El robo de catalizadores es una epidemia que no entiende de fronteras, pero hay países en los que se ha convertido en un problema especialmente grave: Estados Unidos es el mejor ejemplo de ello. Y es que ningún vehículo parece a salvo: tampoco los míticos como el Wienermobile, conocido como el ‘coche salchicha’ de Oscar Mayer.
Un estudio de la National Insurance Crime Bureau de EEUU (la Oficina Nacional de Delitos contra el Seguro de EEUU) desveló que el robo de catalizadores ha crecido, en el citado país, un 325% entre 2019 y 2020. Por diferentes razones, los modelos de marcas japonesas suelen ser los objetivos más frecuentes y el Toyota Prius es, además, uno de los preferidos por los ladrones porque tiene más metales preciosos que la mayoría de los vehículos. Eso sí, en esta ocasión el protagonista es otro.
El mítico Wienermobile
Es Estados Unidos, los Wienermobile (o ‘coche salchicha’ de Oscar Mayer) son vehículos muy valorados por los estadounidenses: son un pequeño tesoro del país. La flota está formada por varias unidades (once en concreto) cuya misión es promocionar la citada marca: miden 8,22 metros, tienen forma de perrito caliente y están hechos de fibra de vidrio. Han sido construidos a partir de un chasis de camión Isuzu y componentes de una variada colección de vehículos, que, en su mayoría, son camiones.
A lo largo del año protagonizan más de 200 eventos y el puesto de conductor está, cuanto menos, cotizado: Oscar Mayer ofrece un salario base de 36.500 dólares más un extra para las comidas, ya que los gastos de viaje están cubiertos. Tienen, además, 18 días de vacaciones.
El robo
A principios de mes, uno de los Wienermobile tenía una cita en Las Vegas a la que llegó ‘in extremis’. El jueves 9, según informaron varias cadenas estadounidenses, los ladrones se colaron en el aparcamiento de Sonesta Suites, ubicado en Paradise Road en Las Vegas, y robaron el catalizador del ‘coche salchicha’.
Se dieron cuenta cuando fueron a recogerlo para dirigirse al evento matinal que figuraba en su agenda: el conductor no consiguió arrancar el Wienermobile y cuando lo remolcaron hasta el taller Penske, sus mecánicos, primero se sorprendieron al ver el vehículo, y, después, se dieron cuenta de que el catalizador había desaparecido.
Por suerte, pudieron encontrar uno provisional que encajaba y lo instalaron para que el Wienermobile funcionara y llegase a tiempo a su cita. La reparación real llevará más tiempo: encontrar el catalizador exacto para el motor Chevrolet V8 de 6.0 litros del ‘coche salchicha’ de Oscar Mayer puede llevar hasta dos meses.
