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Christina Nielsen, retrato de una campeona

Con tan solo 24 años, Christina Nielsen se ha convertido en campeona de la categoría GTD del campeonato IMSA de resistencia. No es una piloto más o un título más de los centenares que se reparten cada temporada ya que se trata del primer campeonato profesional conquistado por una mujer desde que Margie Smith-Haas se hiciera con el extinto American Cities Racing League en 1994.

Dentro de la escasez que el género femenino tiene en el mundo del motor, especialmente detrás del volante, son varias las que han rozado el éxito. Cathy Muller, hermana del campeón del mundo de turismos Yvan Muller, llegó a ganar carreras de Formula Renault y Formula 3 en unos complicados años 80. Dicen los que la vieron correr en directo que la madre de Max Versappen, Sophie-Marie Kumpen, nacida en una familia entregada al Motorsport, volaba sobre su Kart, poniendo en jaque a pilotos que acabarían llegando a Formula 1, como atesoran tablas de resultados de la época. Simona de Silvestro tuvo el título de la Atlantic Championship en sus manos durante varias vueltas hasta que un rival la dejó fuera de carrera. Curiosamente, el perfil de Christina es diferente. Hija de Erik-Lars Nielsen, hombre de negocios y amante de la competición que ha llegado a competir en las 24h de Le Mans, Christina se subió a un kart por primera vez a los 13 años, quedando enamorada y compitiendo desde entonces a distintos niveles.

A sus 18 años dio el salto a los Formula comenzando con un pequeño Formula Ford construido por la empresa Aquila, la empresa que había adquirido su padre años atrás. También pasó por el ADAC Formel Masters, posiblemente la Formula de iniciación que más chicas ha visto pasar. Allí compartió pista con el hoy piloto de Formula 1 y campeón del DTM Pascal Wehrlein, y con pilotos de primer nivel en los GT, como Sven Muller, Maximilan Buhk o Mario Farnbacher. A diferencia de ellos, sus resultados fueron modestos, lo que frenaría a muchos pilotos a la hora de continuar en un mundo en el que cada temporada significa un gran desembolso de dinero rara vez recuperable.

Pero Christina siempre tuvo clara sus prioridades. No idealizó la posibilidad de ser campeona del mundo de F1, únicamente se centró en ser piloto, en buscar su sitio, justamente donde muchos otros fallan. En 2012 comenzó su andadura en el mundo de los GT compitiendo en otra gran escuela de campeones, en la Porsche Carrera Cup alemana. En 2013 pasaría al ADAC GT Masters en lo que fue su primera competición donde se compartía el coche, lo que le permitió contar con maestros excepcionales durante todo el año. Allan Simonsen, Marco Seefried, Kuba Giermaziak, Sean Edwards, Nick Tandy… Desafortunadamente, estas clases avanzadas que permitieron a Christina aprender de diversos pilotos de enorme talento hasta acabar ganando el trofeo reservado a los Gentleman Drivers, no entraban en lo planeado, sino que fueron consecuencia del fallecimiento de Allan Simonsen durante las 24h de Le Mans.

De la noche a la mañana Christina perdía a su compañero, a su coach, a su amigo. Allan había compartido vehículo con el padre de Christina en pasadas ediciones de las 24h de Le Mans, momento en el que se cimentaron grandes relaciones entre la familia hasta el punto de aceptar el reto de enseñar a una piloto novata. Como si de una película de terror se tratase, apenas unos meses después, la semana posterior a haber realizado su primera carrera en suelo estadounidense en el prestigioso Petit Le Mans, Christina despertaba con otra terrible noticia, el fallecimiento de otro de sus compañeros, Sean Edwards. A sus 21 años, Christina saboreó lo mejor de la competición y lo peor. Los viajes, la adrenalina, las celebraciones, los trofeos y trágicamente, la pérdida de compañeros.

 

Pese a estos sucesos que harían tambalear las mentes de los más fuertes, Christina siguió adelante, siempre con sus compañeros en el recuerdo. En 2014, Christina compitió en varios campeonatos de forma parcial, como European Le Mans Series, Pirelli World Challenge, las pruebas de larga duración del IMSA y a tiempo completo, Porsche GT3 Cup USA, donde subió al podio en varias ocasiones. Pero sería en 2015 donde Christina comenzaría a destacar. Nielsen comenzó un ambicioso programa con TRG-Aston Martin que le llevaría a realizar a tiempo completo tanto el campeonato IMSA como la Pirelli World Challenge a bordo de un Vantage GT3.

La regularidad fue la clave durante todo el campeonato, consiguiendo hasta cinco podios que hicieron llegar a la cita final como líder. Un Petit Le Mans anegado por la lluvia fue el encargado de decidir el título. Con lo que no contaron, fue con que el director de carrera pararía la prueba y la reiniciaría en varias ocasiones hasta que sin previo aviso, dijo que no se reiniciaría más. Esto dejó a los equipos descolocados, ya que algunos, como el caso de Christina, acababa de entrar a boxes. Con el momento arbitrario de finalizar la prueba, Christina finalizaba novena lo que le hacía perder el trofeo por dos puntos. Una manera de decidir el título impropia de un campeonato de primer nivel, pero que sin embargo, sucedió. Christina perdió una gran oportunidad si bien el destino le ha permitido resarcirse solo un año después.

Christina comenzó 2016 con cambio de aires anunciando un doble programa. En IMSA, lucharía por el título de GTD a bordo del nuevo Ferrari 488 GT3 acompañado de Alessandro Balzan. En las European Le Mans Series, competiría con un Ferrari 458 GTE dentro del equipo Formula Racing, el cual solo cuenta con pilotos daneses y que además le permitiría participar en sus primeras 24h de Le Mans. Pese a que la temporada 2015 superó las expectativas y parecía difícil de superar, el año empezó sobresaliente con una victoria en las 12h de Sebring, acompañados de dos podios consecutivos más hasta una nueva victoria en las 6h de Watkins Glen, momento en el que de nuevo Christina Nielsen volvía a ser favorita al título. Finalmente, y sumando dos podios más, Christina Nielsen consiguió el ansiado título tras llegar con más ventaja que en 2015 y haciendo historia en el automovilismo internacional, acabando por delante de pilotos que en el pasado fueron más rápidos que ella y quitándose el mal sabor de boca de 2014. Christina es ya historia del automovilismo por ser una chica ganadora o como tanto le gusta recalcar a ella, por ser una piloto ganadora que además es mujer.

Foto | Courtesy of IMSA

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