A pesar de que todavía no ha conseguido el impacto entre los aficionados que pretendía, la Fórmula E sigue poniéndose las miras muy altas. Después de cinco carreras, uno de los principales objetivos a corto/medio plazo es el de conseguir ampliar la autonomía de los monoplazas para conseguir carreras de 45 minutos y en las que no sea necesario pasar por boxes para cambiar de coche. Una meta que se han propuesto para dentro de cuatro temporadas, la 2018/2019.
Alejandro Agag ha planeado este programa de desarrollo a cinco años, en el que se espera que el chasis SRT_01E Spark-Renault siga sin alteraciones, mientras que se permitirá a los constructores el desarrollo de los sistemas de propulsión para la próxima campaña y las batería de cara a la temporada 2016/2017. Este último elemento será muy importante, ya que se espera que los monoplazas puedan disponer de mayor potencia.
La escalada que se prevé pasaría de permitir que los pilotos utilicen 33 kW/h y hasta 40 kW/h en 2018/2019, año en el que se espera que la Fórmula E despliegue todos sus encantos y potencial. Recordemos que en la actualidad tan “solo” hay disponibles 28 kW/h y poco más de 200 CV (150 kW) en carrera. El objetivo sigue siendo el de mantener los costos controlados, mientras otros, como Andretti piden seguir investigando e incluso optar por la tracción total.
Vía | Autosport
