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Gran Premio de Italia. Vettel vence en terreno enemigo y se distancia en el Mundial

El Gran Premio de Italia, duodécima carrera de esta temporada y la más rápida del calendario, iba a depositar su mayor interés en la lucha entre los dos hombres que hoy por hoy mantienen intactas sus opciones al título: Sebastian Vettel y Fernando Alonso, toda vez que el sentimiento de renuncia de equipos como McLaren, Mercedes AMG o incluso Lotus se ha ido instalando en la parrilla.

Así las cosas, con Nico Hulkenberg en la 3ª posición de salida, el mano a mano entre Red Bull y Ferrari previsto para Monza se circunscribía a las 5 primeras posiciones, con el tricampeón alemán en la pole, su compañero Mark Webber partiendo desde la 2ª plaza, el ya citado piloto de Sauber en la 3ª, Felipe Massa en la 4ª y Fernando Alonso en la 5ª, de manera que cuando por fin el semáforo se puso en verde, sería en la cabeza donde encontraríamos mayores alicientes, pues desde los primeros instantes de la prueba iba a quedar claro que los hombres de Maranello pretendían poner muy difícil la conquista de su feudo a manos de los de Milton Keynes.

No obstante, la frialdad de la pista —la lluvía matinal sobre el trazado italiano (siguió cayendo hasta momentos antes del inicio de la carrera) había bajado la temperatura del asfalto más de 10º con respecto a los 40º de la tarde anterior, durante la calificación—, así como la elección por parte de Pirelli de la gama más dura de sus compuestos (medios como option, distintivo blanco; y duros como prime, distintivo naranja), servirían en bandeja el grueso de posibilidades para alzarse con la victoria a Sebastian Vettel, toda vez que la estrategia a una parada, la más rentable, resultaba totalmente asequible.

Como decíamos hace un par de párrafos, la salida fue determinante. Superado en los primeros metros Nico Hulkenberg por Felipe Massa, el brasileño de La Scuderia intentó por todos los medios no descolgarse de un Sebastian Vettel que como siempre que las condiciones le son favorables, no perdona ni cede un milímetro hasta que encuentra ese orden de marcha en el que su RB9 termina por marcar la diferencia sobre sus rivales.

Detrás del paulista, Fernando Alonso bregaba con Mark Webber para hacerse con la 3ª posición, cosa que conseguiría no sin cierto trabajo, mientras los hombres que habían protagonizado la primera y prácticamente única situación delicada de la tarde, ya había retornado a pista, salvo Paul Di Resta, quien se había llevado la peor parte en su colisión con Romain Grosjean.

Fernando Alonso superaba a un dócil Felipe Massa a la entrada de Rettifilo al comienzo del giro 8 y emprendía su primer ataque contra Sebastian Vettel, cuyo coche sufría de un plano en unos de sus neumáticos delanteros, pero que así y todo gobernaba la prueba con maestría hasta que entró a hacer su única parada en la vuelta 23, momento en que el asturiano se mantuvo sobre el asfalto italiano para tratar de obtener réditos para el final de la carrera, posponiendo su entrada a boxes.

No pudo ser. Tras el cambio de compuestos, con neumáticos todavía fríos sobre una pista baja de temperatura, el F138 del español cedió pronto al ímpetu del de Heppenheim, quien volvió a ponerse como líder para cruzar la meta en primera posición.

La carrera estaba sentenciada y ello hizo mella en la práctica totalidad de la parrilla, que salvo en el caso de Lewis Hamilton, peleón, como siempre, se limitó a cumplir con el trámite a partir de la 4ª plaza, ya que Mark Webber, desde la 3ª posición tras superar a Felipe Massa en su cambio de compuestos, no dejó de inquietar a Fernando Alonso hasta que a falta de unas vueltas para la conclusión la tranquilidada se instaló sobre el circuito y la carrera.

Sebastian Vettel conseguía así su 3ª victoria en Monza (la primera fue en 2008, sobre Toro Rosso), seguido por Fernando Alonso y su compañero Mark Webber. 4º terminaría Felipe Massa, tras el cual aparecían un feliz Nico Hulkenberg (Sauber) y un anodino Nico Rosberg (Mercedes AMG). Daniel Ricciado (Toro Rosso), quien el año que viene compartirá escuadra con Vettel, se alzaba en la 7ª posición, con Romain Grosjean en 8ª. Lewis Hamilton acabaría siendo 9º y cerrando el reparto de puntos, aparecía Jenson Button (McLaren).

Como viene siendo tradicional en Monza, a pesar de los resultados para Ferrari los tifosi montaron su pequeña fiesta en la que no faltaron gritos de ¡Alonso, Alonso! así como feos pitidos al triunfador de la tarde, Sebastian Vettel.

En líneas generales el Gran Premio de Italia resultó bastante aburrido. Las condiciones meteorológicas (se esperaba una lluvia que no apareció durante el transcurso de la prueba), la temperatura baja del asfalto y la dureza de la elección de compuestos por parte de Pirelli, hicieron muy previsible la carrera.

Una vez el intento de Ferrari quedó neutralizado por Red Bull, a mitad de la disputa, lo único que quedaba era esperar a que terminara todo o sucediera cualquier circunstancia que peyorizara la excelente actuación de Sebastian Vettel, lo que viene a resultar de nuevo, un ingrediente sobre el que las autoridades de este deporte deberían reflexionar ya que en Spa-Francorchamps tuvo cabida una situación muy parecida.

Las claves:

—La salida.

—La temperatura del asfalto y la elección de gomas de Pirelli.

—La poca variedad de estrategias.

 

Lo mejor:

—Sebastian Vettel.

—Fernando Alonso.

—Lewis Hamilton.

 

Lo peor:

—La sensación de que hay equipos que ya han tirado la toalla.


 

Fuente: Formula1.com / Statsf1.com
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