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Sébastien Loeb se libra de la penalización y mantiene la inercia positiva en su remontada

La televisión francesa ya se había percatado desde el helicóptero que algo no iba bien en el BRX Hunter T1+ del ganador de la etapa de este domingo. Sébastien Loeb y Fabian Lurquin llevaban al igual que ayer una de las compuertas laterales abiertas, concretamente la del lado izquierdo, la misma que ya había estado ayer abierta durante gran parte de la etapa. Sin embargo, en esta ocasión faltaba algo. La pareja franco-belga llegaría a la meta con el tercer mejor tiempo, pero en este caso lo hacían sin una de las dos ruedas de repuesto.

Los competidores del equipo Bahrain Raid Xtreme habían perdido antes de la neutralización uno de sus conjuntos llanta-neumático, algo que por reglamento supone habitualmente una penalización en caso de que no te presentes en la meta con el mismo número de elementos que con el que saliste del vivac, da igual que en este caso el neumático esté pinchazo o la llanta dañada, tiene que estar perfectamente justificado.

De esta forma, durante las últimas horas ha estado planeando la posibilidad de que el recorte de siete minutos que habían conseguido Loeb y Lurquin durante esta octava etapa pudiera finalmente quedarse en nada, desaprovechando esta ‘puerta abierta’ que les había dejado el problema con el diferencial trasero sufrido por Nasser Al-Attiyah en su Toyota GR DKR Hilux T1+, el cual también parece haberse replicado en este caso en la unidad de Overdrive que utiliza Lucio Álvarez.

En anteriores días hemos visto sin ir más lejos a Carlos Sainz y a Nani Roma tener que ir a buscar una de sus ruedas que había salido rodando después de un problema de fijación, en el caso de Loeb se podía pensar que iba a terminar recayendo sobre ellos una penalización, algo que finalmente no ha sido así, resultando todo en una sanción económica de 10.000 euros, de los cuales deberá abonar 5.000 euros y que únicamente deberá completar la otra parte del montante en caso de reincidir, una decisión similar a lo ocurrido en el caso de Nasser Al-Attiyah y la “caja negra” desconectada que mantiene sobre su cabeza el riesgo de exclusión.

Conducimos a un ritmo rápido hasta la neutralización, y allí nos damos cuenta de que hemos perdido la segunda rueda de repuesto porque se ha roto la correa. Nos quedaban 250 km sin margen de error. Tuve cuidado con las piedras, no quería correr el riesgo de morir. Sabía que lo estábamos pasando bien. Me dije a mí mismo: “Sería una estupidez perderlo todo allí. «Preferí jugarlo ‘cool’ al final. Creo que el final de la historia no es tan malo – Sébastien Loeb

Los comisarios tuvieron en cuenta que el problema se produjo tanto en el coche de Orly Terranova como en el de Sébastien Loeb, en ambos casos seguramente por un problema de correas o de diseño del compartimento: “Los pilotos no influyeron en la pérdida de una rueda de repuesto y por tanto no habrá sanción en contra de las tripulaciones«. En otros casos, como fue la situación de Antoine Delaporte durante la etapa 3, figura en el tablero de documentos una sanción de 5 minutos en dicha jornada por haberse dejado una rueda fuera de los puntos habilitados para ello por la organización (véase parque de asistencia/vivac o la siguiente área de asistencia remota).

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