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Carlos Sainz y el sentimiento de querer algo más que un doblete y un nuevo contrato

De lejos era el miembro del equipo más serio después del primer doblete de la Scuderia Ferrari desde 2019. Algo le rondaba en el interior del estómago de Carlos Sainz durante todo el fin de semana, comenzando por esa diferencia de tres décimas que había mantenido sobre él Charles Leclerc durante los entrenamientos, seguido por esa pole que se escapó el sábado por poco más de una décima o esa línea que se fue por apenas 9 milésimas. Sí, el domingo consiguió alcanzar la segunda posición después del problema en el RB18 de Max Verstappen, pero el madrileño no pudo ocultar en ningún momento ese aspecto autocrítico que siempre ha venido ligado al apellido Sainz en las carreras.

El propio Martin Brundle se dio cuenta de esa seriedad en las respuestas de Carlos después de admitir que tenía deberes por hacer en los próximos días si quería rendir de la forma que él se exigía a sí mismo. Sonrió para las cámaras, saludó uno a uno a todos los mecánicos, e incluso no dudó en fundirse en un abrazo con Charles para felicitarle por su victoria y compartir la alegría del trabajo bien hecho en el F1-75, sin embargo, esa sensación de no estar completamente satisfecho seguía rondándole en la cabeza y no lo ocultó en ninguna de sus declaraciones.

En la FP1, FP2 y FP3 estuve muy por detrás, lo más lejos que he estado nunca en Ferrari, y por eso incluso con un 1-2 que marcamos, no estoy del todo contento con el fin de semana. Como piloto de Ferrari, ha sido mi fin de semana más difícil y solo demuestra que necesito bajar la cabeza, entender este coche, entender dónde está Charles marcando la diferencia con su conducción y la forma en que se acerca a las curvas y maneja los neumáticos – Carlos Sainz

Ferrari es consciente de que tiene un monoplaza ganador en este arranque de temporada, y con la siempre duda de cómo evolucionará el año sabiendo que sus rivales ahora pueden tener la guardia baja, parece normal que se produzca este inconformismo por parte de sus pilotos titulares. No es nuevo en el caso de Carlos Sainz Jr., ya lo vimos en Mónaco el año pasado tras no poder pelear por la Pole Position después del accidente de Leclerc, el cual a la postre se llevó una primera posición de salida que nunca pudo disfrutar.

En el caso de Carlos ese sentimiento se refuerza por su trayectoria en competición, por ese ultimátum dado por Red Bull que estuvo muy cerca de no cumplirse a pesar de salir campeón de la Fórmula Renault 3.5, de esa comparativa eterna con Max Verstappen, de ese movimiento a Renault para buscar el status de piloto que quería lejos del foco de la firma de las bebidas energéticas y posteriormente esa continúa comparativa con Lando Norris en una escudería británica, casi teniendo un déjà vu con lo que pasó su padre en Prodrive con Colin McRae, aunque siempre reflejando su gran relación de amistad con su compañero en Woking.

El salto a Ferrari fue ese tren que sólo pasa una vez en la vida, y una vez tomado, Sainz ha demostrado una y otra vez que no está dispuesto a dejarlo pasar, ni tan siquiera, aunque siga en el horizonte el apellido Schumacher con Mick. El año pasado no desentonó en la comparativa directa con Leclerc y aportó esa regularidad que muchas veces le falta al monegasco y que le suele pasar mucha factura a la hora de hacer el recuento del año.

«El nuevo contrato está cerca, muy cerca, muy muy cerca, está casi ahí, que lo diga Mattia«, fue seguramente la frase en la que más se vio sonreír a Sainz durante este fin de semana. Sainz quiere seguir en Ferrari y la Scuderia quiere que el español siga, por lo que parece que, tras llegar a un acuerdo verbal en cuanto a los términos, la renovación está más que encaminada y debería asegurarle el asiento a Carlos por una temporada más y otra opcional.

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