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El DTM contra las cuerdas

El tradicional campeonato de turismo alemán atraviesa por un momento crítico que podría comprometer su continuidad. La prematura deserción de Aston Martin y la posible retirada de Audi al término de este año habían sido problemas que se debían confrontar antes de iniciar esta temporada, pero ahora hay que sumarle los estragos causados por el COVID-19 cuyos efectos negativos para el DTM no solamente tendrán que ver con el hecho de posponer el calendario sino también con las debacles financieras que experimentarán tanto BMW como Audi en el mercado comercial.

En teoría, el DTM atravesaría por un ciclo de transición, debido al segundo año de implementación del reglamento técnico Clase 1, el cual le aproximaría al Super GT con la idea de crear una categoría conjunta. Pero el primer intento no resultó tan atractivo como esperaba Gerhard Berger, principal responsable del DTM, ya que los japoneses no mostraron mayor compromiso en competir en Alemania, ni siquiera algún interés en conceder motores a equipos privados o de invertir en el campeonato.

Para complicar más la situación, el COVID-19 ha provocado que el inicio del DTM se postergue y su calendario sea modificado. Primero se tenía previsto que el DTM visitara este año seis países: Bélgica, Rusia, Suecia, Italia, Gran Bretaña y Holanda. Pero a raíz de la pandemia mundial la cita en Zolder ha sido pospuesta y en mayo se contemplaba viajar a Rusia, para posteriormente trasladarse a Suecia e Italia en el mes de junio. Todas estas citas están en suspenso y todo apunta a que serán postergadas o inclusive canceladas.

Para completar el negro panorama para el DTM, tanto Audi como BMW confrontan serias adversidades económicas debido a la situación general y a las medidas que se han implementado para combatir al COVID-19. Los mercados bursátiles se han desplomado, muchas empresas corren apuntan a la quiebra financiera y otras se han visto obligadas a pausar sus actividades.

El año pasado Audi comunicó que el pasar de los motores V8 a los cuatro cilindros con turbo requirió de una inversión de unos 100 millones de euros y operar los coches en el DTM entre 40 y 50 millones adicionales. Aproximadamente por esa misma cifra estaría el programa de BMW, aunque ahora se debe tomar en cuenta que para este año habían contemplado competir con un coche adicional, así que debe ser más costoso.

Se sabe que por el COVID-19, BMW pausará operaciones en Europa y en Sudáfrica, en tanto Audi hará lo mismo en Alemania, Bélgica, México y Hungría. Esta demora en la producción seguramente va a repercutir en las finanzas con efectos inciertos en aquellos ámbitos que no sean considerados prioridades. Ante tal eventualidad, el riesgo de que Audi se marche se ha acentuado puesto que al inicio de este año su alta gerencia comunico que su departamento deportivo está inclinado hacia la Fórmula E.

Vía | Speedweek

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