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Toyota conquista al fin Le Mans con Fernando Alonso, Sébastien Buemi y Kazuki Nakajima

Treinta años de sinsabores en La Sarthe llegaron a su fin este domingo al alcanzar por fin Toyota su ansiado primer triunfo en las 24 Horas de Le Mans. Fernando Alonso, Sébastien Buemi y Kazuki Nakajima fueron los privilegiados tras una carrera en la que al menos la marca japonesa nos ofreció pelea entre sus dos TS050 HYBRID LMP1 a falta de rivales competitivos.

Pese a los dos errores de Buemi y Nakajima bajo ‘slow zone’, que derivaron en sendos ‘stop and go’ (el segundo de ellos neutralizado al ser también penalizado el coche #7), Fernando Alonso lideró la remontada con un relevo descomunal de madrugada. El asturiano pasó de estar a más de dos minutos del liderato a entregar el coche #8 a 40 segundos de la cabeza. Y el liderato terminó llegando por la mañana, donde además una serie de Safety Cars favorecieron sus intereses.

El desenlace no estuvo exento de drama. Al fin y al cabo seguimos hablando de Toyota en Le Mans. Primero a la hora de realizar el cambio de pilotos en el coche líder, Kazuki Nakajima aceleró e hizo girar sus ruedas en el aire, algo prohibido por el reglamento. La sanción flotaba así en el ambiente y amenazaba con apretar el final de carrera. Pero un error descomunal de Kamui Kobayashi decantó definitivamente la balanza a favor del #8: el japonés se pasó la entrada a boxes y debió completar un giro extra sin carburante, recibiendo posteriormente dos sanciones por exceso de consumo y stint excesivamente largo. Al final sólo Mike Conway y Fernando Alonso estuvieron exentos de errores en el equipo Toyota. Y el español dio así un paso más hacia completar la Triple Corona.

Ante la debacle de los LMP1 privados, el tercer escalón del podio recayó en el Rebellion R13 #3 de Mathias Beche, Thomas Laurent y Gustavo Menezes, que superaron problemas de embrague y pérdida de piezas en el suelo del prototipo diseñado por ORECA para imponerse a sus compañeros de equipo del #1, retrasados desde el inicio de carrera por el tremendo error de cálculo de André Lotterer en la salida.

Con el plantel de LMP1 privados diezmados (hasta rompió motor en la última hora el BR1 #11 con Jenson Button al volante tras rodar descolgados toda la prueba), el quinto puesto absoluto recayó en el vencedor en LMP2. Y éste fue indiscutible G-Drive dominó la prueba de cabo a rabo, imponiéndose Jean-Éric Vergne, Roman Rusinov y Andrea Pizzitola con tres vueltas de ventaja sobre la competencia, Signatech Alpine y Graff-SO24. Juan Pablo Montoya finalmente fue quinto al volante del United Autosports #32.

La categoría GTE-Pro tuvo mucha pelea pero por desgracia no tanta historia en lo que respecta a la lucha por la victoria. Muy pronto un Safety Car y las ‘slow zones’ pusieron la carrera de cara al Porsche #92, decorado con el mítico diseño ‘pink pig’. Y su trío de pilotos, Michael Christensen, Kevin Estre y Laurens Vanthoor, no desperdició la oportunidad. Se vio acompañado en el podio por el Porsche #91, que inexplicablemente se libró de una penalización por las maniobras defensivas al límite del reglamento protagonizadas por Fred Makowiecki, siendo tercero el Ford #68. Poco pudo hacer por meterse en la lucha por los puestos de honor Antonio García junto a Jan Magnussen y Mike Rockenfeller, finalizando quintos, mientras que el saltarse un semáforo en rojo a la salida del pitlane mató las opciones del Ferrari #71 de Miguel Molina, Davide Rigon y Sam Bird mató, 10º.

En GTE-Am Dempsey-Proton Racing se hizo con el triunfo pero no con el coche que se antojaba favorito. Ganó el #77 de Matt Campbell, Julien Andlauer y Christian Ried por delante de dos Ferrari 488, el #54 de Spirit of Race y el #85 de Keating, que se sobrepuso a una salida de pista en las últimas horas de carrera.

Foto | Toyota GAZOO Racing

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