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Porsche tiene un plan para acabar con los especuladores, saben quiénes son y dónde viven

La especulación es, sin duda, uno de los mayores problemas a los que se enfrentan los fabricantes de deportivos. A priori podría parecer que el hecho de que haya clientes que estén dispuestos a comprar coches, simplemente como una inversión, es positivo, en tanto incrementa las ventas de una marca. Pero lo cierto es que esos coches que son carne de especulación, son precisamente aquellos que se agotan en cuestión de días, series limitadas que desde que se presentan se sabe que su venta está garantizada. Marcas como Porsche han visto que, casos como el del Porsche 911 R, o el del Porsche 918 Spyder, productos muy limitados y deseados que en ocasiones se venden por precios muy superiores a los que costaron hace apenas uno o dos años, atacan precisamente a uno de sus valores, el de que sus coches sean utilizados para el fin para el cual fueron creados. ¿Pero cómo puede una marca como Porsche acabar con los especuladores?

Desde hace años venimos advirtiendo una auténtica burbuja. Los coches se han convertido en todo un negocio, en un valor seguro. Hemos visto como muchos clásicos, coches exóticos y exclusivos, cotizan cada vez más alto. Basta observar las últimas subastas para comprobar como las cotizaciones de ciertos modelos se han incrementado significativamente en los últimos años.

Un fabricante difícilmente podrá trabajar para que la burbuja que afecta a los coches clásicos estalle. Pero sí tiene diferentes instrumentos para evitar que este efecto se traslade a sus coches nuevos, y especialmente a sus series limitadas.

Las marcas no tienen excusa, y sí pueden evitar que haya clientes que adquieran sus coches nuevos simplemente para obtener rendimientos del 100% y superiores en apenas unos meses

¿Por qué una marca como Porsche quiere acabar con la especulación?

Porsche no solo quiere que sus coches pululen por el mundo, rueden por carretera, se disfruten en los circuitos, y marquen vueltas rápidas en tandas.

Cuando Porsche lanza una serie limitada, lo normal es que la demanda supere con creces la oferta inicial. Eso significa que, irremediablemente, habrá clientes que no verán satisfecho su interés de adquirir un deportivo. Y si sucede como en el caso del Porsche 911 R, y su precio se ve incrementado varias veces en apenas unos meses, o unos años, probablemente no vuelva a tener la oportunidad de adquirirlo. Al menos no en las condiciones ventajosas de su venta como coche nuevo.

Un fabricante no quiere que el cliente que ansía un deportivo para disfrutarlo, pierda su oportunidad por un cliente que lo ha adquirido para especular con él

Porsche 911 R y Porsche 918 Spyder como ejemplo de revalorización

Analizando las ventas de una de las últimas subastas, la de Villa Erba, celebrada este fin de semana, nos encontramos con ejemplos muy concretos de cómo la especulación está incrementando el precio de ciertos deportivos. El año pasado, podías adquirir un Porsche 911 R nuevo por menos de 220.000€. Este fin de semana se subastó una de las 991 unidades con 1.000 kilómetros por 358.400€. En 2015, un Porsche 918 Spyder con paquete Weissach costaba algo más de 800.000€, y este fin de semana se subastó una unidad con 11.000 kilómetros por 1.456.000€.

Con ello no queremos decir que estos coches, concretamente, respondan a un negocio de especulación ideado por sus propietarios. Ni mucho menos. Pero sí que son dos buenos ejemplos de cómo los precios de ciertos deportivos se están incrementando hasta alcanzar precios que son, con perdón, descabellados.

En muy poco tiempo, el Porsche 911 R y el Porsche 918 Spyder prácticamente han duplicado su valor en el mercado de ocasión, aunque hay anuncios que piden cifras incluso superiores, porque tal vez alguien pueda estar dispuesto a pagarlas

¿Qué puede hacer un fabricante como Porsche para remediarlo?

