En esta prueba del nuevo Volkswagen Touareg vamos a centrarnos en su comportamiento fuera del asfalto. Seguro que no es su hábitat natural, pero el anterior Touareg hacía gala de unas aptitudes off-road bastante notables, apoyado por una caja reductora que ahora se ha perdido. ¿Seguimos ante un buen todoterreno? Vamos a verlo.
Ya os hemos contado qué tal va el coche en circunstancias normales (ver prueba del Volkswagen Touareg), así que es el momento de probarlo fuera de ella.
A pesar de que este tipo de coches no suelen salir jamás del asfalto, no es menos cierto que sus cualidades off-road suelen ser notables, tanto en modelos del grupo Volkswagen como en su ilustre competencia de Jaguar-Land Rover, Volvo, Mercedes o BMW.
Las armas todoterreno del Volkswagen Touareg
El nuevo Volkswagen Touareg cuenta con tracción integral 4MOTION en toda la gama. El sistema cuenta con diferencial central autoblocante con distribución asimétrica-dinámica del par. Esto significa que puede llegar a un máximo del 70 % de la fuerza motriz al eje delantero y hasta el 80 % al eje trasero.
Es obvio que esta tracción integral lleva aparejado un sistema avanzado de control de tracción, pero además incorpora el denominado 4MOTION Active Control, que permite la selección manual del perfil de conducción y que dentro del paquete opcional todoterreno añade 4 perfiles adicionales específicos para off-road, además del perfil para nieve que viene de serie.
Estos perfiles todoterreno serían:
* «Snow» (optimizado para calzada resbaladiza). Los demás perfiles 4×4 son opcionales y vienen con el «paquete todoterreno».
* «Offroad Auto»: sería el programa totalmente automático para terrenos difíciles.
* «Sand»: adaptado para arena profunda, sin asistente de arranque en pendiente.
* «Schotter»: para terrenos irregulares, como caminos de tierra.
* «Offroad Expert»: que permite la selección individual de los parámetros todoterreno a gusto del conductor.
El mencionado «paquete todoterreno» incluye además dos argollas de remolque, un depósito de combustible ampliado de 75 a 90 litros, así como diversos elementos protección para los bajos, la batería de 12 V, el depósito así como una moldura antigravilla. Su precio es de entre 700 y 755€, dependiendo del impuesto de matriculación de cada versión.
Otro elemento clave en el uso todoterreno del nuevo Touareg es la suspensión neumática opcional, que permite dos posiciones más elevadas que la normal, con una altura máxima de +70 mm respecto a la altura normal para asfalto, aumentando los ángulos de ataque y salida de 25º hasta 31º y el ángulo ventral de 18,5º a 25º. La altura de vadeo con la suspensión al máximo llega a los 570 mm, una cifra interesante pero inferior a la de competidores como el Range Rover Sport o el Land Rover Discovery, que pueden atravesar hasta 90 mm de agua.
Con esa capacidad de tracción, los controles electrónicos y esas cotas, el Touareg se postula como un auténtico 4×4. Si bien no está pensado para los terrenos más hostiles, sí podría superar obstáculos notables y rampas deslizantes sin mayor problema.
El nuevo Touareg pierde la caja reductora, pero a cambio nos ofrece una caja de cambios automática de 8 relaciones en la que la primera es cortísima, permitiendo afrontar cualquier obstáculo a velocidades ridículas sin mayor problema.
El Touareg cuenta también con control de descensos, que permite velocidades desde los 3 km/h y cuyo ritmo se regula pulsando acelerador y freno hasta alcanzar la velocidad deseada con un control total del descenso.
Por último, la dirección a las 4 ruedas opcional es también un elemento muy interesante que va a mejorar la maniobrabilidad dentro y fuera del asfalto, sobre todo permitiendo reducir el radio de giro en 1 metro y por tanto la capacidad de seguir caminos tortuosos o dar la vuelta en puntos estrechos.
Cómo se comporta el Touareg en off-road
Ya basta de teoría, vamos con la práctica.
Volkswagen nos propone una ruta todoterreno de dificultad media, que incluye rampas de tierra en subida y bajada, pendientes laterales y cruces de puentes.
Como todos los circuitos que proponen las marcas, el coche no tuvo ningún problema en superarlo, pero la clave está en valorar la dificultad del propio circuito y la sensación desde dentro del coche.
En tracción, la verdad es que el sistema 4MOTION se mostró muy eficaz impulsando a este coloso por pendientes que desde dentro del coche parecían muy fuertes, de esas en las que sólo se ve el cielo por el parabrisas. Teniendo en cuenta lo seca que estaba la tierra y el tamaño del Touareg, no deja de sorprender la facilidad con la que logra traccionar sin el menor aspaviento, incluso deteniendo el coche en plena subida.
En los cruces de puentes sucede lo mismo. En el momento en que una rueda queda en el aire, el reparto de par se encarga de que el coche siga traccionando y en el interior apenas se percibe interrupción alguna en el avance. Lo que sí se echa en falta es un mayor recorrido de suspensiones, sobre todo en extensión, ya que el coche tiende a perder rueda demasiado fácilmente, por más que la electrónica se encargue de que esto no sea un problema.
Una característica importante del coche es que el nivel de aislamiento es tan alto que desde dentro apenas te enteras de lo que está pasando bajo las ruedas, ni hay la más mínima sensación de drama aunque las ruedas estén luchando por avanzar bajo nuestros pies.
En los puntos más difíciles, la primera velocidad es tan corta que sustituye a la reductora sin necesidad de penalizar una caja de cambios que, con 8 relaciones, tiene más que suficientes desarrollos para circular a cualquier velocidad por carretera con las otras 7. Tiene sentido.
En descensos, el control automático es suave y se pone a trabajar de forma automática cuando llevamos alguno de los modos off-road seleccionados, manteniendo un control del coche que nos da mucha seguridad y permite afrontar descensos fuertes sin la más mínima sensación de riesgo o descontrol.
Circular con el Touareg por el campo es, en definitiva, una experiencia agradable y relajada incluso cuando las cosas se ponen difíciles. Tal vez su mayor limitación sea la propia delicadeza de la carrocería y las defensas, que en uso todoterreno se arañarían rápidamente y se podrían romper al contacto con piedras o árboles.
Conclusiones
El nuevo Volkswagen Touareg cuenta con elementos más que suficientes para afrontar trayectos fuera del asfalto, incluso en condiciones bastante difíciles. Cuenta con una capacidad de tracción y unas cotas más que generosas para ello, siempre apoyado por sistemas electrónicos que mantienen el control en todo momento.
Teniendo en cuenta el uso real que sus propietarios le van a dar, parece obvio que el Touareg está más que de sobra capacitado para el 4×4. Incluso para usuarios que realmente piensen en sacarlo del asfalto a menudo creo que podría ser una opción razonable, siempre y cuando circulen a velocidades muy bajas que no generen holguras en un tren de rodaje y una carrocería pensados para asfalto.
Estas capacidades off-road podrían considerarse como un lujo adicional sobre el lujo de tener un coche así. El software y el hardware están ahí, y funcionan, aunque está claro que no es un coche para cruzar la selva amazónica con unas planchas en el techo.