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Entrevista a Carlos Checa. "Al final tendremos que ponernos los Dodotis en el Dakar"

Nunca se ha ocultado que uno de sus deseos después de abandonar la competición activa en circuitos era el de correr un Dakar. Surgieron muchos rumores, los años pasaban, pero Carlos Checa no terminaba de dar el paso. Su estreno en el rally en la pasada edición 2022 se convirtió en una oda completa a la carrera y a todos esos aventureros que antes que ellos habían decidido dar el salto al vacío que suponía correr la prueba africana, prácticamente sin importar del lugar del que procedieran.

Si Danilo Petrucci nos dejó con el corazón agarrado con las dos manos con esas lágrimas de emoción y felicidad mientras decía que “he dejado mi huella dentro del mundo de las carreras” al conseguir su victoria parcial, Checa supo trasladar esa energía y positivismo que siempre le acompaña a cada una de sus declaraciones, incluso después de las etapas más duras o del día en el que su MD Optimus 4×2 se puso a dar vueltas de campana sobre la arena mojada.

Con el 2022 todavía en el recuerdo en estos últimos días de diciembre, Checa sigue trasladando esa energía en esta nueva etapa con el equipo Astara y con Marc Solà a su derecha. Nuevo equipo, nuevas ilusiones y más herramientas a su disposición. El año pasado le tocó esa parte romántica del Rally Dakar, este año la telenovela se tornará un poco más picante y veremos la capacidad que tiene el catalán para exprimir toda su velocidad en el desierto. La meta en el Golfo Arábigo queda lejos, concretamente el 15 de enero y después de más de 4.700 kilómetros cronometrados. ¿Quién dijo miedo?

Entrevista a Carlos Checa – Equipo Astara:

Pregunta: Vienes de un proyecto prácticamente familiar y te subes a un buggy que ya ha demostrado ser competitivo y a una estructura mucho más grande como la de Astara con pilotos como Óscar o Laia, ¿cómo has digerido este cambio?

Respuesta: Sí, la verdad es que el año pasado me lo pasé muy bien. Fue una primera participación con, como has dicho, un equipo muy familiar, pero con un ambiente muy romántico por otra parte, con un vehículo que se han hecho prácticamente ellos desde cero, en concreto Antoine Morel, y bueno, estar dentro de esa estructura pues tuvo su particularidad. Evidentemente, a nivel de experiencia, a nivel técnico, no era el máximo, pero para empezar fue una experiencia muy positiva que volvería a repetir… en el caso de tener que volver a comenzar… pero cómo no es así, lo que a mí me interesaba era apuntarme a un proyecto más competitivo, de otro nivel, y eso es lo que me da Astara, que me ha salido la oportunidad y estoy muy agradecido de poder estar en él. En muchos aspectos es mejor, a nivel de equipo, de vehículo y de copiloto, que es una persona más experta y que en conjunto creo que vamos a ser más competitivos.

P: ¿Cómo ha sido ese cambio de buggy a otro coche con base como la del Century? ¿Cómo adaptas tu pilotaje?

R: Lo bueno es que ya el año pasado pude correr con un buggy y tienes que jugar con el desinflado, el inflado, con el gas… tienes que ir mucho más seguido, no te permite tantos errores, tienes que llevar una velocidad más alta, mientras que un 4×4, o un vehículo más ligero te permite entretenerte un poco más, este da un poco menos de margen. Pero por otro lado tiene una estabilidad, una respuesta de motor que también te ayuda. La verdad es que la primera vez que lo probé, pues a medida que fue encontrándome… pude ver que el último día ya me encontraba super-bien. Es cierto que no es un vehículo nada fácil, en las dunas tienes un poco menos que visibilidad incluso respecto al Optimus del año pasado y eso lo hace más complicado en algunas zonas, especialmente donde tienes que atacar algunas dunas altas porque pierdes la visión de la cresta. Lo tienes que solventar un poco con la habilidad, el saber colocarte, la ayuda del copiloto… Al final cuatro ojos ven mejor que dos y tenemos que estar atentos especialmente en esas zonas. Esa va a ser también una parte de nuestro reto. Afrontar estas dunas con este vehículo porque es más exigente

P: Y los cambios en el Dakar, ¿Qué te parece esas etapas más largas…?

