La primera generación del Honda NSX marcó todo un hito en la historia de Honda, así como en la historia del automovilismo. Desde el lejano oriente venía un deportivo que se atrevía a desafiar a marcas como Porsche o Ferrari. Aún con su segunda generación ya en el mercado, el Honda NSX original sigue siendo un deportivo que no hay que subestimar. Por eso, qué mejor que un duelo en vídeo enfrentando al Honda NSX original con el Honda Civic Type R actual, uno de los compactos que más y mejor representa hasta que nivel están llegando «inofensivos» coches compactos como el Honda Civic.
A un lado del cuadrilátero tenemos a un Honda NSX de 2005, una de las últimas unidades que fueron fabricadas de este modelo y que entre otras cosas ya muestra cómo en su restyling se perdieron los fabulosos faros escamoteables. El NSX instalaba un propulsor 3.0 V6 de 320 CV a 8.000 rpm en su última evolución, motor que fue el mejor escaparate de las posibilidades del sistema VTEC. Su desarrollo fue realizado nada menos que por Ayrton Senna, consiguiendo crear un deportivo capaz de medirse a rivales de la talla del Ferrari 348 o F355 por un menor precio, mejor conducción y una muy superior fiabilidad. Los dos únicos hándicaps del NSX siempre fueron un equipo de frenos muy justo y la falta de un motor más potente, por lo menos fuera de Japón, ya que los 280 CV «homologados» por culpa del pacto entre fabricantes japoneses pronto se quedaron demasiado cortos para que la evolución del NSX pudiera mantener la afrenta con los lanzamiento de Porsche y Ferrari.
Al otro lado del ring nos encontramos con la más reciente evolución del Honda Civic Type R, también posiblemente la mejor y más equilibrada. El compacto de Honda fue lanzado al mercado el pasado 2017 con la integración de un nuevo motor 2.0 Turbo capaz de desarrollar 320 CV de potencia máxima, poniendo sobre la mesa un desafío que sus más directos rivales no se atreven a responder. El Type R sigue demostrando que los límites de un tracción delantera están mucho más allá de lo que dice la industria, haciendo que el Type-R con sus 320 CV sea todo un ejemplo de agarre y prestaciones, sin necesitar de tracción total como sus rivales, lo cual lo convierten en un rara avis del mercado que además tiene por delante la conquista de más de un récord en circuitos como Nürburgring como ya demostró su antecesor. ¿No nos crees? Solo te recomendamos echar un ojo a nuestra prueba del Honda Civic Type R.
¿Quién ganará este duelo?
