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Pirelli convocada por la FIA el próximo 3 de julio

Como relatábamos hace unos días escasos [Pirelli apuesta por ser conservadora], el proveedor único de neumáticos para el Mundial de Fórmula 1, no estaba atravesando muy buenos momentos que digamos. En el foco de antención del paddock desde el inicio mismo de la pretemporada, cuando las gomas italianas comenzaron a mostrar su delicadeza estructural en Jerez y Montmeló, conforme iban pasando las carreras y afloraban percances de excesiva degradación, de delaminación o de incomprensibles roturas, la milanesa se iba introduciendo ella misma en un polvorín que estallaba con el escándalo de los 1.000 kilómetros de pruebas realizados en Barcelona con el W04 de Mercedes AMG y los dos pilotos oficiales.

Defendida en público incluso por Bernie Ecclestone, quien admitía sin asomo de sonrojo que había sido él quien había pedido a Pirelli que trabajase en unos compuestos que durasen menos de media prueba, para favorecer así los pasos por garaje y por ende el espectáculo televisivo, la empresa cuya cabeza visible es Paul Hembery se desdecía de todas las promesas de arreglar el asunto tras el Gran Premio de Bahrein, y anunciaba a la salida de la cita en el Gilles Villenueve, que la gama PZero para 2013 se mantenía intacta en sus tres modalidades más blandas, aunque a cambio se endurecería aún más el duro (ya afectado en Barcelona con el consenso de todos los equipos), para lo cual, en Silverstone se realizaría una prueba experimental, como así ocurrió el viernes pasado.

No obstante, nadie imaginaba la gravedad de los hechos que han empañado aún más si cabe la imagen comercial de Pirelli tras su intervención en el Gran Premio de Gran Bretaña. El mismo viernes, Sergio Pérez veía cómo el neumático trasero izquierdo de su MP4/28 se deshacía, y esta misma tarde, durante la carrera, idéntica situación se ha dado en el W04 de Lewis Hamilton, el F138 de Felipe Massa, el STR08 de Jean-Éric Vergne, y como colofón, de nuevo en el MP4/28 de Sergio Pérez en las vueltas finales.

Cuatro escuderías distintas. Cuatro vehículos diferentes con cuatro pilotos con modos de conducción a su vez distintos, y un mismo problema que ha afectado a todos y que incluso se ha insinuado en monoplazas como el RB9 de Sebastian Vettel o el F138 de Fernando Alonso, por ejemplo… Pirelli, a pesar de haber traído hasta Silverstone sus productos nominalmente más consistentes (el tipo medio y el duro de la gama 2013) se ha puesto en el ojo del huracán en una carrera que a punto ha estado de ser suspendida porque la seguridad de los participantes no estaba garantizada, y lo que es peor, porque no dispone de tiempo para implementar ningún tipo de solución paliativa a sus gomas de cara al Gran Premio de Alemania, ya que El Circo se traslada a Nürburgring en unos días para celebrar la prueba sobre su asfalto el próximo fin de semana.

La situación, amén de complicada para todas las partes implicadas, no ofrece a priori una salida medianamente viable pues los compuestos se producen en la fábrica de Pirelli con tres semanas de antelación. No hay tiempo por tanto, ni tan siquiera para producir una remesa que sustituya a la que ya ha sido preparada para la cita alemana, ni tampoco lo hay para que las escuderías, fundamentalmente sus pilotos, recuperen la confianza que hoy se ha evaporado por completo en tierras británicas.

Pirelli está en entredicho, pero también lo está la propia FIA, de manera que aprovechando la reunión ya programada para el próximo miércoles día 3 de julio del Grupo Técnico de Trabajo de la Federación (Techical Working Group), la milanesa ha sido convocada para participar activamente en la búsqueda de una solución a un problema con el que nadie contaba, es cierto, pero que está creando más quebraderos de cabeza de los que puede asumir la Fórmula 1 como deporte de alta competición.

Sea como fuere, a pesar de que como decíamos hace unas líneas no se advierte ninguna posibilidad de resolver el asunto con suficientes garantías, la solución podría pasar por alterar una vez más la elección de compuestos, pues si para Nürbugring habían sido elegidas las gomas blandas y medias (distintivo amarillo y blanco respectivamente), sabiendo que las exigencias para los neumáticos del circuito germano son menores que las del británico, visto lo visto hoy en Silverstone con las medias y las duras tal vez resulte suficiente con repetir la jugada utilizada en el Gran Premio de Gran Bretaña, aunque para ello habría que contar con un stock de compuestos duros cuya existencia desconocemos.

En todo caso, seguiremos informando.

 

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