No es la primera vez que señalamos esto en Diariomotor, pero si algo positivo tiene la electrificación por la que está pasando el sector del automóvil, es que hay ciertos tipos de coches que antes por su alto consumo de gasolina no estaban al alcance de muchos bolsillos y que ahora, como demuestra el sujeto con el que nos queremos centrar con estas líneas, se colocan en una posición en la que, como poco, se convierte en una auténtica tentación, pues no resulta nada descabellado por el coste de uso que al final conlleva.
Hablamos de la Ford Ranger, que en su versión PHEV es el único todoterreno de este tipo que hay a la venta en España (pick-up híbrida enchufable), disfrutando de una posición única otorgada por su tecnología y precio.
Imágenes de la Ford Ranger PHEV






Y es que estamos acostumbrados a que auténticos todoterrenos como el Toyota Land Cruiser o el Jeep Wrangler tengan precios de 80.000 euros o mucho más. Ayer mismo lanzábamos este artículo hablando sobre el Ford Bronco, que por 66.732 euros, que son 21.200 euros menos que el Land Cruiser, desde nuestro punto de vista es una verdadera ganga.
Pues bien, si el Bronco resulta una ganga en comparación con el japonés, los 44.039 euros de precio al contado que tiene la Ford Ranger PHEV en su versión XLT, la de acceso, la convierten, dentro del sector de los todoterreno, en una alternativa que no sólo es económica, sino que también tiene una fuerte baza tecnológica otorgada por su tren de potencia híbrido enchufable.
Bajo su capó toma lugar uno de los motores más duros que tiene Ford en producción: el 2.3 Ecoboost de cuatro cilindros que tan polémico resultó años atrás en el Focus RS (así como por su mera presencia en la gama del Mustang), pero que entregando 280 CV en esta ocasión, está muy lejos de lo que puede llegar a entregar, y por tanto en una zona de potencia en la que se le presupone fiable. Este es el motor que emplea Ford en muchas de sus pick-up y todoterrenos al otro lado del charco, y evidentemente el fabricante americano no se la va a jugar en su propia casa.
Junto al motor térmico un eléctrico de 102 CV será el que se encargue de mover el conjunto cuando circule en modo eléctrico. Es cierto que 102 CV para una mole de este tamaño (mide 5,37 metros y pesa 2.586 kilos) no es precisamente ir sobrado, pero teniendo en cuenta que cuando se circula en modo eléctrico a lo que se atiende principalmente es el consumo, esto no debería ser un problema cuando se ronde la ciudad o sus alrededores.
El propulsor eléctrico se sirve de una batería de 13,8 kWh de capacidad que con una carga completa es capaz de ofrecer, según homologación, una autonomía eléctrica de 44 km. Este kilometraje puede ser, precisamente, el promedio de una persona que se desplace al trabajo y al colegio de manera diaria, y de necesitar una recarga nocturna a coste doméstico, estaríamos ante un coste de uso por cada día que no supera los 2 euros (asumiendo un precio de 15 céntimos el kWh de energía). Por contra, cuando circule en modo híbrido, será difícil ver consumos de menos de 10 litros en circunstancias de uso real.
Lo que queremos decir con todo lo anterior es que, quienes siempre hayan querido tener un 4×4 y tanto por precio como por gasto en carburante han encontrado un obstáculo, con el Ranger PHEV ahora esos dos problemas han dejado de existir. Eso sí, costes de mantenimiento y consumibles, como neumáticos, etc., seguirán siendo los de un mastodonte de 2.500 kilos de peso, pero en este caso el ahorro en gasolina ayudará a sobrellevarlo.
Además, para acabar, al contrario de lo que sucede con prácticamente todas las pick-up que hay a la venta en España, el interior de la Ranger no es para nada espartano. Una pantalla central vertical de 12 pulgadas se encarga de certificarlo nada más sentarnos a los mandos.
Imágenes de la Ford Ranger PHEV





