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Cuando el mal tiempo se alía con tu GPS, tu coche puede acabar en el fondo de un lago

Seguir a ojos ciegos las indicaciones de un GPS nunca es recomendable. Hemos visto como ha llevado a varios camiones de Europa del Este a perderse en un pueblo de La Rioja, y hace apenas unas horas, mandaba al Toyota Yaris de una chica canadiense a las gélidas aguas del Lago Hurón en la localidad de Kitchener. ¿Cómo demonios sucedió? Todo ocurrió en el puerto de este tranquilo pueblo, en una noche lluviosa y con una densa niebla. Un ambiente de película de terror, que justificaría en parte este desafortunado accidente.

Un giro indebido (posiblemente accidental) puede convertirse en todo un espectáculo mediático.

El GPS ordenó a la chica girar a la derecha. Lo que creía que era una calle normal, resultó ser la rampa del embarcadero de la ciudad. Una rampa larga de inclinación suave, cortada a cuchillo en su extremo más alejado. El Yaris se precipitó al agua, pero por fortuna, flotó durante unos segundos. Fueron suficientes para que la chica saliese del coche – cogiendo su bolso, un detalle que podría haberle causado problemas – y nadase hasta la orilla. Encontró un hotel, y dio aviso a los servicios de emergencia del accidente.

La lluvia y la niebla le habrían impedido ver que se estaba adentrando en el embarcadero, hasta que fue demasiado tarde. Se ha descartado la presencia del alcohol en este accidente. Sólo hay que lamentar la destrucción de un Toyota Yaris – el modelo más reciente, todo sea dicho – y la dignidad herida de esta conductora de 23 años. El coche fue extraído al día siguiente de las aguas del lago por los bomberos, y declarado siniestro total por la aseguradora. Al menos, no hay que lamentar pérdidas humanas.

Fuente: Kitchener City News
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