28 de mayo de 1992. McLaren, con Senna aún entre sus filas, desvela en la cuna del automovilismo de lujo, Mónaco, a uno de los mayores protagonistas de la década en lo que a superdeportivos, cifras, tiempos, eficacia en pista y por supuesto admiración, ensoñaciones infantiles, posters e imágenes en carpetas de instituto se refiere. Nacía el McLaren F1. Nacía la leyenda. Una leyenda totalmente presente actualmente, más de 20 años después, gracias a su sucesor directo, gracias al McLaren P1.
Si el McLaren P1 ha nacido al mismo tiempo que el Ferrari LaFerrari en un Salón de Ginebra, el de 2013, que a buen seguro pasará a la historia, el McLaren F1 nacía con un Lamborghini Diablo presentado en 1990 como sucesor del Countach y dotado con un V12 de 492 caballos, con una Ferrari en la que nos tenemos que remontar hasta 1987 para encontrarnos con el Ferrari F40 y sus 478 caballos o hasta 1995 para el Ferrari F50 y sus 520 caballos y con Porsche arrancando la década con el 964 Turbo 3.3 de 320 caballos, sin perder de vista al Porsche 959. Nacía dispuesto a alzarse como el mejor superdeportivo de una década… y para muchos, ya sabemos que en lo que a superdeportivos se refiere es difícil ser objetivo, lo consiguió, cediéndole el trono, nada más y nada menos que 10 años después a un Ferrari que llevaría el nombre de su fundador, el Ferrari Enzo.
Hay que retroceder hasta 1988 para encontrarnos con la decisión por parte de McLaren de ampliar su vínculo con el automovilismo más allá de los circuitos… aunque tampoco sin irse demasiado lejos de ellos. “El mejor coche deportivo que el mundo hubiera visto jamás”, esa es la frase que entonces resumía el proyecto en el que el equipo McLaren se iba a sumergir… La Fórmula 1, la innovación, la exclusividad, el tacto de conducción y por supuesto su diseño las claves para su desarrollo, sin perder de vista que más allá de los coches creados por la marca para circuito este tenía que ser apto para su uso en las vías públicas.
”El coche de producción de aspiración natural más rápido del mundo”
Antes de abordar su diseño, de abordar su carrocería, su chasis, sus suspensiones y neumáticos, nos tenemos que detener en la mecánica del McLaren F1 por una imperiosa necesidad: con una mecánica atmosférica, el McLaren F1 lograba alcanzar el 31 de marzo de 1998 una velocidad máxima de 391 km/h… y entonces se alzaba así como el coche de producción no sobrealimentado más rápido del mundo. Destronaba en este proceso al Jaguar XJ220 como coche de producción más rápido del, siendo superado más tarde por el Koenigsegg CCR, título hoy en día en manos del Bugatti Veyron.
Levantar el capó posterior del McLaren F1 supone sumergirse en todo un V12 atmosférico de 6.064 centímetros cúbicos ubicado en posición central longitudinal. Un motor que cuenta con la firma de BMW y que entrega en el modelo de calle 627 caballos a las ruedas traseras a través de una transmisión manual de 6 velocidades, coqueteando no sólo con los mencionados 391 km/h de velocidad máxima… sino también con los 3 segundos en el 0 a 100 km/h. Su sucesor, 20 años después, marca un 0 a 100 km/h en 2.8 segundos. Su par era de 650 Nm a 5.600 rpm, situándose la línea roja de su propulsor a 7.500 rpm.
Para transmitir los correspondientes 627 caballos al asfalto, el McLaren F1 contaba de serie con neumáticos Goodyear F1 o Michelin Pilot SX MXX3, ambos con unas medidas de 235/45 en el eje delantero y 315/45 en el eje posterior, contando para ambos trenes con llantas de 17 pulgadas. En el caso de los McLaren F1 GTR, la versión de competición, se recurría exclusivamente a neumáticos Michelin.
