Puedo decir con total sinceridad que no me importaría vivir en un país habitualmente gélido como Suecia si tuviera esta clase de diversiones los fines de semana. ¿Alguien ha dicho que la nieve está reñida con la diversión al volante? Desde luego que no, sobre todo si juntas potencia, tracción total y un piloto experto. Entonces los tramos de nieve se vuelven un juego de niños (no literalmente hablando).
Pongámonos en situación. Si cogemos un Volkswagen Scirocco y tocamos – en este caso hay mucho retoque por debajo – el motor 2.0 TSI turboalimentado hasta alcanzar los 627 CV ya tenemos una máquina muy considerable, sobre todo teniendo en cuenta que el Volkswagen Scirocco R se queda con 265 CV con ese mismo motor. Si añadimos por debajo la tracción integral 4Motion que no está disponible comercialmente en España para el compacto-coupé tenemos un coche “simpático” para el circuito.
Ahora sólo hace falta una preparación completa de competición – neumáticos de nieve, suspensiones reforzadas, interior vaciado y jaula de seguridad – para poder correr en condiciones en terrenos muy resbaladizos. El vídeo nos demuestra que este Scirocco se mueve como muñeco de nieve atleta, desde luego gracias a la pericia del piloto y con la sonrisa complaciente de su acompañante. Y además hay un sonido muy agradable por debajo, el turbo silbando en las aceleraciones fuertes (aunque igual os gusta más el sonido ronco exterior).
La nieve y el motor, al final es una combinación en la que se crean retos naturales. Si no, ¿por qué Bentley con su ISR y Nokian con su Audi RS6 se han peleado por batir récords de velocidad sobre hielo? El reto y lo difícil sirven también para vender, si tu coche marca récords complicadísimos como éstos la imagen del coche se reforzará.
Vía: Carscoop
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