesgos entraña, por el hecho de ser la que en la mayoría de los casos está junto al carril por el que circulan los coches, y las bicicletas, siempre deberíamos comprobar si se aproxima algún vehículo. La estrategia más habitual, la que todos, entre los que me incluyo, seguimos, es la de mirar por el retrovisor y asegurarnos de que no se acerca ningún vehículo.

En los Países Bajos proponían una idea aún mejor para forzarnos, ya no solo a mirar el retrovisor, sino también a girar todo nuestro cuerpo para mirar atrás antes de abrir la puerta, y seguir haciéndolo incluso mientras la estamos abriendo, de manera que dupliquemos la comprobación y minimicemos riesgos. Para ello habría que accionar el tirador de la puerta con nuestra mano derecha, de manera que obliguemos a nuestro cuerpo a realizar el giro que nos permitirá mirar atrás para comprobar que no se aproxima ningún vehículo.

Esta técnica es aún más importante si viajamos en las plazas traseras. Deberíamos evitar salir por el lado contiguo a un carril por el que circulen coches pero, si fuera estríctamente necesario, deberíamos acostumbrarnos a seguir esta técnica para evitar sustos, máxime si tenemos en cuenta que en las plazas traseras no hay retrovisores. También ha de extremarse la precaución y evitar que niños pequeños salgan solos del coche.

La explicación comienza a partir del instante 0:42.

Tal y como leíamos en esta revista, y en el artículo de La Voz del Muro que recuperaba la historia, en Países Bajos esta técnica no es solo un consejo para los conductores, sino un hábito que se transmite desde el mismo momento en que un aspirante acude a la autoescuela para aprender a conducir.

Asegurarnos de que no se aproxima ningún vehículo cuando salimos de nuestro coche nos puede ahorrar una puerta destrozada, o un atropello realmente grave, amén del caso que nos ocupa, un accidente con un ciclista o un motorista, que son los más vulnerables en la carretera. Como ciclistas, y como motoristas, también deberíamos ser cuidadosos y no aproximarnos demasiado a los coches que están estacionados junto a la calzada.

Este tema ya lo hemos comentado en algún artículo, y también se hablaba de ello en los comentarios de esta entrada de Menéame. ¿Sabías que las bicicletas en ciudad pueden (y deben) ocupar todo el carril y no ceñirse al lado derecho del carril? En muchas ciudades, incluida Madrid, existen ordenanzas propias que recuerdan a los ciclistas que están obligados a circular por el centro del carril y no ceñirse al margen derecho de este. Y esa norma está presente, entre otras cosas, para evitar accidentes como el que nos ocupa.

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