R: Lo veo bien, al final tendremos que ponernos los dodotis… el año pasado no los utilizamos, pero creo que está bien. Las etapas en las que más me divertí fueron las más duras, las más exigentes. Aquellas en las que, cuando terminábamos decía “¡Ah! ¡Qué bien!”, cuando había un poco de todo, navegación, dunas, caminos rotos, etc. Algunas putadas que te encuentras y esas eran las etapas duras, lo que yo entiendo como es el Dakar. Una carrera que desde que era pequeño yo vivía y que me gustaría vivir dentro de un coche. Pero también tuvimos otras un poco más lights…

P: ¿…y la eliminación de los repostajes?

R: A ver, en una moto siempre son duras, porque es cierto que en un automóvil se lleva todo mucho mejor. Sin embargo, sí va a ser más duro este 2023, no va a haber esos 20 minutos de repostaje y de neutralización, hacemos otro recorrido hacia el sur, muy al sur del Empty Quarter, donde habrá una arena y unas dunas muy particulares… y cosas que no sabemos, porque al final el espíritu del Dakar es que sea una carrera abierta, desconocida y que todo el mundo la interpreté de la mejor manera, por navegación y por habilidad de conducción de cada. Que gane el más hábil, el más listo, pero sobre todo hay que entender muy bien la carrera, conocer los límites de cada uno y no tener prisa.

P: ¿Tendrás que cambiar mucho tu forma de correr?

R: No me planteo hacer una carrera muy diferente, porque al final, a parte de la volcada que fue circunstancial porque fue debido a un sumatorio de factores que te hacen cometer el error. Una es desconocer el coche, sobre todo en esa zona en la que volcamos. Era una tierra húmeda, que había llovido, eso hizo que se enganchara más, tener pocos bajos en el motor, eso me hacía llevar una velocidad más alta para que no bajara de vueltas y tener que meter una marcha menos porque había mucho calaje de una relación a otra… pero el resto yo creo que no hicimos grandes errores. Al contrario, más aciertos. No quiero que eso marque la manera de plantear la carrera. Me gusta correr, me gusta ir rápido, asumo el riesgo, sé que pueden pasar cosas… Podemos volver a chocar, pinchar una rueda, perdernos, porque también tuvimos pérdidas importantes, pero bueno, es parte de esta carrera y yo la afronto con la máxima energía, el máximo entusiasmo, porque si pasan estas cosas, saber resolverlas rápido es vital. Tengo la confianza en el equipo, copiloto y vehículo a un nivel superior y eso me va a permitir competir a un nivel más alto y, sobre todo, claro, tenemos un año de experiencia.

Entrevista a Marc Solà – Copiloto de Carlos Checa

Pregunta: ¿Cómo está siendo tu adaptación a esta nueva etapa deportiva tras la moto y el Side-By-Side?

Respuesta: Es mi tercer año después de la moto. Al final cambia, la velocidad en un coche es mayor, es diferente. Aquí al final tienes siempre la presión de si fallas, todo el mundo se pierde en un punto o en otro pues a veces cuesta, especialmente por el equipo. En moto al final eres tú y a veces es más complicado en ese sentido, en hacerle entender toda la información a él.  También tratamos de encargarnos del sistema de inflado y desinflado, aunque sea algo que podemos hacer entre los dos. Siempre intentamos que no suelte las manos del volante, pero él también sabe sus preferencias, si le gusta ir más desinflado en un terreno que en otro y si se siente así más cómodo

P: ¿Has tenido que empollar y trabajar mucho la mecánica de este Astara 01 Concept?

R: Al final este coche tampoco es que tenga mucha mecánica ni problemas de fiabilidad. Al final cambiar lo básico, los lazos, alternadores, todo esto y es lo que tenemos que tener cuidado de revisar. Por suerte también me defiendo bastante bien en la mecánica en mi caso, pero bueno, tenemos que revisar todo lo que puede pasar en el apartado mecánico y si pasa algo poder sustituirlo rápidamente

P: Un dakariano como tú, ¿cómo viviste los problemas de seguridad que la carrera tuvo en la edición pasada?

R: Sabíais mucho más vosotros que nosotros, yo personalmente allí no me enteré de nada. Sí que después empezaron a venir rumores, WhatsApps desde España sobre lo que se decía en las noticias, pero en ningún momento estuve inseguro. Sabe muy mal ir a un país y que pase en estas cosas, pero al final no se pueden evitar. Este año hacen lo de los chárter para ir directos allí y que no haya ningún problema, por lo que la sensación dentro del vivac de inseguridad es cero.

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