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Utilitarios

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El coche anticrisis, que ahora echamos de menos, era un crossover práctico y minimalista a precios populares

David Villarreal | @davidvillarreal 8 Mar 2023
Citroen C4 Cactus 2014 Crossover Puertas Airbumps
Citroen C4 Cactus 2014 Crossover Puertas Airbumps

He de reconocer que, cuando lo conocí allá por 2014, el crossover del que hoy os hablaremos me transmitió un torrente de sensaciones encontradas. Su propuesta era tremendamente original y su diseño completamente diferente a cualquier otro coche que hubiéramos visto hasta la fecha.

Por otro lado, se trataba de un producto de vocación económica. Citroën estaba coqueteando con la idea de diferenciarse de sus hermanos del Grupo Stellantis - por aquel entonces aún PSA - lanzando productos con una propuesta inteligente, económicos, y eminentemente prácticos. El producto que nos ocupa se produciría, en exclusiva, en la fábrica de la marca en Villaverde hasta 2020, cuando las líneas de la fábrica madrileña comenzaron a producir los nuevos Citroën C4.

El Citroën C4 Cactus del que hoy os hablaremos no hacía gala de la última tecnología y no era más que un utilitario, del segmento B, con una carrocería más ancha, alta, y larga, de estilo crossover, para disponer de unas plazas traseras cómodas y accesibles y un maletero amplio. Y conseguirlo sin que se nos disparase el presupuesto.

Era un utilitario ensanchado, alto y largo, de estilo crossover, diseñado para ser espacioso, práctico y económico
Citroën C4 Cactus (2014).
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Un crossover práctico e inteligente

Su enfoque económico, pero sobre todo el compendio de soluciones hasta cierto punto novedosas para conseguir un coche original y práctico, pero a la vez asequible, fueron las que convirtieron a mi juicio al Cactus en uno de los productos más interesantes. Habida cuenta de las siguientes soluciones:

  • El detalle más llamativo del Cactus, sin duda, eran sus paneles de plástico exteriores, a modo de acolchado, que protegían puertas, frontal y trasera, y conferían una estética muy peculiar a este coche. Citroën los denominó Airbumps y estaban situados estratégicamente para proteger al coche, por ejemplo, de pasajeros descuidados abriendo las puertas en los aparcamientos, o del choque de los carritos en el parking del supermercado.
Detalle de los airbumps.
  • Con la actualización, a medio ciclo comercial, presentada en 2017, Citroën eliminó los Airbumps, buscando una estética algo más sobria y tratando de encontrar un diseño más elegante. En su comunicación, Citroën buscaba alejar al Cactus de su enfoque económico, y posicionarlo como el compacto del segmento C del que pronto ya no dispondría en su gama.
  • Hoy en día las instrumentaciones digitales se han convertido prácticamente en un estándar. Raro es el coche que no dispone de ellas de serie o, como mínimo, permite configurarlas en líneas de equipamiento intermedias. El Cactus gozaba de una instrumentación con una pantalla digital, modesta, y pequeña, de serie en toda la gama. Y su razón de ser residía, sobre todo, en que costaba mucho menos que una instrumentación analógica.
Puesto de conducción, con instrumentación digital, del Cactus.
  • Prescindía de parasoles delanteros, en un alarde de minimalismo, Citroën los sustituyó por una luneta frontal con un tratamiento ligeramente tintado para evitar deslumbramientos por los rayos del sol
  • Los asientos delanteros eran enormes y llegó incluso a disponer de una banqueta delantera corrida, en la que los asientos del conductor y el pasajero estaban unidos. Citroën lo denominaba el "espíritu sofá"
  • En la trasera Citroën empleó una banqueta trasera de un solo bloque, con una base y un respaldo más planos que lo habitual. Citroën aseguraba que con esta solución ahorraban 6 kilogramos pero, sobre todo, tal y como ya pudimos constatar en nuestras pruebas, ofrecía una anchura y espacio inusual para un coche de su tamaño, que permitía viajar a 3 adultos con relativa comodidad.
  • Maximizar el espacio en las plazas traseras fue también una de las razones por las que el Cactus no disponía de ventanillas posteriores al uso, sino de un sistema de pestañas que apenas permitía abrir una rendija de un par de dedos para dejar que entrase algo de aire. Prescindiendo de ventanillas al uso, Citroën podía emplear unas puertas traseras más ligeras, más finas, que incluso disponían de unos enormes bolsillos portaobjetos y, de nuevo, ofrecer más anchura a las plazas traseras.

No era un coche tremendamente barato, a precio de Dacia. Pero con este crossover Citroën sí que consiguió llegar a tiempo para competir en un segmento que crecería exponencialmente, el de los SUV más pequeños, con un producto que con un precio similar al de sus competidores y, en la mayoría de los casos, una gran ventaja en cuanto a practicidad y espacio.

Hoy en día, Citroën dispone del C4 en su gama, un compacto con rasgos de crossover que se posicionaría por encima de lo que en su día era el Cactus. Pero el producto más parecido al Citroën C4 Cactus, aunque ni mucho menos tan transgresor e innovador, sería probablemente el Citroën C3 Aircross.

Citroën C4 Cactus (2018).
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Una compra interesante de segunda mano

A día de hoy, el Citroën C4 Cactus sigue siendo una compra interesante, obviamente en el mercado de ocasión. En el catálogo de segunda mano de ¿Qué coche me compro? disponíamos de 91 unidades listadas en el momento de elaborar este artículo. Las unidades más baratas están por debajo de los 13.000€:

Si nuestro presupuesto es algo más holgado, aún podemos encontrar algunas unidades con menos de 30.000 kilómetros:

También hay una oferta bastante nutrida de unidades del Citroën C4 Cactus de las últimas tiradas, matriculadas por primera vez a partir de 2019: