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De un Mercedes Clase G y un Mercedes SLK… ¡nació un todoterreno descapotable llamado Mercedes G Intruder!

Corría el año 1996 cuando al carrocero Heuliez se le ocurrió una manera de cruzar un Mercedes Clase G con un Mercedes SLK para, según ellos, explorar diferentes usos de un deportivo. El resultado fue el Mercedes G Intruder, un todoterreno que también podía presumir de ser coupé y descapotable. Todo en uno.

Por si hay algún despistado en la sala, cabe recordar que Heuliez nació en 1920. Su fama llegó por las modificaciones que llevaban a cabo de modelos franceses firmados por Citroën, Peugeot y Renault: no en vano, trabajaron con esta última para dar forma al Renault 5 Turbo. De sus manos nacieron pick-ups, limusinas, una ambulancia… y también el Mercedes G Intruder. Sus puertas cerraron, definitivamente, en 2013 cuando la empresa se declaró insolvente.

Mercedes G Intruder 06

Ahora que conocemos al autor de la firma, vamos con el protagonista. El Mercedes G Intruder está basado en el Mercedes Clase G 320, pero no se parece en nada. Tiene un aire más deportivo porque parte de su herencia llega del Mercedes SLK: concretamente su techo descapotable, que sólo lucía una de las unidades que se fabricaron.

La mecánica del Mercedes Clase G

¿Qué podemos reconocer del Mercedes Clase G en este extraño vehículo? Su mecánica: bajo esa particular carrocería se encuentra un motor de seis cilindros en línea de 3.2 litros acoplado a una transmisión automática de cuatro velocidades que impulsa las cuatro ruedas. Conserva, también, el bloque de diferenciales y los neumáticos aptos para abandonar el asfalto sin problema alguno.

Mercedes G Intruder 07

Lo cierto es que, desde este punto de vista, Heuliez no cambió casi nada: sólo hizo algunas ligeras modificaciones en la suspensión y reubicó algunos componentes para adaptarse a una carrocería con elementos de fibra de carbono como el capó o los paragolpes.

El interior es una de las partes más peculiares del Mercedes G Intruder: aunque se reutilizaron varios elementos del Mercedes Clase G, el habitáculo nada tiene que ver con el todoterreno alemán. Impera el color azul de la tapicería de cuero que contrasta con algunas piezas de madera y otras de color gris oscuro.

Mercedes G Intruder 04

Adelantado a su tiempo

El Mercedes Clase G tuvo, en los años setenta, una versión cabrio, pero el Mercedes G Intruder no tiene relación alguna con él. Heuliez lo concibió pensando en Asia y en Estados Unidos: por esta razón estaba destinado a ser un modelo divertido de conducir que, como decíamos antes, quería poner a prueba los límites de lo que, en ese momento, definía a un deportivo. ¿Logró ese objetivo? Una afirmación sería discutible.

Lo que sí es cierto es que el Mercedes G Intruder se adelantó a su tiempo puesto que no fue hasta hace una década cuando conocimos modelos que compartían ese mismo espíritu como el Range Rover Evoque descapotable o el Vokswagen T-Roc Cabrio.

A la venta

Lo más curioso de esta unidad con el techo descapotable cual Mercedes SLK es que, desde hace un par de años, está a la venta en DK Engineering. Ha sido sometida a una restauración integral que costó 280.000 euros para, entre otras cosas, recuperar su color original (Silver). Su precio es de 207.000 euros y, de momento, su historia no ha conquistado a nadie.

Imágenes: DK Engineering

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