No se trataba de una simple cita más de la temporada del Campeonato del Mundo de Resistencia. Las 6 Horas de Spa no solo es evento previo a las 24 Horas de Le Mans, o el encargado de medir las fuerzas antes de la clásica francesa, sino que también para muchos es una cuestión de orgullo. Sí, los equipos se han cansado de decir a lo largo de todo el fin de semana que los ojos estaban puestos en dentro de poco más de un mes en el Circuito de La Sarthe, pero una vez en pista, nadie quiere ceder.
Es algo que inevitablemente se evidencia cuando en un fin de semana en el que los Ferrari 499P LMH parecían los grandes favoritos, consiguiendo de nuevo situarse en las tres primeras posiciones de parrilla con las dos unidades oficiales acompañadas por las de AF Corse, los prototipos italianos han tenido que sudar mucho más de lo que esperaban prácticamente desde la primera vuelta.
Y es que no tardaron demasiado en plantarle cara, especialmente un beligerante #36 de Alpine, el cual llegó incluso a liderar la carrera de las Ardenas, situándose como gran favorito a falta de dos horas para el final de las 6 Horas de Spa-Francorchamps, pero la carrera no había dicho su última palabra y un pinchazo lento obligó a Mick Schumacher a detenerse y salir de la secuencia de sus principales rivales, entre los que se encontraban precisamente el BMW #20 y el Ferrari #51.
Por delante, sacando la máxima ventaja posible, el Ferrari #50 de un Nicklas Nielsen que hizo un primer relevo magistral, a la altura de Frédéric Makowiecki, el cual partía sexto con el A424, logrando en este caso superar a buen ritmo tanto al Peugeot de Loïc Duval, como al Ferrari de Hanson (el cual había sido previamente adelantado por Calado) y finalmente lanzando un ataque al segundo Ferrari oficial en Eau Rouge que supuso una de las grandes imágenes de este sábado de carreras.
Llegados al ecuador de la carrera, la batalla parecía seguir abierta, con los dos Ferrari 499P LMH involucrados, seguidos en este caso tanto por el Alpine #36, como por el BMW #20 y el Peugeot #93, estando prácticamente fuera de la ecuación tanto 963 de Proton Comètition, con problemas técnicos prácticamente desde el inicio, así como el Ferrari #83 que se vio recluido desde muy temprano en boxes a pesar de estar claramente muy cerca de la velocidad a una vuelta del #51.
Ferrari no había conseguido plasmar en la carrera del sábado esa superioridad que pudimos ver en la jornada del viernes, pero aun así, consiguieron arreglárselas para estar en disposición de aplicar la estrategia en la parte final de la prueba, aparentemente (al menos desde fuera) claramente favorable a una victoria del #51, el cual pudo tirar con aire limpio en un penúltimo stint que les obligó a hacer un splash and dash final, pero que le permitió sacar una ventaja considerable sobre el Ferrari #50 pilotado por Nielsen y sobre un Alpine que estaba incluso para más este fin de semana.
Mick Schumacher fue el encargado de tomar el testigo de mano de Makowiecki y de Gounon y de hacer soñar con la remontada cuando parecía que el germano volvía a estar en estado de gracia, tal y como demostró en Imola o el año pasado en Fuji. Sin embargo, un pinchazo lento los sacaría ligeramente de la ecuación cuando era más importante. El BMW #20 pasaría por boxes para intentar solventar un problema con el freno delantero derecho, lo que también permitiría que el Toyota #8 y el Cadillac #12 alcanzaran el Top5, mientras que Alpine apuró sus opciones con un Schumacher consciente de que tendría que hacer una parada fuera completamente de secuencia respecto a los Ferrari.
Llegó a apretar el ex piloto de F1 a Nielsen, sabedor de que iba mucho más justo en cuanto a combustible que él, lo que le permitió llegar a la última vuelta acercándose por debajo del segundo y medio. Nicklas aguantó y salvó el segundo puesto para una Ferrari que parecía haber puesto todas las naves en el #51, algo que se pudo apreciar especialmente en el lenguaje gestual de Nielsen, Molina y Fuoco a la subida al podio. Los 18 puntos de ventaja en la general para Pier Guidi, Giovinazzi y Calado son apenas una anécdota quedando tantas carreras por delante y teniendo como siguiente parada las 24 Horas de Le Mans, pero sin duda parece que viene de lejos la tensión en el equipo por lo que teóricamente está siendo una apuesta clara por el #51 a la hora de pelear por el título Mundial, principal objetivo reconocido por Ferrari al arranque de la temporada. En tercera posición se mantiene el Ferrari #83 a pesar de un sábado para olvidar en Spa-Francorchamos, con 39 puntos frente a los 37 puntos del Toyota #8.
Sexto quedaría el Cadillac #38, por delante del Toyota #7, arrastrados por una muy mala clasificación que les llevó a tener que lidiar con el tráfico a desde muy temprano, mientras que el Alpine #35 (drive-through por infracción de coche de seguridad virtual) hizo también una tardía visita a los boxes para repostar que lo dejaría octavo, justo por delante de una Porsche que parece desaparecida en combate o que simplemente se lo está guardando todo para alcanzar la victoria número 20 en Le Mans, mientras que BMW se quedó prácticamente sin premio, terminando décimo con el #15 (una doble penalización de paso por boxes por exceso de velocidad y una infracción de coche de seguridad virtual), por delante de una desafortunada Peugeot, el Porsche #5 (rezagado después de un contacto en la primera vuelta entre el Cadillac V-Series.R de Sébastien Bourdais que terminó con Julien Andlauer al final del grupo de Hypercar, mientras que Bourdais recibió una penalización de drive-through) y los dos Aston Martin.
En GT3, victoria para el Ferrari de AF Corse, finalizando por delante del Ford Mustang de Proton Compétition (especialmente destacado el toque a tres bandas que se produjo con el otro Mustang y con Valentino Rossi, que terminó con uno de los Ford fuera de pista, mientras que el Corvette de Dani Juncadella volvía a diluirse tras una mala clasificación y no podía pasar de la 13ª posición.