El mes de agosto no ha sido un mes de buenas noticias para los pilotos españoles, a pesar del anuncio del fichaje de Carlos Sainz por McLaren. El piloto madrileño perdió primero su volante en Renault y luego no fue el hombre elegido para Red Bull, lo que le llevó a la ‘única’ opción de ir a Woking. En cuanto a Fernando Alonso, es más debatible si su marcha de la Fórmula 1 es una buena noticia, aunque desde luego no en concepto en la categoría reina. El agosto terrible de los españoles siguió en la sesión clasificatoria del GP de Bélgica, con ambos quedando eliminados en la Q1. Aunque Sainz y Alonso terminaron en décimo sexta y décimo séptima posición respectivamente, ganarán dos puestos por las sanciones a Bottas y Hülkenberg por cambio de componentes.
Los problemas de Carlos Sainz en la sesión clasificatoria del Gran Premio de Bélgica fueron inesperados incluso teniendo en cuenta lo poco competitivos que han sido los Renault a lo largo de todo el fin de semana. La velocidad de los motores Mercedes y Ferrari han pasado por delante pero incluso los propulsores Honda estuvieron prácticamente en Q3, dejando atrás a todos los coches con los motores franceses excepto los Red Bull. En parrilla, la diferencia entre Sainz y Hülkenberg será de una sola posición pero la ausencia del español en Q2 es un golpe moral en un año en el que está rindiendo por debajo de lo esperado, siendo claramente hatido por su compañero. Para mañana, el objetivo será intentar acercarse a los puntos aunque tiene pinta de carrera difícil.
Me ha sorprendido mucho, creía que éramos el décimo o undécimo coche más rápido pero ha sido llegar a la quali y hemos visto que el coche no era el que llevo conduciendo todo el fin de semana. El equipo lo ha visto y tenemos que entender qué pasado. Si no hay confianza y no hay ‘grip’, es imposible. Va a ser una prueba dura, pero hasta ahora el fin de semana estaba yendo bastante bien, hace tres horas estaba contento con el coche, el motor, la velocidad punta… y ha sido llegar a la Q1 y empezar a tirar para dar una vuelta rápida y el coche no iba como todo el fin de semana. He tenido que volver a boxes y he pensado que se iba a arreglar para el segundo set, si era un set defectuoso. Pero he intentado hacer lo mismo que todo el fin de semana y no ha funcionado. Si mañana tenemos el mismo ritmo que todo el fin de semana, deberíamos poder remontar.
A lo largo de todo el fin de semana, había quedado claro que el McLaren iba a sufrir, y los entrenamientos libres mostraban una imagen preocupante de los coches naranjas. Los entrenamientos clasificatorios fueron igual de complicados y ni siquiera la ayuda mutua de los pilotos del equipo de Woking sirvió para poder evitar la caída en Q1. Fernando Alonso salvó los muebles con una décimo séptima posición, mientras Stoffel Vandoorne quedaba último y demostraba la ‘hazaña’ del asturiano. A pesar de todo, está claro que por lo menos en velocidad pura el MCL33 no es un coche competitivo. La esperanza de Alonso es la de que el ritmo de carrera pueda ser suficiente como para luchar por los puntos. La esperanza es lo último que se pierde…
Hacemos lo que podemos, he hecho rebufos toda mi vida, en Ferrar y en McLaren, soy un hombre de equipo. No teníamos grandes expectativas, sabíamos que iba a ser una clasificación complicada y que sería difícil pasar el primer corte. Hemos estado así en otros Grandes Premios y luego, los domingos conseguíamos punts. Sabemos que Spa y Monza son dos fines de semana complicados, habrá que atacar en Singapur o en otros circuitos que nos vayan mejor. En 2004, Schumacher ganó el campeonato en Hungría. Los resultados no cambian mi decisión. Soy un chaval de Oviedo que ha conseguido dos campeonatos del mundo. Estamos octavos, no podemos pedir más.