Un peculiar puesto de conducción para un coche cargado del espíritu de la F1
- – Exclusividad
- – Eficacia y Prestaciones
- – Una leyenda hoy viva en el P1
Puntos negativos
- – Tienes que tener la cuenta bancaria de Jay Leno o Mr. Bean para tener uno
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Si adentrarse en la mecánica del McLaren F1 supone sumergirse en una espectacular mecánica atmosférica, su diseño, su constitución, su chasis e incluso su habitáculo tienen mucho que decir en ese camino hacía la fama, hacía la referencia de la máxima categoría de los coches de calle, tienen mucho que decir en ese merecido éxito que hace que a día de hoy aún suspiremos por esta creación de los de Woking.
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Con unas medidas de 4.292 mm de largo, 1.820 mm de ancho y 1,140 mm de alto, con una distancia entre ejes de 2.718 mm, el McLaren F1 queda conformado entorno a un chasis monocasco en fibra de carbono, tal y como hace hoy en día su sucesor y ahí queda de nuevo patente el nexo entre el McLaren F1 y los monoplazas de la marca, recordemos que en 1981 McLaren era el primer equipo de Fórmula 1 en competir con un monoplaza con un chasis de fibra de carbono.
Este chasis tenía un peso de 100 kg (hoy el del McLaren P1 pesa 90 kg) y está acompañado por toda una carrocería conformada también con este mismo compuesto dando lugar a un conjunto de 1.140 kg. Cada puerta, por supuesto también en fibra de carbono y totalmente desnudas, sólo pesa 7 kg y tras estas puertas de apertura vertical… un habitáculo de 3 plazas con una posición de conducción central a la que para que podamos acceder, se retira el volante como si de un Fórmula 1 se tratara. Las otras dos plazas quedan situados a los laterales del puesto de conducción, contando con una situación más retrasada que esta.
Magnesio, titanio, kevlar y sobre todo fibra de carbono componen el grueso de componentes del McLaren F1, pero tampoco falta el oro, empleado en el vano motor ante el calor del propulsor.
Resulta curioso encontrarnos con que entre los extras ya existía un sistema de entrada sin llave e incluso un modem que se encargaba de enviar la información a McLaren en caso de darse un problema mecánico. Entre los extras, además de estos dos peculiares elementos, nos encontramos con aire acondicionado y un equipo de sonido Kenwood.
Una limitadísima producción
Si el McLaren P1 luce el distintivo de el más exclusivo (al menos por número de unidades) del trío de superdeportivos con un total de 375 unidades que ya están totalmente adjudicadas frente a un Ferrari LaFerrari con un total de 499 unidades y un Porsche 918 Spyder con una producción de 918 unidades, el McLaren F1 es aún más exclusivo que su sucesor, habiéndose construido sólo 64 unidades.
Junto a estas 64 unidades McLaren también produjo 3 tiradas bajo la denominación GTR con un total de 28 unidades producidas en 3 años, el F1 LM con una producción de 5 unidades y el F1 GT con una producción de 3 unidades.
La producción del McLaren F1 se llevó a cabo desde 1993 a 1998. Su precio era de 540.000 libras, al cambio actual 640.000 euros y la primera unidad se entregó en diciembre de 1993, aunque el lanzamiento comercial oficial se llevó a cabo en 1994. Entre la lista de ilustres propietarios nos encontramos con Eric Clapton, Ron Dennis, Ralph Lauren, Michael Schumacher, Elon Musk o Rowan Atkinson (quien tuvo un accidente con su McLaren F1, con número de chasis 061).
En total, 106 unidades entre modelos de competición, prototipos y las 64 unidades del F1 original.
Presente además en la competición: campeón de las 24 Horas de Le Mans en su debut
Más allá del nexo con la Fórmula 1, presenta hasta en su mismísimo nombre, el McLaren F1 contó con 28 McLaren F1 GTR destinados a la competición que conservando la mecánica V12 de 6 litros entregaban una potencia de 600 caballos, aunque con un peso menor que fue desde los 1050 kg de la primera generación del F1 GTR a los 915 kg de la última evolución, producida en 1997 que también contaba con una cilindrada menor, de 5.990 cc. Entre los cambios, además de discos de freno en fibra de carbono, se recurrió a una transmisión de magnesio, modificándose también sus cotas exteriores.
