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La DSGI apunta a que hubo una segunda explosión no accidental en el pasado Rally Dakar

No sorprendió que ASO tomara la decisión de presentar un recorrido para el próximo Dakar 2023 que se alejara de las grandes ciudades y que buscara seguramente un entorno más seguro y controlado. Debemos recordar que ya el 30 de diciembre, con la carrera a punto de comenzar y los equipos ya sobre el terreno, Philippe Boutron, junto a otros miembros del equipo, sufrió una explosión en Jeddah de uno de sus vehículos de asistencia que le dejó gravemente herido, especialmente en las piernas. Las investigaciones posteriores apuntaron a que no se debió a ningún tipo de problema en el motor, sino que fue provocado por un artefacto explosivo.

Ahora, casi medio año después de la finalización del Rally Dakar 2022, se ha confirmado a través de la investigación llevada a cabo por la DGSI francesa (Dirección General de Seguridad Interior o Direction générale de la sécurité intérieure), que hubo una segunda explosión no casual contra uno de los participantes en la carrera, en este caso la italo-francesa, Camelia Liparoti, (participante en T3 y copilotada por Xavier Blanco) la cual vio cómo su caravana era pasto de las llamas en lo que parecía que había sido un incidente en uno de los enlaces del 31 de diciembre.

La veterana competidora, siempre derrochando vitalidad, quedó completamente en shock y trató de seguir en carrera después de haber perdido prácticamente todos sus bienes personales, incluido el pasaporte. Ahora la DSGI parece haber realizado nuevos hallazgos (se han examinado los restos de la caravana cuando se encontraba ya de regreso al país galo) y según los medios franceses, la explosión en la caravana de la competidora Liparoti no fue accidental y se: “encontraron una proyección de bolas de metal (en el interior del vehículo) y elementos que sugerían un artefacto explosivo inusual”, tal y como indica RMC Sport en su información.

Afortunadamente el único ocupante, Walter Fortichiari, el conductor del vehículo, resultó ileso y no precisó de asistencia médica. En un principio se apuntó a un posible problema eléctrico, pero a la vista está que, de haber encontrado estos elementos a modo de metralla, lo que se buscó tanto en la acción contra el equipo de Boutron, como en el caso de Liparoti, era atentar contra la carrera y sus componentes. Al ser un vehículo con licencia italiana, las autoridades francesas tan sólo pueden comunicar las conclusiones de su investigación a los transalpinos para que sean ellos los que abran una investigación por presunto atentado terrorista.

Vía | AUTOhebdo.fr

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