Hace ya un par de semanas tuvo lugar una de las acrobacias aéreas más impresionantes que he tenido el placer de ver en mis 33 años de vida. El piloto acrobático italiano Dario Costa pilotó su avión Zikvo Edge 540 V2 a través de dos túneles. Túneles diseñados para coches, que fueron atravesados a una velocidad media de 245 km/h. Si no has visto el vídeo del evento, patrocinado por Red Bull, estás perdiéndote los 44 segundos más intensos del año. Cuando termines de verlo, nos lo agradecerás. Si ya lo has visto… vuelve a maravillarte.
Aunque la acrobacia duró solamente 44 segundos, fue preparada durante más de un año por un equipo de 40 personas. Para aclimatarse a la velocidad dentro del túnel, Costa pilotó un coche a 270 km/h por los túneles. El avión llevaba a bordo un sistema de medición láser y los túneles fueron cuidadosamente medidos y analizados para evitar peligros. Con todo, los cambios en la presión del aire entre los dos túneles atravesados y los vientos laterales eran peligros reales. Pero no tan acuciantes como el estrechísimo margen físico de la acrobacia.
No solo había que despegar desde dentro de un túnel, apenas había 4 metros de margen a cada lado de las alas del avión y el piloto debía mantener una altura al suelo de entre 71 cm y 160 cm para evitar chocar contra el techo. Los gritos y lágrimas de felicidad de Costa al salir del segundo túnel son genuinos y reales. No en balde, acababa de establecer varios récords mundiales, como el primer despegue de un avión en un túnel o la distancia más larga volada bajo un obstáculo físico. Simplemente impresionante.
