Ayer mismo pasaba por la portada de Diariomotor un coche que, sin ser precisamente barato, está siendo toda una sorpresa en el apartado comercial en España en esta recta final de 2025. El Omoda 9, con sus casi 50.000 euros de precio, consiguió situarse como el quinto híbrido enchufable más vendido del pasado mes en España, todo un hito, realmente, pero no lo suficientemente bueno como para dar caza al coche en el que se inspira.
Hablamos del Mercedes GLC, un coche que tanto en su versión de carrocería convencional como de estilo coupé, certifica que son este tipo de motores los que de verdad pueden sentar cátedra en el cambio de paradigma que se encuentra afrontando la industria Europea, ya que, con los coches eléctricos sin acabar de despegar comercialmente, son los PHEV de gran autonomía los que empiezan a ganar relevancia.
Mercedes-Benz Mercedes GLC Coupé
El GLC, además, en sus versiones híbridas enchufables es un coche muy peculiar, ya que está lejos de parecerse a los coches con los que comparte posiciones en el ranking de ventas de su categoría. Se trata, nada menos, que del cuarto híbrido enchufable más vendido del año. Acumula tantas más ventas que cualquier coche eléctrico, exceptuando al Tesla Model 3, que es el más vendido de España.
Hablamos, concretamente, de un total de 5779 unidades acumuladas desde enero hasta el cierre de noviembre de este año, de las cuales un total de 701 pertenecen al último mes. Se trata de cifras espectaculares para un coche de su concepto y precio, ya que los modelos que se emplazan en posiciones aledañas son los Jaecoo 7, Ford Kuga y MG HS, coches que deben a su precio todo, o casi todo, su éxito.
Y es que, con 68.000 euros de precio de partida en la más «económica» de sus versiones, que el GLC híbrido enchufable se encuentre en una posición tan destacada dentro de un nicho de mercado, es algo que realmente llama la atención.
Existen varios aspectos en los que el GLC puede estar cimentando una gran parte de su éxito con este tipo de motores. Para empezar, está el hecho de que se trata de versiones que, porcentualmente, no elevan tanto su precio con respecto a las versiones de entrada como sucede con otros coches, ante lo que muchos de los que acuden a los concesionarios, prefieren dar el salto y con ello no sólo ganar la etiqueta 0 de la DGT, sino tambíen un signficativo salto de potencia, ya que las versiones más económicas anuncian 197 ó 204 CV, mientras que las híbridas enchufable, llamadas GLC 300 e y GLC 300 de, hacen lo propio con 313 y 333 CV, respectivamente, a la par que disfrutan de una autonomía homologada de entre 120 y 130 km, dependiendo del motor y carrocería.
Por otro lado, es uno de los pocos coches del mercado que tiene motor diésel como parte de su sistema híbrido enchufable, ya que las versiones C300 de tanto de GLC como de GLC Coupé tienen como corazón de su parte técnica un motor de 2 litros de capacidad alimentado por gasóleo y turboalimentado, algo que para los perfiles de más avanzada edad, que suponen una gran parte de sus ventas, puede ser un atractivo, ya que no supone rechazar las ventajas y comodidades propias propias de un motor diésel.
De hecho, para acabar, la presencia de coches prémium dentro del top de ventas de cada tecnología solo se da con normalidad dentro de la tabla de los diésel, donde las Mercedes Clave V, Mercedes GLA y Audi Q3 suelen ser coches habituales, aunque, de nuevo y exceptuando el caso de la Clase V (por su especial peso en el canal de flotas y profesional), todos ellos son C-SUV, de precio inferior al GLC.