Sería sorprendente que Porsche vetase a sus clientes, e impidiera que estos comprasen sus coches. Pero sí resultaría relativamente sencillo identificar a aquellos clientes que están adquiriendo coches únicamente para especular, algo que salta a la vista cuando un cliente adquiere varios coches y los vende en poco tiempo, con muy pocos kilómetros, o completamente nuevos, por un precio muy superior al inicial. Porsche lo sabe, y conoce a aquellos que están especulando con sus coches, tal y como reconocía Andreas Preuninger – y no es la primera vez – a Car & Driver en una entrevista.

Porsche sí cuenta con instrumentos para evitar que la situación se repita. Instrumentos que pasan por seleccionar con cautela a aquellos clientes que en el futuro podrán adquirir deportivos de series muy limitadas. Recordemos que cuando se trata de coches de serie limitada, una marca como Porsche da prioridad a ciertos clientes para que estos puedan tener preferencia a la hora de adquirirlos.

Porsche identificará a aquellos clientes que especulen con sus coches y evitará que tengan acceso a sus series más limitadas, para que tengan prioridad sobre ellas los clientes que no adquieren estos deportivos únicamente para hacer un negocio

El caso del Porsche 911 R

Con la llegada de la generación 991 del Porsche 911, los de Stuttgart consideraron que no era viable lanzar un cambio manual para su versión más deportiva y radical, el Porsche 911 GT3. A fin de cuentas, los deportivos de carreras que inspiran esta versión cuentan con cambios secuenciales deportivos, y no con una palanca de cambios manual. Muchos puristas – entre los que me incluyo – nos sentimos apenados. De ahí que Porsche decidiera satisfacer a aquellos clientes con un deportivo, el Porsche 911 R, que además de contar con la mecánica y el chasis del GT3, empleaba un cambio manual, y una apariencia mucho más sobria y clásica, menos racing. Este deportivo fue un éxito. Las 991 unidades se agotaron en un santiamén y entonces la especulación empezó a trabajar. Hemos llegado a ver anuncios en los que pedían más de seis veces su precio inicial.

Ya sea para poner fin a este despropósito, o para satisfacer a aquellos que se quedaron sin su 911 R y quieren un Porsche 911 muy radical, un GT3, con cambio manual, Porsche aprovechó la llegada de su actualización, del Porsche 911 GT3 991.2, para incorporar el cambio manual.

No solo eso. El Porsche 911 GT3 991.2 podría incluir un traje de paisano, un paquete que le otorgue una apariencia menos racing, más sobria, y clásica, que eliminaría, entre otras cosas, su enorme alerón. Por sorprendente que pueda parecer desde cierto punto de vista, el Porsche 911 R demostró que hay clientes que ansían un Porsche 911 «lobo con piel de cordero», con una apariencia sobria, y la mecánica más radical en su interior.

De esta forma, por menos de 200.000€ podrías configurarte lo que virtualmente sería un Porsche 911 R. Por un precio, como coche nuevo, muy inferior a la cotización que está alcanzando en el mercado de ocasión el Porsche 911 R. Con lo cual nadie, o muy pocos, estarían dispuestos a pagar precios muy inflados como los que estamos viendo por un Porsche 911 R, precios fuera de mercado.

Mucho nos tememos que la especulación no va a detenerse de la noche a la mañana. Y que no será fácil mitigarla. Aún menos teniendo en cuenta que los fabricantes de deportivos y coches exóticos están trabajando cada vez más en ediciones especiales, y modelos de serie limitada, por ser un auténtico filón para la marca. Son coches que generan mucha expectación, que son relativamente sencillos de adjudicar a sus clientes y que además dejan muy buenos márgenes de beneficio.

Pero como hemos visto en este artículo, definitivamente un fabricante sí que tiene instrumentos en su poder para luchar, poco a poco, contra la especulación en sus coches nuevos.

Logo de la marca porsche Porsche 918 Spyder
  787.069 €

El Porsche 918 Spyder es un superdeportivo híbrido con motor V8, el modelo más potente de Porsche y con una producción limitada a 918 unidades, muy exclusivo. Actualmente, los únicos modelos comparables son el Ferrari LaFerrari y el McLaren P1.

Ficha 918 Spyder
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