Polémico como el que más, el reglamento de los vehículos N5 nació para dar posibilidad a que los fabricantes que no contaban con un R5 homologado pudieran competir en los distintos Campeonatos de España gracias a una normativa técnica que pretendía igualar las prestaciones de todos los modelos a través de la utilización de ciertos elementos estándar , todo ello a la par de mantener unos costes controlados y por debajo de los vehículos FIA de tracción total que estaban llamados a ser los grandes protagonistas en la lucha por la victoria.
Tanto el CERT como el Nacional de Asfalto ya han sido testigos de victorias de vehículos N5, categoría que hasta ahora se había mantenido con un grupo de modelos reducido (Citroën DS3, Peugeot 208, Renault Clio, Ford Fiesta y Suzuki Swift), pero que durante las últimas semanas ya se ha anunciado que contará con nuevos integrantes. Mientras que el KIA Rio N5 que pilotará Ángel Paniceres a partir del próximo Rallye Princesa de Asturias ya se dejó ver en forma de boceto, ahora le toca el turno al Peugeot 308 N5 encargado por Mavisa Sport al preparador leonés RMC Motorsport.
A principios de semana, Efrén Llarena y Sara Fernández se desplazaban hasta las instalaciones de Caboalles de Abajo para poder realizar los primeros kilómetros a su volante. En principio, esta variante de competición del modelo francés estaba destinado a que el burgalés realizara junto a la cántabra la Copa N5 de RMC, aunque tras la decisión de Roberto Méndez de suspenderla después del problema surgido con las manguetas en el Rallye do Cocido todo este programa quedó en el aire hasta la decisión del tres veces Campeón de España de Montaña de reactivar las actividades en ambos nacionales.
Llarena se encuentra disputando esta temporada la ERC Junior U27, dejando en Canarias grandes tiempos hasta el accidente que les obligó a abandonar. Durante los últimos meses, además de este programa continental, Efrén lo ha complementado con apariciones en otras competiciones, entre ellas la 208 Rally Cup o el Rally Serras de Fafe para no perder ritmo competitivo. La intención de competir con un N5 viene dada por la necesidad de adaptarse a la conducción de un vehículo de tracción total con el que seguir dando pasos en su carrera deportiva.
En cuanto al vehículo, el Peugeot 308 N5 cumplirá con el reglamento de la categoría, en un concepto distinto al que hasta ahora hemos visto con las dos versiones de dicho modelo bajo la normativa del TCR (la primera de ellas adaptada del 308 Racing Cup). Curiosamente, el propulsor del modelo de serie más potente, el Peugeot 308 GTi ha sido el corazón de una gran cantidad de vehículos de competición creados bajo reglamentos similares, incluidos los N5 o Maxi Rally españoles, por lo que la adaptación de la parte mecánica a las dimensiones del vano motor parece que en esta ocasión habrá sido mucho más sencilla.
La diferencia en cuanto a las carrocerías sí que es evidente respecto al resto de vehículos N5 que hemos visto hasta el momento y sin ir más lejos, estamos hablando de que es 30 centímetros más largo que el Peugeot 208 cinco puertas o casi 20 respecto al Renault Clio.
