Lo acontecido ayer en el circuito de Bakú generó muchas dudas en los predios de Ferrari puesto que no solamente Carlos Sainz Jr. y Charles Leclerc abandonaron por problemas mecánicos sino que también Guanyu Zhou y Kevin Magnussen no culminaron la carrera debido a desperfectos asociados a las piezas que suministra la escudería italiana. Ante este panorama tan desconcertante, a Mattia Binotto, jefe de Ferrari, no le quedó otra opción que admitir que la confiabilidad es preocupante y el equipo técnico debe enfocarse en investigar lo sucedido.
En lo que va de temporada, el F1-75 se ha mostrado como un monoplaza muy veloz a una vuelta, pero inconsistente si se trata de ganar. En Bakú, Sainz Jr. se retiró en la vuelta nueve por problemas hidráulicos y Leclerc en la veintiuno en medio de una nube de humo que salía de su motor. Este doble retiro concedió una mayor ventaja en ambos campeonatos a Red Bull Racing, equipo que inició la temporada padeciendo problemas asociados a su unidad de potencia, pero en los últimos tres grandes premios han superado a Ferrari sin mayores esfuerzos debido a que, particularmente Leclerc, se ha visto muy afectado debido a la imposibilidad de transformar sus poles en victorias.
Al respecto, Binotto declaró que no responsabiliza a sus ingenieros por los cinco retiros de sus pilotos porque en líneas generales han realizado un gran trabajo con la nueva unidad de potencia en lo que se refiere al rendimiento, pero es obvio que ese salto de hacia adelante tiene un precio que están pagando, que es justamente la confiabilidad. Se entiende que el desarrollo del motor de combustión está congelado, pero el del sistema híbrido se hará en septiembre, de allí que experimenten problemas al ajustar correctamente los diversos elementos.
La unidad de potencia Ferrari luce como la mejor en períodos cortos de tiempo, pero su fragilidad en manifiesta cuando tal esfuerzo se somete a largas distancias y no solamente afecta a la escudería italiana, que seguramente será penalizada por exceder la cuota de motores permitidos en una temporada, sino también a sus clientes porque desde Haas F1 se muestran preocupados por las averías del sistema MGU-H y el turbocompresor, Kevin Magnussen ha utilizado tres unidades de potencia hasta Bakú, al igual que Valtteri Bottas.
En palabras de Mattia Binotto:
Ciertamente es una preocupación. Creo que lo dijimos incluso antes de venir a Bakú. La fiabilidad es un factor clave en la batalla, así como el rendimiento. Como equipo, presionamos mucho durante el invierno del año pasado para desarrollar el coche. Hemos demostrado que todavía no somos fiables, hay algo de trabajo por hacer. Tal vez algunos son los mismos que en el pasado, tal vez no. Creo que tenemos que analizar eso.
Vía | Racingnews365
