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BMW cumple hoy mismo 100 años: ¿pero sabías que no comenzó fabricando coches, ni motocicletas?

Hoy es un día importante para BMW. Un buen día 7 de marzo de 1916, hace ahora exactamente un siglo, nacía BMW. Lo que tal vez no supieras es que antes de fabricar su primer coche, el BMW Dixi (un turismo bajo licencia de Austin), la marca que hoy conocemos por el acrónimo de Bayerische Motoren Werke ya había fabricado aviones y motocicletas. Para entender por qué BMW acabó convirtiéndose en uno de los fabricantes de automóviles más importantes del mundo, líder de las premium alemanas, basta echar un vistazo a los libros de historia y comprender lo que sucedió en Alemania y en Europa desde el nacimiento de la marca hace cien años.

BMW se fundó como la Bayerische Flugzeugwerke AG en Munich, para iniciar la producción de motores de avión con seis cilindros en línea, durante los años de la Primera Guerra Mundial.

Aquel 7 de marzo de 1916 nacía la Bayerische Flugzeugwerke AG, un constructor de motores de avión que más tarde se transformaría en la Bayerische Motoren Werke, unificándose con la Rapp Motorenwerke GmbH. De ahí que la fecha de fundación oficial de la marca, la que iniciará los actos de celebración que BMW llevará a cabo a partir de hoy en todo el mundo, se haya fechado precisamente en el nacimiento de la BFw. Por aquellos años, los fabricantes de motores de avión vivieron su máximo esplendor, por el arranque de la Primera Guerra Mundial, las necesidades de suministro del ejército prusiano y el nuevo campo de batalla que habían encontrado las guerras modernas, el cielo.

De esta forma, y tras la llegada de cientos pedidos para satisfacer el suministro de la maquinaria militar contendiente en Europa, BMW se establecía al norte de Munich para producir cientos de motores de aviación basados en un motor de seis cilindros en línea (sí, como el motor más destacado de los deportivos modernos de la marca).

El Tratado de Versalles detendría la producción de motores de avión, y llevaría a BMW a apostar por la producción de motocicletas y automóviles. Pero el rearme de Alemania con la irrupción del nacionalsocialismo llevaría a BMW a fabricar motores de avión de nuevo.

Pero el fin de la Primera Guerra Mundial, y las exigencias del Tratado de Versalles, un armisticio que entre otras cosas obligó a cesar la producción de motores de aviación, animarían que BMW se reinventase y apostase por un negocio que conservaría hasta nuestros días, la producción de motocicletas.

La irrupción del Nacionalsocialismo en Alemania, y el rearme del país, llevarían a BMW a reanudar su producción de motores de avión y alimentar la maquinaria militar que asolaría el continente europeo años más tarde. A la hora de repasar su historia (véase este documento de prensa publicado estos días por BMW), la marca alemana no ha sucumbido a la tentación de olvidar todo lo que sucedió en aquellos años del nazismo, y no niegan que como toda la industria militar alemana también contribuyeran al rearme, o incluso mantuvieran en marcha sus factorías gracias al trabajo de prisioneros de guerra. Una reflexión necesaria que BMW reconoce haber iniciado allá por 1983, con la publicación del libro BMW – eine deutsche Geschichte (BMW – una historia alemana). Y un tema que quizás estos días nos suene más cercano tras el episodio de Salvados emitido ayer por La Sexta en el que se hablaba de ello.

El emblema de BMW aún recuerda hoy en día aquellos inicios en la aviación. Allá por los años veinte BMW comenzó a utilizar el emblema con las aspas del motor de un avión en un círculo negro (heredado de la Rapp Motorenwerke) y los colores, el blanco y el azul, de la bandera de Bavaria.

Tras la ocupación, BMW tuvo prohibido reanudar su producción hasta que recibió la autorización de la administración de los Estados Unidos, para contribuir en la reconstrucción del país. La mayoría de sus fábricas habían quedado reducidas a cenizas, tal y como se aprecia en la fotografía superior.

Tras la Segunda Guerra Mundial, de nuevo, BMW tendría que reinventarse. Como otras tantas marcas de automóviles, incluida la que nació para crear el famoso «coche del pueblo alemán» de Adolf Hitler, el Volkswagen. Todos aquellos proyectos que en su día contribuyeron al desarrollo de la Alemania del nacionalsocialismo, tuvieron que reinventarse para contribuir a la recuperación de un país devastado, y de alguna forma avergonzado por la mayor tragedia sufrida por el continente en el siglo XX.

Tras la ocupación de Alemania que finalizó la Segunda Guerra Mundial, BMW se encontraba completamente devastada, con la prohibición expresa de reanudar su producción y sus fábricas reducidas a cenizas. Sería la administración de la ocupación de los Estados Unidos la que permitiría a BMW reanudar sus actividades en 1947, y comenzar con la producción de la motocicleta R24, y años más tarde reanudar su producción de automóviles.

Hasta el nacimiento del famoso Isetta, en los años cincuenta, la producción de motocicletas seguiría siendo el principal negocio de BMW.

Fuente: BMW
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