Esta alternativa se produjo para competir en el campeonato GT1 de la FIA, pero además, de la mano de los pilotos JJ Lehto y Yannick Dalmas, llevo a McLaren hasta la victoria en las 24 Horas de Le Mans en 1995, el año de su debut, ocupando más allá del primer escalón del podio, la tercera, cuarta, quita posición y decimotercera posición. Esta victoria no sólo reafirmaba la eficacia del F1, sino que también llevaba a McLaren a ser la única marca ene l mundo en haber conseguido la victoria en el campeonato de F
1, en las 24 Horas de Le Mans y en las 500 millas de Indianápolis.
20 años más tarde: un presente en manos del Mclaren P1
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Con la llegada del McLaren P1 las comparaciones con su predecesor, con el McLaren F1 estaban servidas. De aquel V12 atmosférico a un V8 de doblemente sobrealimentado de 3.8 litros que llega hasta los 916 caballos. De aquel McLaren F1 sin ayuda electrónica alguna, sin ABS, sin control de tracción e incluso sin dirección asistida, a un McLaren P1 que cuenta con sistema de KERS y con aerodinámica activa. De las 64 unidades del McLaren F1 a las 375 unidades del McLaren P1. De esos 3.1 segundos en el 0 a 100 km/h a los 2.8 segundos de la última creación de los ingleses.
Han pasado 20 años. La evolución es más que evidente por mucho que nos guste y añoremos la idea de un V12 atmosférico y la ausencia de ayuda alguna a la conducción… pero el nexo entre ambos, entre el McLaren F1 y el McLaren P1 es enorme. De nuevo sin perder de vista la F1, la presencia masiva de fibra de carbono es común y si en el F1 nos encontrábamos lazos con la máxima competición hasta en el puesto de conducción, con el puesto de conducción en posición central y el volante extraible, en el caso del McLaren P1 este nexo queda patente también en detalles como el sistema de KERS o los dos pulsadores del volante, donde se activa la aerodinámica activa (llamada DRS como en la Fórmula 1)además del mencionado sistema de KERS, con el correspondiente extra de potencia de 179 caballos.
Hoy el McLaren P1 es un habitual de la actualidad. Recientemente conocíamos por fin todas sus prestaciones, dejándonos además de con un 0 a 100 km/h en sólo 2.8 segundos o un 0 a 300 km/h en 16.5 segundos con un consumo de 8.3 l/100 km y la posibilidad de circular hasta 11 km en modo totalmente eléctrico. Pero además, durante las últimas semanas el P1 ha sido objeto de la atención mediática dada su presencia en Nürburgring.
El P1 era avistado en el infierno verde y acto seguido aparecía un presunto tiempo de 6 minutos 33 segundos que era desmentido por la marca, diciendo que se trataba de “una inspiración para el equipo”. Se ha hablado también de un tiempo de 6 minutos y 47 segundos, lo que haría del McLaren P1 el coche de producción más rápido de Nürburgring, para finalmente señalar desde la marca que posiblemente el tiempo definitivo oficial no se anuncie para evitar caer en la práctica de una incesante pelea por el mejor tiempo que ya se habría tornado peligrosa. Tampoco tenemos referencia del McLaren F1 en Nürburgring.
Gracias McLaren
En 20 años McLaren nos ha dejado con dos de las mayores referencias en lo que a superdeportivos se refiere. No lo ha tenido ni tiene fácil desde luego. Ferrari, se ha encargado de no darle tregua con el Ferrari F50, con el Ferrari Enzo ahora con el Ferrari LaFerrari. No serán pocos los que inclinen su balanza personal ante los del cavallino rampante, pero a fin de cuentas, tal y como haríamos también con la firma italiana, creo que todos los aficionados al motor le debemos un gracias, además de un enhorabuena, a ambas.
¿Por qué a Ferrari y McLaren y no a Porsche, a BMW o a Lamborghini? A estas habría que agradecerle también joyas como el Porsche 911 964, como el BMW M1 o como el Aventador, pero a McLaren y a Ferrari hay que agradecerles el que decidieran financiar sus hazañas en los circuitos creando coches de calle. A fin de cuentas, en McLaren se dieron cuentan que a pesar de los éxitos, a pesar de las gestas de Ayrton Senna, de Niki Lauda o Lewis Hamilton, había una importante fuente de ingresos en los coches de calle, dando paso así al hoy venerado McLaren F1 o al recién llegado P1.