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La historia de la semana: La última victoria de Robby Gordon en monoplazas

Robby Gordon es un personaje complejo, polémico, tan polémico en ocasiones como puede ser considerado en otras. Pero la realidad es que la lista de altercados en los que se ha visto envuelto es casi tan larga como la lista de declaraciones fuera de lugar que ha realizado a lo largo de los años. Pero antes de convertirse en la polémica versión que conocemos hoy en día, Robby Gordon fue un piloto competitivo en la CART, llegando a ganar dos carreras en 1995.

Debutando en la IndyCar en 1994, Jacques Villeneuve se había erigido como la nueva figura de la categoría norteamericana, desafiando al campeón en título, Al Unser Jr. Junto a ellos, un grupo potente de pilotos estadounidenses defendían el honor de las Barras y Estrellas. Bobby Rahal, Michael Andretti, Scott Pruett, Jimmy Vasser… y Robby Gordon.

El californiano empezó el campeonato de forma algo irregular, con varios abandonos aunque también una primera victoria en el circuito de Phoenix, por delante de Andretti y un descafeinado pero aún competitivo Emerson Fittipaldi. Gordon venía de un 1994 bastante fuerte con tres podios y un quinto puesto en las 500 millas de Indianápolis. También en el campeonato fue quinto.

Después de su victoria en Phoenix, Gordon recuperó la competitividad y a pesar de un abandono en Long Beach, en Nazareth se sacó una espléndida pole de la chistera y en carrera fue cuarto, solo por detrás de Fittipaldi -en su última victoria en la IndyCar-, Villeneuve y otro ex-piloto de Fórmula 1; Stefan Johansson. Las 500 millas de Indianápolis vieron a Villeneuve entrar en la historia de las carreras en Estados Unidos por delante del otro Fittipaldi, Christian, sobrino del bicampeón del mundo.

Gordon fue quinto otra vez, posición que repitió en la siguiente carrera, en Milwaukee. Así, el campeonato llegó a Belle Isle para el Grand Prix of Detroit para la octava carrera del año, en el que la pole position fue a parar a manos de un Robby Gordon que quería volver a las posiciones que él consideraba que merecía. En carrera debería defenderse de Al Unser Jr -segundo en parrilla-. Los otros rivales en los primeros compases eran menos competitivos y a priori no una amenaza.

Pero en la salida, Paul Tracy sorprendió a Unser Jr y empezó su ofensiva contra el líder de carrera pero el campeón en título demostró su poderío. Adelantó en pocas vueltas a todos los rivales y tomó el liderato aunque Andretti le seguía con hambre de victoria. Pero como siempre, los periodos de bandera amarilla lo cambian todo y la estrategia pasa a ser primordial.

Aunque Robby Gordon no tenía el mejor ritmo del día de carrera, si tuvo un ritmo para estar arriba y una estrategia que funcionó mejor con el desarrollo de la carrera. Finalmente, consiguió imponerse por delante de Jimmy Vasser y Scott Pruett, completando un podio totalmente estadounidense, el primero de la temporada. Para Gordon, esta segunda victoria le convertía en el tercer hombre en repetir triunfo en 1995.

Además, gracias a los puntos obtenidos, volvía a meterse de lleno en la lucha por el subcampeonato con Unser Jr, Rahal y Vasser, quien le había acompañado en el podio de Detroit. El campeonato se desarrollaría con algo más de regularidad para Gordon a partir de entonces, aunque sin resultados espectaculares. Solo consiguió volver a subirse al podio una vez más pero estuvo a menudo en los puntos.

Esto hizo que llegar a la última carrera del año en Laguna Seca cuarta posición del campeonato a un solo punto del tercer clasificado -Al Unser Jr había recuperado en los compases finales y tenía opciones incluso de título- pero un mal día le dejó sin puntos y sin un tercer puesto final que habría sido más que merecido. De hecho, incluso cayó hasta la quinta posición, superado por Michael Andretti gracias a su cuarto puesto. Tras 1995, Gordon no acabó de volver a brillar en monoplazas y lo demás, como suele decirse, es historia.

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