Lewis Hamilton salía de la quinta cita del calendario oficial como flamante líder del Mundial de Pilotos tras haber desbancado a su compañero Nico Rosberg al frente de la tabla, mientras que la escudería en la que militan ambos, Mercedes AMG, ratificaba de nuevo que hoy por hoy carece de rival.
Pero no adelantemos acontecimientos. El Gran Premio de España se iba a celebrar con tiempo nublado y un asfalto ligeremente más frío que durante la calificación, lo que vendría a trastocar los planes de las escuderías al respecto del comportamiento de los Pirelli sobre la pista barcelonesa y a complicar las evoluciones en pista de una buena parte de los conductores, entre los que se encontraría muy a su pesar el propio Lewis Hamilton.
Sea como fuere, la salida resultó limpia y sin incidentes y con el aliciente de que Sebatian Vettel, después de no haber podido disputar la Q3 por problemas mecánicos en su RB10, partía desde la decimoquinta posición por haber aprovechado Red Bull el traspiés para cambiar la caja de cambios elegida para el fin de semana —la FIA penaliza siempre con cinco puestos de retraso en parrilla este tipo de cambios de última hora, sin hacer excepciones—.
Lógicamente, en un trazado como Montmeló, bastante exigente con los pilotos y claramente beneficioso con la aerodinámica de los vehículos, las primeras plazas del pelotón apenas sufrirían cambios durante el primer tercio de la carrera, razón por la cual se esperaban como agua de mayo los primeros pasos por garajes para que la situación cambiase algo mientras Lewis Hamilton continuaba gobernando con mano férrea la prueba, seguido a corta distancia por el único hombre que sería capaz de inquietarle: Nico rosberg.
Sobre la vuelta número 15 entraban los vehículos que se la iban a jugar a tres paradas y en pista permanecían los que lo hacían a dos, lo que originó que durante una buena cantidad de giros la situación fuese totalmente provisional y que hubiese que esperar casi treinta más para empezar a ver quién había acertado y quién no.
Para ese momento ya resultaba diáfano que los Mercedes AMG tenían el Gran Premio en el bolsillo. Salvo error de pilotaje o fallo mecánico, Lewis Hamilton ya se postulaba como el ganador de la carrera a pesar del asedio constante al que le estaba sometiendo Nico Rosberg.
Con pocos adelantamientos en pista y carente de otro tipo de alicientes para los aficionados que soportan mal las carreras en exceso estratégicas, el Gran Premio de España iba a vivir sus mejores momentos en los compases finales de la prueba, cuando Sebastian Vettel, tras una preciosa remontada a la que apenas hizo caso la realización televisiva, se situaba ya como claro aspirante a acercarse al podio.
Delante, Nico Rosberg aprovechaba los problemas que estaban originando los neumáticos en el eje posterior del W05 de Lewis Hamilton, para hostigar al británico. En el grupo de cabeza, con Daniel Ricciardo cómodamente instalado en la tercera plaza, el tetracampeón del mundo trataba de arrebatar la cuarta posición a un excelente Valtteri Bottas (Williams), cosa que conseguiría hacer apenas a tres vueltas del final. E inmediatamente detrás, Fernando Alonso y Kimi Raikkonen luchaban a brazo partido por llevarse los 8 puntos que otorga el sexto lugar.
Esta batalla fratricida que al final caería del lado del asturiano de Maranello, originaría al final de la prueba algunas quejas del piloto finlandés al respecto de lo inadecuada de la estrategia que había elegido Ferrari para él —Kimi Raikkonen iba a dos paradas y Fernando Alonso a tres—, aunque no lograría ocultar las pobres sensaciones que había dado el F14-T en el esperanzador desembarco en Europa de La Scuderia, ya que los Mercedes AMG doblarían a Iceman y por pocos metros no lo harían con el de Oviedo.
La carrera concluía con Lewis Hamilton en cabeza y liderando además el Mundial. Nico Rosberg tenía que contentarse con el segundo puesto, seguido por Daniel Ricciardo, quien rubricaba de nuevo un estupendo Gran Premio.
Sebastian Vettel terminaba cuarto, seguido por Valtteri Bottas, Fernando Alonso y Kimi Raikkonen. En la octava plaza aparecía un impresionante Romain Grosjean que había sabido liderar a una Lotus que está pasando por momentos muy bajos. Y la nona y décima, la firmaban los dos hombres de Sahara Force India, con Checo Pérez delante de su compañero Nico Hulkenberg.
En líneas generales, el Gran Premio de España cumplía la expectativas, las previsiones e incluso las quinielas. Mercedes AMG está fortísima y no hay previsión de que las cosas cambien en las próximas carreras.
En el lado positivo, destacar el resurgimiento de Sebastian Vettel, quien protagonizó una excelente remontada que puso en aviso a Daniel Ricciardo de que el escenario de las cuatro primeras carreras, cambiaba radicalmente en Barcelona. Y en el lado negativo, decir que McLaren sigue sin encontrar el rumbo adecuado, lo que unido a los puntos que sigue rebañando Valtteri Bottas, ocasionaba que Williams superase a la de Woking en el Mundial de Marcas.
Por último, mal para Pastor Maldonado, quien arruinó sus posibilidades y las de su equipo protagonizando un estúpido accidente durante la Q1 del sábado, y mal también para Sauber al completo, ya que el retroceso palpable del C33 impidió a Esteban Gutiérrez y Adrian Sutil superar al venezolano de Lotus.
Fuente: Formula1.com / Statsf1.com
En Diariomotor: Calificación Gran Premio de España. Lewis Hamilton vuelve a hacer la «pole»
