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6 razones en contra de que tu próximo coche sea una pick-up

Hace unas semanas escribimos un artículo en el que os dábamos seis razones por las que vuestro próximo coche podría ser una pick-up. Razones como que pueden circular ya a 120 km/h o tienen un equipamiento amplio, además de grandes cualidades fuera del asfalto. Una de cal, para la que hoy toca una de arena. No todo lo que reluce es oro, y las pick-up también tienen grandes defectos, que pueden disuadir a un importante número de potenciales clientes. Hemos recopilado las que creemos que son las 6 razones más importantes en contra de que tu próximo coche sea una pick-up.

1) Puedes ir a 120 km/h, pero tendrás que pasar las ITV como vehículo industrial

Las pick-up siguen siendo consideradas vehículos industriales por parte de la DGT, aunque a este tipo de vehículos se le hayan aplicado excepciones que les permiten circular a 120 km/h en vías rápidas. Una consecuencia de esta tipología es que las ITV son más frecuentes que las de un turismo, y comportan un mayor coste. La primera ITV es a los dos años, con periodicidad bianual hasta los 6 años desde su matriculación. Hasta los 10 años la frecuencia de la ITV pasa a ser anual, y de los 10 años en adelante, semestral. Piensa en los costes adicionales y recurrentes antes de adquirir una pick-up.

Pasar la ITV cada seis meses cuando el coche cumple 10 años es un suplicio. La inspección es más cara que la de un turismo convencional.

2) Su consumo y mantenimiento son altos

Aunque los consumos de estas pick-up se han ido reduciendo con los años y actualmente se encuentran en valores razonables, no es posible negar que consumen más que un SUV, especialmente con carga o a alta velocidad – la aerodinámica no es su fuerte. A esto debemos sumar el coste de su mantenimiento, en el que se incluye el grupo 4×4 y consumibles de precio alto, como neumáticos todoterreno – o de medidas poco frecuentes. El precio del seguro de una pick-up es por norma general más elevado que el de un turismo o un SUV. No solo debe tenerse en cuenta el precio de adquisición del vehículo, en definitiva.

3) Aparcar no es sencillo, ni siquiera en párkings privados

Es uno de los mejores argumentos en contra de estos coches. Pick-ups como la Toyota Hilux o la Ford Ranger miden cerca de 5,30 metros, coquetean con los 1,90 metros de altura y tienen una visibilidad trasera nefasta. Es decir, olvídate de aparcar en gran parte de las calles de nuestro país, a no ser que vayas a un gran párking de superficie donde puedas ocupar una plaza y parte de la contigua. Aunque el problema de la visibilidad suele solucionarse con cámaras de visión trasera o perimetral, os puedo asegurar que maniobrar en espacios reducidos con estos coches no es ni sencillo ni divertido.

La entrada en muchos párkings está condicionada por la gran altura y anchura de estos vehículos. Son una verdadera pesadilla en ciudad.

4) Sus plazas traseras son incómodas

Viajar en las plazas traseras de un pick-up no es lo más cómodo. Esto se debe a la forma del habitáculo, y la necesidad de formas regulares para maximizar la capacidad de carga de su caja. El resultado es que el respaldo de los asientos traseros de la pick-up es muy vertical, con la incomodidad que esto puede suponer en viajes largos. Es común que el espacio en estas plazas sea sacrificado para lograr más espacio de carga. Si la pick-up es de cabina extendida – y no de cabina doble – el acceso y egreso a las plazas traseras puede no ser el más sencillo: sólo dispondrás de dos puertas y unas plazas que podrían ser bastante estrechas.

5) No son coches baratos

Las pick-up son coches de precio elevado. O deberíamos decir de precio elevado en términos relativos. Por ejemplo, una Toyota Hilux con cabina doble, tracción total y acabado básico VX arranca en 32.000 euros. Si queremos esta misma pick-up con un equipamiento más amplio y digno de un coche de su precio hemos de desembolsar al menos 33.500 euros en un acabado VXL. La Volkswagen Amarok disfruta de un motor V6 turbodiésel de hasta 224 CV, pero si queremos que tenga un equipamiento digno de un SUV como el Volkswagen Tiguan, nos aproximaremos peligrosamente a los 50.000 euros.

En las pick-up se paga por la capacidad de carga y sus habilidades off-road. Si quieres ahorrar, tendrás que irte a versiones extremadamente espartanas.

6) Tendrás que ayudar a hacer mudanzas a todos tus amigos y familiares

Te convertirás en el comodín de todos tus amigos y familiares. Cuando tengan que ir a IKEA a por un armario o un colchón, sabes a quién van a llamar. También serás el primero en enterarte de las mudanzas de tus allegados. Y como tu coche es un verdadero todoterreno, no podrás usar la excusa de la orografía. Y será tu responsabilidad estibar la carga correctamente mediante pulpos y otros métodos de sujeción. Igualmente, recuerda que a no ser que tengas una cubierta para la caja – un extra en absoluto barato – la carga estará expuesta tanto a las inclemencias meteorológicas como a los «amigos de lo ajeno».

¿Estás valorando adquirir una pick-up? Consulta nuestra guía de compra para conocer todas las alternativas de este interesante segmento.

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