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Control Stop: bendita nieve

Cuando menos se esperaba, dado el dominio de Volkswagen en el Monte-Carlo y la ausencia del único que les pudo toser allí (Sébastien Loeb), el Rally de Suecia nos regaló una de esas pruebas para recordar, con tres pilotos metidos en la lucha por la victoria hasta el último tramo: el campeón del mundo, un especialista y un outsider. Y aunque al final el resultado fue el previsible, tanto da.

Sébastien Ogier, que este pasado fin de semana igualó a Carlos Sainz en número de triunfos, curiosamente en un rally donde el madrileño siempre fue competitivo pero nunca se pudo llevar la victoria, probablemente se lleve el título con mayor facilidad que en 2014. Pero lo firmo si rally a rally se topa con un Mikkelsen o un Neuville dispuesto a incordiar (a la espera de que Jari-Matti Latvala se reencuentre con sí mismo).

Ahora bien, si alguien cree que veremos lo mismo que en Suecia en el resto de rallyes del Mundial de Rallyes, me temo que hay que poner algunos peros. El primero es que abrir pista sobre nieve, por mucho que se quejara Ogier es menos perjudicial que sobre tierra. Por ello me temo que sufrirá mucho en los rallyes a los que nos acercamos. ¿Bueno para el campeonato? Desde luego. ¿Justo? Uf… ¿Bueno para la lucha por las victorias? Ya veremos si abrir pista durante dos tercios del rally no es como pilotar con las manos atadas. Y sí, estoy defendiendo al malvado Ogier.

Luego hay que hablar también de los splits. Puedo estar de acuerdo en que la ausencia de ellos fue vital no sólo en la resolución final, pues Andreas Mikkelsen cometió su decisivo error cuando venía marcando idéntico parcial que el de Ogier, sino también en cómo Thierry Neuville dio la sorpresa colocándose líder el sábado por la tarde. Pero me temo que el efecto a largo plazo será limitado. Mikkelsen y Neuville vienen del IRC: vale, el nivel era menor, pero allí tampoco había splits. Y creo que Ogier si es el superclase que viene demostrando ser rara vez cometerá un error por no poder controlar a sus rivales como en sus años con Citroën cuando intentó echarle carreras a Loeb.

Por cierto, ya que hablo de IRC… Aunque Thierry Neuville y Andreas Mikkelsen procedan de él, pertenecen en mi opinión a dos clases de piloto totalmente distintas. Que Mikkelsen estuviera delante en Suecia entra dentro de la lógica y casi diría que más grato fue verle tutear a sus compañeros de equipo en la parte final de la temporada pasada. El error del último tramo sólo pone de relieve que tiene limitaciones.

En cambio hay algo de genio en Thierry Neuville. Aún no es regular y por ello Dani Sordo le ha puesto las cosas difíciles de forma puntual, pero cuando tiene el rally (Chipre 2011, Finlandia 2013, Alemania 2013 y 2014) hace magia. Dos expilotos del IRC que necesitamos que estén en el Mundial de Rallyes porque siempre será mejor eso que verlos en su casa (como Juho Hänninen), pero ahí se acaba la comparación.

Ya que estamos con Hyundai, probablemente la peor noticia para Dani Sordo fue que la marca coreana no pareció echarle de menos en Suecia. ¿En serio, podían optar a algo más que un segundo y un quinto de haber estado presente el cántabro? Paddon es solvente cada vez que se sienta en el i20 WRC y sólo falta ver si es capaz de mostrar «un puntito más». Sobre Abbring es mejor no sacar muchas conclusiones dadas las particulares circunstancias en las que se produjo su debut con Hyundai.

Citroën por su parte es una galería de los horrores. No seré yo quien pida perder una marca en el Mundial de Rallyes, pero no creo que en París estén dispuestos a seguir muchos años más a este nivel. Mads Ostberg estuvo cerca de la cabeza, pero sin meterse de lleno en la lucha por la victoria, hasta que metió la pata; Kris Meeke ni eso. ¿Hasta cuándo? Un equipo oficial de un grupo como PSA no debería depender del capricho de un piloto, por mucho que éste se llame Sébastien Loeb, para ser competitiva.

Por último algo habrá que decir sobre M-Sport. Ott Tänak hizo un buen rally logrando el cuarto puesto que se le escapó de forma absurda en el Monte-Carlo y Elfyn Evans terminó sexto. Ahora bien y siendo siempre conscientes de las limitaciones del equipo de Malcolm Wilson, necesitarán hacer algo más para convencer a un equipo oficial en el futuro. Visto el ejemplo de Thierry Neuville, el objetivo que deberían marcarse es la machada puntual de aquí a final de año para que Toyota se fije en ellos. Y Tänak parece mucho más capaz de ello que Evans…

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